ADMINISTRA EL BLOG ARCISTERIO

Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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¿DE QUÉ ESTAMOS HECHOS?

    Contrariamente a la moda en boga de los medios, los presentadores y buena parte de la red, que se pretenden mesurados, línea media, ...

lunes, 29 de agosto de 2016

EL DESARME ES UN APOYO DECIDIDO PARA LOS CRIMINALES

DERECHO NATURAL DE PORTAR ARMAS





   Sostenemos que el Derecho Natural de la Defensa Propia –o de otros eventualmente –es uno de los más indiscutibles, enraizado en la esencia misma del instinto de conservación (propio y de la especie), confiriendo por ello el derecho de portar armas como lógica conclusión de apoyo práctico para validarlo.
   No pueden existir en consecuencia legislaciones que restrinjan en demasía tal derecho, aunque es admisible una normativa que regule su uso; pero entendiendo que debe extenderse a la portación y no sólo a la tenencia. Desde que en nuestras clases de Derecho Penal se enseñaba la sana doctrina, aguas turbias se han desencadenado…



   Abajo presento algunos de los arts. periodísticos que publicó El Diario de Hoy en años pasados. El tema amerita constante discusión.

Para pensárselo detenidamente...  22 oct. 2005
EL ACTO MÁS SOCIALISTA POSIBLE

                                                                   Por Roberto López-Geissmann.


       ¿Qué es lo más apreciado para el ser humano sino su vida? No nos vayamos por la tangente sobre especulaciones sobre calidad de vida, enfermedad o privación de libertad. Sin invalidar esos conceptos, se les superpone el hecho de poder continuar viviendo... ahora que, para concretar ese derecho se adhieren otros de los que destaca la posibilidad de defender su vida directamente. Uno mismo mientras sea posible, tiene el derecho natural, divino y escrito en los cielos y la tierra, antes de cualquier consideración de derecho positivista, de defender su derecho a la vida y el de otros.
       Imagínese que usted está en una casa que se incendia y se le prohíbe que intente apagarla con extintores  o por otros medios porque para eso cuenta con los Bomberos. Que no intente salvar a su hijo que se ahoga lanzándole un salvavidas o dándole respiración artificial (aunque usted sepa la técnica) porque para eso cuenta con los guardavidas. Que ni siquiera le ponga un apósito a un amigo o a usted mismo porque sólo el doctor puede hacerlo. E imagínese que si realiza cualquiera de estas actividades usted fuera penado criminalmente... pero no, la cosa es peor, puesto que lo castigarán a usted simplemente por tener en su poder un botiquín de auxilios, extintores o utilizar un equipo especial. Y ello aunque usted demuestre que no era racionalmente posible que pidiera la ayuda de bomberos, médicos o rescatistas. Le parecería que es una locura y un abuso ¿no es cierto?
       ¿Por qué entonces si una solitaria madre de familia se ve involucrada en un tiroteo defensivo en su propia casa, defendiendo a los suyos, si no tenía matrícula en su arma, debiera ir a la cárcel? ¿Por qué un maduro propietario rural, viajando con su hijo no puede detenerse a tomar café en un restaurante en la carretera si lleva un arma para su defensa, porque si se la encuentran iría preso? ¿Por qué cualquier ciudadano que sale a pocas cuadras de su casa, a cualquier hora del día, y va con arma, si es cacheado va preso aunque jamás haya tenido problemas con la ley? ¿Es igual el que nunca ha delinquido al antisocial tatuado, pandillero reconocido y delincuente reincidente, son exactamente iguales ante la ley de armas? ¿No es esa una ley antinatural, estúpida y que clama al cielo, injusta a rabiar y productora de mayores males que los que pretende evitar? Piénselo bien.
       ¿No es el intento de prohibir totalmente, la importación, fabricación, portación y tenencia  de armas de fuego una aberración contra el Derecho Natural de Defensa? ¿Es que tiene acaso el más mínimo sentido común el postular que la desaparición de pistolas “hará bajar sustancialmente a la delincuencia”? Esto es como decir que volverá honrados a los amigos de lo ajeno y pacíficos a los violentos apasionados, vengadores o asesinos. Sencillamente serían más crueles los crímenes con arma blanca o garrote... si los delincuentes hicieran caso, lo que es una hipótesis idiota, por decir poco; pero lo cierto es que dejaría a la ciudadanía todavía más inerme. Es impresionante como estas argumentaciones no se esgrimen por nadie y la Línea Maldita de desprotección total sigue caminando sin encontrar casi oposición. Veamos algunas últimas preguntas reflexivas.
       El Socialismo Revolucionario no tiene por esencia la solidaridad sino el Igualitarismo, que es un concepto irrisorio desde toda lógica, al que se ha exacerbado hasta límites gigantescos y que es en esta civilización el más grande valladar para el auténtico desarrollo y promotor de toda injusticia. Estas disposiciones sobre desarmamentización tienen ese componente y son, vistos en su dimensión profunda, el acto más integralmente Socialista que cabe en una sociedad; la prueba está en que, como en toda expresión política de este signo, sacrifica inocentes sin importar ningún sentido de Justicia ni Derecho Natural, en aras a ideas que obedecen una ingeniería social.
       ¿Qué ocasiona esta falta de resistencia ante un ultraje vital como el que se quiere perpetrar? ¿Qué poderes internacionales promueven esto y qué premios o amenazas esgrimen para realizarlo? ¡Qué Dios ilumine y dé fuerzas a nuestro Dirigentes Públicos y Privados para que no se dejen...!



