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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

Entrada destacada

¿DE QUÉ ESTAMOS HECHOS?

    Contrariamente a la moda en boga de los medios, los presentadores y buena parte de la red, que se pretenden mesurados, línea media, ...

sábado, 29 de septiembre de 2018

UNA OCASIÓN DE ARENA -NOSTALGIA DEL FUTURO


Con base a un acto histórico, cimero y valiente, se atropellaron en mí una serie de sentimientos y reflexiones. Por un lado degusté el significado enorme de la información que allí se estaba dando, a la par del testimonio personal del principal protagonista de la rememoración fundamental que se estaba haciendo; todo ello unido a la emoción de compartir, sufrir y recordar… pero también a la convicción de trasladar ideas, críticas y sugerencias dentro de un momento histórico en el que, callarlas, sería ya una defección.
Llamo “nostalgia del futuro” al anhelo de tener una esperanza a realizarse.



D´AUBUISSON PROCER NACIONAL


NOSTALGIA DEL FUTURO

   Ayer, 27 de setiembre de 2018 se dio una interesantísima e importante presentación en la sede del partido ARENA. He de mencionar que tengo mucho de no acercarme a mi más querido partido, al que es imposible dejar de amar, pese a todo. Digamos que se trataba, ni más ni menos que de…
   La sesión del Congreso de los Estados Unidos de América, en la que los congresistas debatieron sobre la responsabilidad que el Mayor  Roberto Daubuisson Arrieta pudiese haber tenido en el asesinato de monseñor Arnulfo Romero. Como invitados especiales en tal sesión se encontraban el embajador de E.U.A. en El Salvador, Robert White y Ricardo Valdivieso –como testigo de descargo, por decirlo así –a los que se les realizaron varias preguntas sobre el particular.
   Como resultado conclusivo, después de consultar a varias fuentes y a la comunidad de Inteligencia el resultado fue que no existía ninguna prueba fehaciente que el citado Mayor estuviese involucrado en absoluto en el crimen. Hubieron preguntas y repreguntas de varios participantes, destaco las contradicciones y liviandad en que el embajador White cayó, descubriéndose que los calificativos más odiosos estaban tomados al vuelo de cierta prensa, sin demostración alguna de respaldo; por otro lado la hombría de bien y el talante de Don Ricardo Valdivieso quedaron patentes.
   No puede caber duda alguna de la importancia de la documentación expuesta en larga y seria relación de los hechos de esa memorable sesión. Se sigue de suyo que esta documentación es fundamental para sostener la dignidad, no sólo de Roberto D`aubuisson, sino del partido en su totalidad. De su peso es hacerlo del conocimiento general e incluso de la ciudadanía. No es algo que pueda tomarse superficialmente, es básico y es un deber para todo nacionalista, dado que las campañas de desprestigio afloran bajo la provocación de los vendepatrias de siempre y de otros retoños alzados.
   Lo triste puede consistir en que una parte sustancial (o casi todos) los responsables de colaborar en la distribución de este material faltaran, el que entre los presentes se tomara ligeramente, con cierto fastidio y control del tiempo la híper importante información que se les estaba dando y que incluso no supieran medir los alcances de la misma. Horrible pecado mayor. Queda disculpado del todo quien en vista de todo ello transparentara una sainte cólere –santa cólera –por tanta ignorancia y dejadez. Todo esto motiva a un análisis, por doloroso que fuera, de lo que pasa.
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·        El deterioro de nuestro gigante nacional no puede ocultarse. Sería como intentar tapar el sol con un dedo. Ha recorrido una gloriosa marcha, con sus altibajos como todos, pero pareciera que ha llegado ya a su apocalipsis final… Y yo digo que si el análisis en sí parece certero, no lo es, es decir, no del todo. No todo está perdido.
·        Esta aseveración se sustenta en que todavía queda un importante núcleo de personas de gran valía, baluartes no sólo de un pensamiento ideológico fiel a su constitución, sino que también de estatura moral prócer en todos los aspectos y, por demás con experiencia y capacidad probada. Si esto es cierto, ¿por qué ocurre, pues, la decadencia que hemos señalado?
·        Porque 1) lentamente, en la medida que se creía conjurada la amenaza de la agresión revolucionaria, se fueron bajando las guardias y, muchos luchadores de la primera hora se retiraron –a veces parcialmente –a sus ocupaciones, no siendo reemplazados por otros de similar valía sino cada vez por gente más ambiciosa que patriota –se cambió al compañero por el servidor; 2) igual, poco a poco, el pensamiento generoso nacionalista se fue desplazando por un liberalismo cada vez más exacerbado que produce al egoísta y a la ascensión de un mercantilismo cada vez con menor sentido social; 3) finalmente, aunque era de esperarse dados los puntos anteriores, se fueron colando a todos los niveles los incapaces y corruptos que naturalmente medran en la descomposición. Otras causas, ahijadas, fueron cierto populismo, excesos de compadrazgo, aumento de los círculos cerrados (vacas), aprecio desmedido a “técnicos de comunicación y propaganda” que desplazaron el pensamiento más serio de quienes debían estar dirigiéndolos a ellos y como colofón se extendió el vergonzoso rubro de la deslealtad y falta de apoyo a los luchadores de siempre, absorbidos por lacayos pagados.
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GRINGO VALDIVIESO - ARRIBA ARENA
   Si bien hay muchos derechistas de “pedigree”, de “hueso colorado” –o tricolor, o azul bandera, como sea –y gente de todos los niveles sociales e intelectuales, y de distintas generaciones que están dispuestos a librar aún la fuerte guerra que se necesita para evitar la catástrofe nacional, de hecho están cansados de caer en la odiosa y cínica invitación de votar por el mal menor, con la que tuercen el brazo y extorsionan a la gente honrada y desesperada. Si los buenos y valientes areneros como el “gringo” Valdivieso –y su bella hija diputada, Hugo Barrera, Portillo Cuadra, el “garrote” Larrave y casi todos los fundadores, varios buenos diputados y otros funcionarios medios se ponen de pie, al unísono y con decisión serían seguidos por otros tantos buenos derechistas, con los que lograríamos el impulso real que tanto necesita el gran Partido. De esto no cabe duda. Lo grave es que esta solución, así como es de simple es de difícil. Pero necesaria. Pensemos en nuestros hijos, también futuros, y en nuestros nietos.
   Un punto más. Desde hace mucho ha ido creciendo la “leyenda” (¿qué tanto lo será, habrá algo de cierto o será mucho?) de que tras, o arriba de los mandos supremos se encuentran un grupo de grandes y poderosos que son en la realidad los “dueños del partido”; esta aseveración tan delicada es del todo del provecho de la izquierda, sea verdadera, parcial o del todo falsa. Pensemos un poco. Si es falsa o sólo exagerada es penoso que no pueda neutralizarse puesto que es normal que existan influencias derivadas del peso económico, de prestigio personal, intelectual o social, cuyos consejos han de influir con fuerza en cualquier agrupación, siendo esto aceptable; lo que no tiene aceptación alguna fuera que se convirtiesen en un control total.
   Por otro lado, si en principio estas acusaciones fueren ciertas, esto es subsanable por tres vías: 1) Quisiera pensar que también entre estos “poderosos ocultos” habrá alguno que tenga aún su corazoncito y su cerebro. 2) Creo que la mayoría de ellos caerá en la cuenta de que su situación es insostenible y es inteligente cambiar. 3) La presión de la “vieja guardia”.

