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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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lunes, 24 de abril de 2017

EFEMERIDE DEL NACIMIENTO DE JOSÉ ANTONIO


   Conmemorando el nacimiento de la mayor figura de la Guerra Civil Española, el prócer, enamorado de España porque no le gustaba, JOSÉ ANTONIO Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, ofrecemos este humilde homenaje en recuerdo al mejor de los Jefes, con su verbo claro, sencillo pero auténtico y profundo, con su entrega ejemplar y martirial, nuestro hermano, padre, hijo… el ¡Héroe Presente!

   He condensado un buen artículo de Teresa Amiguet, sin agregarle más que los breves comentarios en azul y las fotografías.

 

Madrugada  del 20 de noviembre de 1936, prisión de Alicante, patio número 5 de la enfermería.
Un pelotón de  ocho milicianos anarquistas  de la CNT y socialistas, fusila a José Antonio Primo de Rivera, líder de la Falange Española de las JONS. Tras un juicio sumarísimo, concluido dos días antes  por veredicto de un ‘Tribunal Popular’ de las izquierdas  se acomete el fusilamiento. José Antonio contaba solo 33 años.
En marzo de ese año el Gobierno del Frente Popular había encarcelado al fundador de la Falange, por posesión ilegal de armas de fuego. Acusado de rebelión militar, el fiscal pide la pena máxima. José Antonio es condenado a muerte, por inducción de un delito de rebelión militar; Miguel, su hermano, a treinta años de reclusión.
Su muerte supone la desaparición  de uno de los dirigentes políticos más carismáticos del bando ‘nacional’. Tras ella su figura y su discurso son fagocitados por el régimen de Franco.
 

Franco no dudaba en mostrar su desagrado ante la figura del joven falangista. El dictador en ciernes,  resuelto a controlar bajo su mando a todos los resortes políticos y militares, se negaba a soportar la presencia de otro cabecilla  a su lado.
Y es que entre los dos líderes de la cabeza del franquismo en España existía una tensa relación de desprecio mutuo. Franco se identificaba con la derecha tradicional de la CEDA (partido de derecha conservadora) de Gil Robles, más que con la Falange (movimiento nacional revolucionario) de José Antonio
José Antonio era aristócrata y abogado, en 1930 tras la caída de la dictadura dirigida por su padre, Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, ingresó en la Unión Monárquica Nacional con el propósito de reivindicar su memoria. Posteriormente se  une al aviador Julio Ruiz de Aida, a la constitución de un grupo político aglutinador de las diferentes y dispersas fuerzas fascistas, fundando el Movimiento Sindicalista Español, embrión de la que poco después sería Falange Española.  Así el 29 de octubre de 1933, acompañado de Ruiz de Aida y de Alfonso García- Valdecasas, interviene en un acto de ‘afirmación nacional’, celebrado en el teatro Comedia de Madrid, el que será el acto fundacional del movimiento falangista. Allí José Antonio expone la síntesis de la nueva organización:
‘La Falange es un movimiento, no un partido: más bien un anti partido. No es de derechas ni de izquierdas. La Patria es una unidad total. La Falange ha de ser un instrumento eficaz y autoritario al servicio de esa unidad indiscutible, permanente e irrevocable que es la Patria. Que desaparezcan los partidos políticos. Que España recobre resueltamente el sentido universal  de su cultura y de su historia. Y si todo esto ha de lograse, en algún caso,  por la violencia, no hay que detenerse ante la violencia. Bien está la dialéctica como primer instrumento de la comunicación pero sin olvidar que no hay más violencia admisible que la de los puños y de las pistolas cuando se ofende a la Justicia o a la Patria. El movimiento falangista no es una manera de pensar, es una manera de ser’
Este discurso en su consagración, José Antonio Primo de Rivera, se convierte en poco tiempo en José Antonio a secas, un joven y prometedor  político  de gran personalidad.
En 1933 es elegido diputado a Cortes por Cádiz, Falange Española, y destaca en una brillante labor como parlamentario
El Ausente’, como llamaban los camisas viejas a José Antonio, se convierte en el símbolo oficial y en el santo patrono de la nueva dictadura –o sea el régimen franquista, que teniendo muchas ideas en común, se distinguía también en otras tantas, pero no tuvo empacho de utilizar su nombre, lo que es explicable. La culminación de este proceso se produce al final de la guerra: los restos de José Antonio son exhumados del cementerio de Alicante y escoltados hasta el monasterio de El Escorial. El 19 de noviembre de 1939, son trasladados al Valle de los Caídos.

 

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