DESARME Parte de otro artículo –Dic,2008
   Nuevamente se escuchan iniciativas sobre “desarme total”. Si por obra de magia pudieran desaparecer todas las armas de fuego del país, magnífico –aunque en ese caso una pacificación del corazón sería mejor –y cada vez la conspiración se acerca más a sus objetivos, seduciendo autoridades, adormeciendo funcionarios y yendo “lento pero seguro” en el triste camino en que las únicas armas que habrán en poder de civiles serán las de los delincuentes. Esto es indiscutible y hasta el último lo sabe. Pero ADEMÁS del derecho natural y eterno del individuo de poderse defender a sí mismo y a los suyos en legítima defensa afrontaremos el peligro de una nueva institucionalidad, masiva, violenta y peligrosa, ante la que el ciudadano estará indefenso, así como a mansalva de cualquier tropelía nacional e internacional.



Hitos y Misterios sobre el  -23 feb-2011
DERECHO DE CIVILES ARMADOS                                                    
                                                                                           Roberto López-Geissmann

“La gente duerme apaciblemente en sus camas, de noche, sólo porque hombres rudos permanecen listos a realizar violencia en su beneficio” George Orwell.

   Ya se han planteado los argumentos lógicos, plenos de sentido común, comprensibles y fuertes que sostienen el Derecho de los Civiles de un Estado a Tener y Portar Armas. Estuve tentado a una elaboración jurídica, como también a una síntesis filosófica o a una muestra comparativa en el mundo, que estas y otras armas intelectuales caben en esta lucha por el derecho y la civilización. Sin embargo dejo pendientes esas instancias para poner el dedo en otra llaga, que con cierta ironía (pero no mucha) llamó “hitos y misterios” sobre esta materia. Veamos.
¿Qué hace rechazar estos derechos a quienes están íntimamente convencidos que son útiles y correctos?
En un reciente artículo de un especialista que trabaja en una institución de seguridad (en otro periódico) se afirmaba que la gran mayoría de la población estaba de acuerdo en la “desarmamentización”, lo que mueve a una duda razonable sobre las encuestas que llevaren a tal conclusión, pero, aceptando sin conceder, reflexionemos. No puede atribuirse a falta de valor, cobardía, elusión al viril enfrentamiento a la mayoría de estas opiniones –aunque habría que reconocer tristemente un accionar creciente en este sentido, debido a los antivalores del ambiente; pero bien, si ello no es la causal más que de un grupo… ¿y del resto? ¿Es que habrá llegado a desbordarse el instinto de supervivencia hasta el punto de pervertirse, ahogando a su sublimación, que busca la conservación de la especie, del prójimo, y que es causa de la abnegación y del heroísmo? O, más chuscamente expresado: ¿será que nos vale riata el resto de congéneres y que nuestros bienes y nuestra vida son ya un Dios? Pero aún desde la óptica egoísta, a poco que pensemos podremos sacar racionalmente las cuentas que arrojan un saldo positivo de Bien Común si logramos aplicar una legislación que, conteniendo control y coordinación, ponga en manos civiles responsables el armamento a que tienen derecho para su legítima defensa; es más, hasta se puede organizar una especie de guardia cívica, así como otras iniciativas para salvaguardar nuestra libertad.
Entonces, ¿por qué y quién mueve estas campañas “políticamente correctas” hasta ser transpartidistas?
Casi sólo el editorialista de este diario y el que escribe defienden el derecho a la legítima defensa del ciudadano; pero es impresionante la falta de otros toros en el ruedo, máxime que a las razones privadas –válidas del todo para quebrar lanzas en pro de esta causa –se unan razones de teoría del Estado de alto nivel político en la salvaguarda de la libertad (pero ya a un nivel nacional) como es el respeto, incluso estratégico, que el mismo estamento armado debe tener al pueblo, que somos todos y que debemos luchar unidos. Esta “repelencia” de parte de ciertas Fuerzas Armadas en admitir civiles les ha llegado a costar más de una guerra. Invito a algunos de los altos EX jefes policiales y militares (autoridades civiles incluidas) para que “cuenten el cuento” –yo lo escuché alguna vez, pero no recuerdo bien –de quiénes, cómo hacen, por qué lo quieren y que regalías ofrecen para lograr someter a toda una nación a la indefensión total. Háganlo y la Patria y Dios se lo premiarán.