domingo, 23 de septiembre de 2018

CAMBIANDO EL PASADO


 

Desde hace tiempo surgió el “revisionismo histórico”, buscando datos e interpretaciones diferentes a la historia oficial; y aunque pronto fue aprovechado por historiadores que corrigieron la plana a los izquierdismos (en el más amplio sentido) luego fue retomado –como era de esperarse –por el enorme poder de la izquierda cultural, que han devuelto el golpe con creces. Reflexiona sin pasión.


  Aparecido en El diario de hoy el 26 de noviembre de 2006; comentarios adicionales al final, en color azul.
 

Reflexiones sobre Metapolítica

REVOLUCIÓN, OLVIDO Y CAMBIO.
                                                              Por Roberto López-Geissmann.




Falsificar el pasado es el método utilizado por la izquierda para producir el futuro.
Nicolás Gómez Dávila.

       Se ha acostumbrado a la gente a que piense que cuando se dice la revolución, así en artículo singular y determinado (en función de que hubiera UNA, o que al menos fuera LA principal) se piense en que se trata de la Marxista, la que tuvo lugar en Rusia el primer cuarto del siglo pasado y por extensión al pensamiento político o intelectual que antes o después se ha derivado de ella.
       Ello obedece a la intoxicación ideológica profunda de LA REVOLUCIÓN, pero la original, la mera-mera, la madre de todas y la más importante. Si hace pensar que la marxista es la primera y no un derivado sustanciado en ella misma, habrá ganado ya bastante al sedimentar en el humus histórico su espacio como normalidad, permanencia conservadora y hasta se permitirá una vaga idea de oponerse a la otra en pretensión de detener las ideas que en última instancia la “nueva” (marxiana) no ha hecho más que hacer rodar y que fueron producidas por “su mamá”. Claro, nos estamos refiriendo a la poderosa y mortalmente subversiva Revolución Francesa.