Desde una anécdota a una reflexión general
DESARME ES MENOS VIOLENCIA  -9-nov-2011
                                                                                    Roberto López-Geissmann

La anécdota real. Hace cosa de un mes fui asaltado a mano armada por un energúmeno alto, de edad media que gritaba como un loco; no daré más detalles que era a media tarde y habría fácilmente una docena de personas en las cercanías, todos dándose cuenta del violento hecho; resistí la entrega de mis documentos pese a los gritos y amenazas y el tipo se fue corriendo con mis emolumentos de aproximadamente una semana.
   Créanlo o no tengo la extraña cualidad de pensar con gran frialdad en situaciones extremas y, en la anterior, hice una evaluación detenida de las circunstancias (las que no narro por que iría demasiado lejos y conociendo además la “chacotería” general pudiese llevar hacia un descreimiento jocoso que no me interesa) y finalmente evalué que las posibilidades de resistencia eran pocas y el resultado feliz demasiado arriesgado por lo que fue la pasividad –excepto por la total negativa de dar mis documentos –la que terminó manejando el cuadro final.
   Ahora bien, quiero destacar UNA de las posibilidades de la que, si hubiera existido, hubiera actuado tratando de repeler la agresión: si hubiera yo estado armado. Antes de seguir quiero dejar bien establecido de que no se trata de que simplemente hubiera actuado “porque yo portaba un arma” eso es más que infantil, estúpido y una de las formas más fáciles de hacerse matar tontamente, quiero decir que aunque alguien fuese armado y pudiese usarla muy bien, no debe en forma alguna ni siquiera tocarse a menos que la oportunidad se dé. Pues bien, en mi caso sí se dió, claramente y sin lugar a dudas, cuando el asaltante perdió el control y en medio de los gritos se agachó y bajó los brazos completamente -y el arma. Quiero ir al grano: si hubiese estado armado si hubiera actuado, ya que se abrió una oportunidad. Claro está que si hubiere actuado de tal forma el indiscutible resultado hubiera sido un hecho de violencia –es decir, un hecho más violento que el robo a mano armada, porque muy posiblemente hubiera resultado en sangre y hasta en muerte –ya fuera porque el criminal me balease o yo a él, o ambos, pero siempre hubieran heridos.
La reflexión de fondo. De este incidente es válido remontarse a la explicación de por qué tanta insistencia, desesperada, en el desarme de toda la población (aunque todos sabemos que los honrados somos los primeros y casi que únicos en hacerlo, y el violento auténtico hará menos caso, hasta llegar al criminal, que se reirá feliz). Porque la tesis que asevera que el desarme general conduce a menos violencia es cierta... ¿me desdigo de mis posiciones de siempre? No, al contrario. Entendamos de una vez como opera esto y qué es lo que se pretende.
La gran pensada. Porque efectivamente si se lograra que absolutamente toda la gente honrada no portara, y ni siquiera tuviera en casa un arma, habrían menos hechos de sangre por arma de fuego, puesto que estas, quedando privativamente en manos de la delincuencia rebajarían brutalmente las posibilidades de legítima defensa, haciendo tan difícil repeler la violencia delincuencial y terrorista delincuencial, que sí disminuyeran los heridos… Pero vea usted ciudadano lector, a qué costo: la condición es la indefensión total ante la agresión, ya sea criminal o social, si nos hincamos y damos… hasta lo que no tenemos, como borregos… habrá paz. R.I.P.




domingo, 28 de agosto de 2016

LA MUERTE DESDE EL CIELO

LA MUERTE DESDE EL CIELO

La Historia de los Paracaidistas
Salvadoreños 1962-2012



“Todo ser humano tiene en el camino su pedestal de héroe. El mérito consiste en que, llegado el momento, tenga el coraje suficiente para subir a él.” Capt. José Quiñonez.

   Reseñamos acá la obra del Capitán  y Lic. Herard Von Santos –ex miembro de la Fuerza Armada salvadoreña y valiente escritor de historia militar –quien nos comparte su esfuerzo investigador a través de dos gruesos tomos con el nombre que señala este artículo. Prometiendo escribir próximamente sobre el paracaidismo –en el que tenemos personales experiencias y cariño –dejamos en esta entrega una mera descripción de este libro, que no puede faltar en ninguna biblioteca relacionada con lo militar, ni con militares ni interesados en nuestro cercano pasado.
Descripción de la obra, tal cual se ve –sin comentarios del contenido.
   El libro se divide en dos tomos, de 510 y 548 págs. -1058 págs. en total. Editados por la Fuerza Armada, el 1° en nov. de 2013 y el 2° en mayo de 2016. Respectivamente, en un formato de 28 cm. que los hace muy grandes y gruesos, pero permite ver con gran claridad la cantidad de fotos, mapas y grabados que contiene; con marca de agua del batallón aerotransportado. Se pueden conseguir en la UCA por $25.00 c./u. –ya que se pueden comprar independientemente.
   En el primer tomo se habla “de las unidades paracaidistas en el mundo a través de la historia, haciendo un recuento de las acciones más importantes en que se vieron envueltas”; luego se deriva a nuestra particular historia, su establecimiento y desarrollo, actuaciones en la guerra contra Honduras, hasta las primeras operaciones de combate contrainsurgente. El tomo dos aborda la casi totalidad de dicha contienda, para terminar con la Escuela de Paracaidismo, la Patrulla Aérea Civil e interesantes anexos. En lógica consecuencia de su ordenada formación castrense la obra está dividida en 12 capítulos (seis por tomo), cuyos nombres brindaremos, sin llegar a los atractivos títulos dentro de los mismos.

  Capítulos del Primer Tomo:
  1. La Hermandad de la seda.
  2. Los paras cuscatlecos.
  3. La guerra de las 100 horas.
  4. El nido de las águilas.
  5. Nace la leyenda 1981.
  6. Una etapa decisiva: 1982.


Capítulos del Segundo Tomo:

     7.    La guerra a punto de perderse.
8.    Punto de quiebre de la guerrilla: 1984.
9.     Las aspas de la muerte 1985-1988.
10.  La última batalla de la guerra fría.
11   La escuela de paracaidismo.
12.  Las amazonas del aire.


Emblema del 2° Regimiento extranjero de
paras -REP -de la Legión Ext. Francesa


Terminamos citando –los subrayados y comentarios en azul son míos:

  El autor: Los paracaidistas salvadoreños combatieron en una amarga guerra de 20 años (1972-1992) contra lo que ha sido hasta ahora y en el contexto de la Guerra Fría, la más poderosa fuerza guerrillera en el continente Americano durante el siglo XX, el FMLN… No  debiésemos llamar guerra a la agresión armada salvadoreña.

 El prologuista David Spencer (Phd) afirma: …muchas de las versiones de los integrantes del FMLN pintan las decisiones de las fuerzas armadas como parte de una conspiración para reprimir al pueblo y sus acciones como violaciones de los derechos humanos. Para el colmo, el largo silencio de los integrantes de las Fuerzas Armadas por todos estos años después de la guerra los han hecho cómplices de las versiones de sus antiguos enemigos, porque hace pensar que están de acuerdo. Esto es simplemente incierto.
   Continúa este ex asesor del Ministerio de Defensa: Mi experiencia personal, a base de compartir muchas horas, días y semanas con los oficiales, suboficiales y soldados de las Fuerzas Armadas de El salvador es que la inmensa mayoría eran héroes patriotas… dispuestos a pasar días y semanas patrullando por los cerros y montes del país, quemados por el sol, empapados por la lluvia y el sudor, con uniformes rotos, a veces sin comida, picados por los zancudos… sin mayores quejas y hasta con un sentido de humor. En los combates hubo hechos del más alto valor y sentimiento humano, más increíble que las mejores obras de ficción. Hasta años recientes, desgraciadamente esas historias no se conocían –yo creo que ni aún ahora. Había un silencio hermético de parte de los integrantes de las Fuerzas Armadas. Será de lo más interesante saber las causas de semejante silencio!!

domingo, 21 de agosto de 2016

BRINDEMOS, AMIGOS MÍOS

¡BRINDEMOS, AMIGOS MÍOS!

   Comencemos diciendo ¡SALUD! Lo haré yo con mi amado whisky, bienvenido lo que sea que eleven, pues lo importante es el buen deseo y la amistad.

   Afirmo, con Alex Solar que “Nunca he confiado demasiado en los abstemios. Tampoco en los borrachos estúpidos y violentos, por supuesto. Me quedo con los innumerables amigos y conocidos con quienes he bebido, por puro placer, en las tabernas del mundo.” 



   Este escrito no es propiamente un elogio de la bebida y menos de la ebriedad, pero quiere igualmente distanciarse de aquel sentimiento del fanático meapilas o de la matrona amargada que quiere acercar a la iglesia  -cualquier iglesia –al marido, para que se aparte del vicio (como si fuera sucursal de los AA) y que a menudo no son sino aburridos y represores personajes, que ellos provocan a sus gentes cercanas el descontrol etílico.
   Conozco a una señora que es incapaz de deleitarse con una deliciosa repostería porque contiene en su relleno una leve cantidad de alcohol y –manifiesta ella: -sería caer en la tentación y podría afectarme físicamente (la anécdota es real). Pero dejando excentricidades, por decirlo así, de lado, manifiesto acá el disgusto que se resiente –estoy seguro de no ser el único en esto –cuando escuchamos las declaraciones solemnes y hasta pomposas de “caballeros” a los que, cuando se les ofrece un trago, elevan la voz y con orgullo digno de mayores hazañas expresan: -¡Yo no bebo! –como si fuera una confesión de genialidad, combinada con la confirmación de ser un santo o mártir, por la que debiéramos quedar anonadados. ¡Cuánta fatuidad y cuánto orgullo! Una copa de aperitivo, un par de cervezas o vinos regando comidas –piense en mariscos en especial –un digestivo o los cócteles preparados, sin mencionar las bebidas fuertes como mi favorito el whisky… negar esta práctica no es sólo descender varios peldaños del proceso dilecto del civilizado culto –y claro está que también el espíritu comunitario del bar español, el bistró francés o el pub inglés (para sólo mencionar algunos) sino perseguir una forma de alegría, el departir social en múltiples ambientes, el que no es de por sí nefasto sino simpático y agradable. Hasta S. Juan Bosco, aludiendo a tomar vino aguado dijo: “He renunciado al diablo, pero no a sus pompas”. Aclaremos, antes de continuar, nuestro punto.
   Pues no se trata en absoluto de promover la bebida sin control y el ambiente crapuloso, versión vulgar o señoritinga igual, que lo acompaña y las trágicas consecuencias para el enfermo alcohólico (ente real que nos merece compasión). No elogio la ebriedad –como sí lo hacen cualquier número de escritores, que incluso dicen despreciar el equilibrio y moderación –sino me adhiero al control de sí, que maneja con arte la ingesta de bebidas espirituosas, aceptando eventualmente un sobrepase por medidas especiales más allá del simple gusto. Por ello, cuando un hijo de vecino me dice: -Yo no bebo -, en términos generales me da lástima, en el buen y auténtico sentido, no con desprecio sino con sincero lamento de que el señor no pueda gozar de ello porque, como dicen “se terminó su cuota”, pero cuidado camaradas, porque pudiese ser que esa negativa sea completamente válida porque se trate de alguien que padece de la “enfermedad de alcoholismo” (que es cosa seria) y Dios nos guarde de inducirlo a recaer, lo que sería un acto irreflexivo cuanto que no un acto vil. Respetos en fin al que no cae en gazmoñerías ni mentecateces, pero cree él sinceramente en el hecho de la abstención de la bebida “hasta con el mínimo piquete”. Sigamos adelante.

“Puedes beber en cualquier sitio, pero no te escondas jamás. Si te escondes, serás como el muslo de la mujer que no se quitó la camisa ni siquiera en la noche de boda. Serás taimado, ciego y perverso… Di siempre: -Ahora me estoy tomando un vino. No reniegues de ti mismo y entonces no habrá ya nada que pueda perjudicarte… Sobre todo no reniegues del amor. Ni del vino”. Bela Hamvas.



   Confesaré un hecho que acaso no sea tan “chic”, pero lo siento mucho es totalmente auténtico: prefiero un mal whisky a un excelente vodka o cualquier otra bebida. Tomado del blog (sintetizado) The art of manliness, sobre mi querido Whisky:
Beber whisky escocés como debe ser es más que una satisfacción: es un brindis por la civilización, un tributo a la continuidad de la cultura, un manifiesto a la determinación del hombre para utilizar los recursos de la naturaleza para refrescar su mente y cuerpo, disfrutando utilizar cada uno de los cinco sentidos que le han sido otorgados.” -David Daiches.


   No otro espíritu ha sido asociado con la masculinidad como el whisky escocés. Ya sea el golpe que te da al probarlo o el proceso del cual se saca de la cebada y el agua, el whisky ha mantenido un lugar importante en la vida de muchos tipos de hombre: desde reyes, creadores y hasta titanes de la industria. Lo que separa el whisky escocés de otras bebidas alcohólicas no solo es su rica historia (Para ser escocés, un whisky debe ser destilado y madurado en Escocia), sino también lo que todos los hombres que lo beben tienen en común.
El hombre que bebe whisky escocés es usualmente alguien que va por la vida, saboreando nuevos retos y realizando descubrimientos todos los días. No se conforma con beber algo solo porque se encuentra a su alcance. Pocos hombres beben whisky para embriagarse. Primero que todo, es demasiado costoso, la botella más barata puede costar hasta 40 dólares. Pero la razón más importante, es que cada botella de whisky tiene tanta historia, tradición y atención al detalle que los hombres que la beben no solo están ingiriendo una bebida, también están participando en la celebración de artesanía y los placeres más profundos que la vida puede ofrecer.
Convertirse en un consumidor de whisky escocés toma algo de trabajo y madurez en la lengua. El joven que se aventura hacia su primer rodeo con este elixir histórico suele sucumbir ante su potencia y concentración de alcohol. Pero al regresar una segunda y tercera vez, empieza a entender lo que hace al whisky atrayente y agradable. Al desarrollar un gusto por el whisky, te estás embarcando en un viaje que durará toda la vida, que lo llevará por las aguas cristalinas del río Spey, las verdes y hermosas tierras altas, la Isla de Jura descrita por George Orwell como “un lugar difícil de alcanzar”  y varias partes de Escocia donde los destiladores gustan decir que el whisky  es “tan bueno como la vida solía ser”.
Para verdaderamente apreciar un whisky escocés, un hombre debe comprender su rica historia y el proceso que transforma la cebada ordinaria en una bebida sin igual.


“Considerar la embriaguez como algo pecaminosamente malo en sí mismo es cosa propia de comunidades frígidas y civilizaciones sin gracia. Otros pueblos, sin embargo, ni siquiera han sospechado que los excesos de la bebida pudiesen despertar virtuosos escándalos. Stevenson, por ejemplo, comenta que nunca le oyó proferir a su abuela escocesa nada más duro contra el alcohol que esta sabia prevención: "¡Cuidado con la bebida, hijos míos, porque puede llevar al vicio!". Por supuesto que en todo caso la embriaguez, aun aceptada como algo perfectamente natural y lícito, suele resultar ocasionalmente torpe, inconveniente, sucia, fastidiosa, poco oportuna, ridícula, monótona, etc. ¿Pero no ocurre lo mismo con el amor? ¿O con la sabiduría? ¿O incluso con la justicia? ¿Y no es también cierto que amor, sabiduría o justicia pueden degenerar en vicio, con repercusiones quizás aún más indeseables que las de la bebida?” Fernando Savater.

viernes, 19 de agosto de 2016

MEDIOCRIDAD-OSADÍA-AUTOESTIMA

MEDIOCRIDAD – OSADÍA – AUTOESTIMA

   Si bien el término “mediocridad” se cree perfectamente conocido, de hecho se concibe su esencia en buena medida, pero luego suele confundirse. Trataremos de aclarar en breve algunos aspectos incorrectamente entendidos. Precisaremos su relación con la osadía. Vamos a presentar un corto artículo que alguien me envió hace un tiempo. Y finalmente –ojo con esto –acotaré una importante alerta que debemos tener todos, relacionada con nuestra autoestima y la de todos.



   Caigamos en cuenta que mediocre es lo que no pasa de regular, es algo que está “al medio, a la mitad”, “que no destaca”, sin embargo no es lo peor que se puede ser; si vemos el vaso medio lleno y no medio vacío, si entendemos que hay un chorro de individuos abajo del mediocre, quizá se pueda aproximar una mirada no tan dura sobre esta tipología. ¿Estoy diciendo que es un ser positivo y que ha sido injustamente ubicado? ¿NO!
   Sencillamente no podemos identificar a alguien de resultados regulares, medianos, mejores que malos pero tampoco brillantes, con ser un tipo mediocre ¿y entonces? La respuesta es que el concepto no se centra en una adscripción cuantitativa de resultados, no es la ubicación en un término medio de determinadas personas. No es eso. Es la actitud que adoptan algunas de las personas con tales resultados y ubicaciones las que las hace (más bien ellas mismas se ubican) merecedoras de llamarse mediocres. La diferencia específica en el mediocre es la pérdida de su auténtica personalidad, ahogada en la masa, parejamente han huido de él la sana ambición y los valores morales, se ahoga en olor de multitudes, masificándose y vulgarizándose; rebaja y desconoce al genio y aún al mejor que él (aunque pudiese a veces alcanzarlo y superarlo); la ley del mínimo esfuerzo es su brújula y crean un clima, como pútrido pantano, de mediocracia que cuida a su decadente especie y procura acabar al superior. Cito un párrafo de El Hombre Mediocre del genial José Ingenieros:
 “Políticos sin vergüenza hubo en todos los tiempos y bajo todos los regímenes; pero encuentran mejor clima en las burguesías sin ideales. Donde todos pueden hablar, callan los ilustrados; los enriquecidos prefieren escuchar a los más viles embaucadores. Cuando el ignorante se cree igualado al estudioso, el bribón al apóstol, el boquirroto al elocuente y el burdégano al digno, la escala del mérito desaparece en una oprobiosa nivelación de villanía. Eso es la mediocracia: los que nada saben creen decir lo que piensan, aunque cada uno sólo acierta a repetir dogmas o auspiciar voracidades. Esa chatura moral es más grave que la aclimatación de la tiranía; nadie puede volar donde todos se arrastran. Conviénese en llamar urbanidad a la hipocresía, distinción al amaneramiento, cultura a la timidez, tolerancia a la complicidad; la mentira proporciona estas denominaciones equívocas.
   “Me atrevo” –J´ose –es la divisa de un banderín de la legión extranjera. Es, también, uno de los principales remedios para cortar la mediocridad negativa: atreverse, osar, dar el paso, ponerse de pie, insistir, buscarle el lado al problema… El que lo haga, no importa lo que logre, sí triunfará en desprenderse de la triste etiqueta. Recordemos que estar no es ser.




Al siguiente artículo anónimo le agregué los comentarios en dorado y los subrayados en amarillo.


EL TRIUNFO DE LOS MEDIOCRES
Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo. Debemos admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.

Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente.

Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan. Porque son de los nuestros. Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas.

- Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente basura –yo diría que bastante pero no todo.

- Mediocre es un país que durante más de 25 años de democracia ha tenido varios presidentes que ni siquiera hablan inglés Cristiani y Flores lo hablaban perfecto -ni tienen los más mínimos conocimientos sobre política internacional.

- Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir incluso a las asociaciones de víctimas del terrorismo. Pero claro que no somos los únicos.

- Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado, quedando cada vez más atrás en las pruebas internacionales. Tampoco es esto cierto, hay sectores en que andamos bien y hasta punteros

- Mediocre es un país que no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.

- Mediocre es un país con una cuarta parte de su población viviendo de subsidios –exagerado al extremo, falso -, sin trabajar,  pero que sin embargo, encuentra más motivos para movilizarse y celebrar cuando equipos que no son de nuestro país (Barcelona y Real Madrid) ganan algún partido de fútbol.

- Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente-, la honorabilidad pisoteada, ser honesto es ser pendejo y la independencia sancionada.

Un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en concursos de TV, o aparecer en la misma TV haciendo lo que sea, con tal de aparecer; por políticos que abuchean e insultan sin aportar una idea, ni dar muestras de poder actuar según sus principios, no según lo que le indique el partido o el gobierno; por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.

Mediocre, al fin, es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.



Interesante artículo, que es válido pese a las inexactitudes o exageraciones. Si no creyera que es bueno no lo distribuyera, si le hago acotaciones no es por un prurito extremado de corrección, sería impropio, sino fuera porque…



1.     Existe toda una estrategia para inocular, insuflar o insistir hasta la convicción cerrada en que todos somos una desgracia de la naturaleza, somos malos, mediocres, vivianes, aprovechados y una serie de epítetos que denostan, denigran, rebajan al pueblo o nación al que pertenecemos, para que el gran resultado no sea orgullo sino vergüenza. PERO esto lo provocan en todos lados, es decir que un mexicano, salvadoreño o colombiano se sentirán el peor pueblo de la tierra. A esto obedece el machacar que “en todo somos los últimos”. Provocando sentimientos de frustración.
2.     En primer lugar debemos reconocer la triste realidad que agobia, más o menos, a múltiples países en el mundo; no podemos tapar al sol con un dedo, amor no quita conocimiento y puedo ser amigo de Sócrates pero más amigo de la verdad. PERO así como de los padres –hijos o amigos queridos -reconoces defectos, y aún grandes, pero no te lanzas a acabártelos haciéndolos picadillo, leña; igualmente no es sano esa falsa autocrítica, maligna e interesada en que pierdas tu autoestima, por la que finalmente llegarás al sentimiento de ser una porquería, de no creer en nada, a envilecerte.
3.     El trasfondo, el origen de esta particular ingeniería social-universal se inscribe en una “batería” de distintos (hasta lo casi imposible de relacionar a veces) intentos de debilitar la soberanía e incluso va más allá, buscando la minimización del Estado –no para lo que fuera una salutífera transferencia hacia los cuerpos intermedios –sino en aras al Mundialismo intervencionista. Por esto se busca llegar no sólo al desamor, sino al irrespeto y al odio, ya no del Estado sino de la misma Nación y a los pueblos dentro de ella, aunque no lo digan expresamente. ¡Cuidado con esto!


No contribuyamos a destruir nuestra autoestima personal ni nacional – Creernos lo peor hace el juego del mal – Siempre podremos superarnos, siempre tengamos esperanza ¡luchar siempre!

jueves, 4 de agosto de 2016

PERSECUCIÓN CRIMINAL POR PENSAR DISTINTO

¡SE PROHIBE PENSAR!… GOLPE A LA ESENCIA
DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y A LA DISIDENCIA



   Conocí a Pedro, departimos, hablamos durante varios días y estuve, claro, en su librería de Barcelona (hasta tengo fotos con él y otros camaradas). Era entonces un adolescente –yo soy algo mayor –y puedo decir que pocos jóvenes eran tan serios, dedicados y responsables como él, lo que no quiere decir que no fuera alegre en su momento. Perdimos contacto y ahora, al darme cuenta de su terrible predicamento, perseguido por “el fiscal del odio” no he podido menos que humedecer mis ojos en solidaridad y simpatía.
   De inmediato pensé escribir algo en su apoyo, pero mi hijo lo realizó con una corrección estupenda, por lo que remito a su dirección para que lo lean... http://castillosytrincheras.blogspot.com/2016/08/pedro-varela-democracia-y-la.html
   Invito a leer noticias y entrevistas con este valiente historiador, ciudadano ejemplar y guerrero calumniado –con escribir su nombre podrán acceder. No está demás patentizar todos los tipos de apoyo posibles; pensemos que la perrera internacional lanza sus tentáculos por doquier ¡Barbas en remojo!



El 28 de abril de 2010 publicó El Diario de Hoy lo que sigue…

Más allá de lo evidente…
EL ROSTRO OCULTO DE LA LUNA

                                                                    Roberto López-Geissmann


   A este servidor siempre le ha interesado ver un poquito más allá de las apariencias. Por eso he puesto el ejemplo de la luna, que carece de luz propia, la luz que de ella proviene la origina el sol; además sólo vemos desde la tierra una cara, la iluminada, y desconocemos visualmente lo que nos oculta su rostro oscuro… pero a veces es al revés y esta sociedad de opinión nos muestra –o insiste en hacerlo prioritariamente –sólo el lado oscuro de algo. Pienso darle luz a algunos de estos interesantes lados –unas veces para bien, otras para mal –tratando en todos los casos de iluminarlo para verlo mejor.
   Claro está que todo esto está ligado –y bastante –al “pensamiento políticamente correcto”. El pensamiento moderno busca la cultura enlatada, la síntesis ligera, el consentido consenso y sobre todo la serena conciencia de cobijarse entre poderosos pilares, que son también propulsores de la certeza religiosa (aunque se niegue este término) en el progreso de la ciencia y que todo lo porvenir será mejor. La Revolución Francesa será ensalzada sin medida. La Conquista Española atacada con su negra leyenda, que extenderán a la Inquisición, desmedidamente. La Partidocracia será disfrazada de Democracia, después de envolver esta en angélicos ropajes, omitiéndole vicios y cambiando la historia. Se desmantela al marxismo, como una bomba a la que se desarma, para introducir sus componentes y luego, ya estando adentro, volverla a armar, profundamente enquistada ya en un sistema ignorante e iluso. De mil formas se combate a la Edad Media, al espíritu guerrero y heroico, a la Iglesia Católica (de hecho a cualquier manifestación espiritual tradicional y seria) y al noble orgullo de nuestra cultura hispánica. En nombre de un humanismo libertario, unos derechos idealizados hasta llegar al ridículo solidarismo con animales y plantas, se lanza a la perrera más oscurantista y parcial que jamás existió.




DOS EJEMPLOS: 1. Ideología y Partidos. Se trata de presentar a estos como agrupaciones de fuerza política, desprovistos de aquella, a la que se pinta de algo malo, perimido, que ya no se debiera usar, cuando no es más que el alma y la justificación del uso mismo de la fuerza política. Una articulista (de mi apellido) de este periódico publicó hace poco un esclarecido artículo al respecto, despejando la idea de que la misma fidelidad de los funcionarios y miembros de los partidos no puede sino reforzarse en la medida en que exista una clara ideología, vivida y practicada, pues lo contrario favorece la confusión y la defección. 2. Decadencia de la Iglesia. En primer lugar: se exagera, se miente y se evita comparar con otras, restando así una reflexión saludable y equilibradora. Se evita mencionar los gigantescos hechos civilizadores y la actual labor que realiza, pese a toda una cascada de múltiples ataques. Aunque quizá la cara más oculta es la triste y para muchos sorpresiva constatación que la prueba más dura que la Iglesia sufre –sólo explicable a nivel de “misterio de iniquidad” –es el insensato atentado del Concilio Vaticano II, que ante la vista “ciega” del mundo y “desde arriba” la ha socavado tanto.