       Escandalícense, ríanse, rechácenlo si quieren... pero no lo olviden ¡analicen e investiguen! Pasó el tiempo en que en una columna como esta podía presentarse un razonamiento sustanciado sobre la anterior afirmación (asunto largo y denso), como lo hacía nuestro recordado mentor el padre Fuentes Castellanos. Baste dejar el banderillazo de que el desmontaje auténtico de la revolución no se puede hacer si no se desciende hasta la francesa. Trabajo que dejará un “plus” al intelectual que acometa el acucioso esfuerzo de hacerlo, pues lo proveerá de los instrumentos de desmontaje y la posesión invaluable de las ideas que aquella revolución (y todos los ismos generados por ella, incluyendo el marxismo, positivismo, liberalismo y otros) ha atacado y por lo tanto los elementos fuertes, sanos, poderosos y restauradores del Bien Común.
       El Olvido, buscado, sistematizado, machaconamente auxiliado con falsedades... lleva a sustentar un pasado distinto al real, con motivaciones, hechos e ideas diferentes, desapareciendo incluso muchas de ellas.... y dejando al ojo superficial una construcción basada en otras causas. Ejemplos tenemos abundantes, desde la visión de la edad media y la antigua Roma, hasta las Guerras Mundiales, Civil Española, de los Cristeros y las del siglo recién pasado, pasando por incidentes puntuales, todo ello interpretado en ausencia de elementos escogidos para que desaparezcan de la historia, dejando un panorama claro, simplista, maniqueo y... muy falseado.
La renuncia a construir nuestra historia y el olvidar a nuestros héroes es una defección.
       Desde otro ángulo el Olvido promueve cambios cuando elimina de la conciencia social una parte de la memoria histórica, aunque precisamente existan grupos que reclamen este trabajo, estos guardarán lo que quieran guardar. OJO, que no quiero significar que subrayen lo que quieren –esa es otra historia, real por demás –sino que dejen fuera de la relación de hechos a las gestas y personas que quisieran que no hubieran existido. Esto es fielmente realizado hasta por líneas llamadas derechistas, cuya formación escasa y desconocimiento directo de los hechos los hace menos cómplices que culpables de la falta de acuciosidad que todo verdadero nacionalista necesita.
       No es difícil determinar cuando el revisionismo, cambio de la historia, tiene un sesgo izquierdista. Si los acontecimientos heroicos (o los mismos héroes o próceres) son sistemáticamente minimizados, criticados y vulnerados en su moral o bien las gestas, fechas y acontecimientos más gloriosos… todo a su provecho y con insidia ideológica. Ahora borran todo lo que vaya contra sus intereses. Hay que admitir que buena culpa tienen los no marxistas por su obstinado silencio.
     Defeccionar es separarse de una causa. La causa es la salvación, desarrollo y potenciación de nuestra nación y todos somos soldados en ese ejército. El que defecciona deserta. Hay docenas de guerreros, de alcaldes, de humildes y valientes ciudadanos que hicieron historia; como además hay influencias de movimientos que se desconocen por completo y son acallados por todos. ¿Quiénes han oído del semillero de grupos originados en la heroica Santa Ana? ¿Quién sabe de los alcances estratégicos que tenían las mal llamadas “defensas patrióticas” y de cómo se impidió que continuaran? ¿Quién sabe de la red que se había formado con los paracaidistas franceses? ¿Creen ustedes que en la Universidad Nacional existían grupos organizados fuertes de pensamiento no conformista que se enfrentaron a las izquierdas extremas? ¿Y de la Operación Parusía? ¿Y del plan –malogrado –de realizar una mutación impresionante en el antiguo ORDEN? ¡Y hay mucho más! ¡Dios nunca muere!
       Los varios ejemplos de franca resistencia, organización y gestión nacional en defensa de la agresión integral del marxismo cultural y los poderes facticos del comunismo internacional indudablemente darán impulso, a través del orgullo y la esperanza, a una ciudadanía mal informada que cree que únicamente las izquierdas han tenido protagonismo en nuestra historia y que todas las derechas son “bueyes cebados” que sólo utilizaron su dinero y corrompieron a ciertos militares para, igual que el otro extremo, halar agua para su molino. Digamos que es cierto que algunas derechas son así… pero no todas; y sí hubo valentía e independencia de estos malos nacionalistas para dar buenas batallas. Eso fue así.


lunes, 17 de septiembre de 2018

El llanto sobre la Patria - CASTELLANI

PONGO A SU DISPOSICIÓN ESTOS BREVES PERO PROFUNDOS PENSAMIENTOS DEL P. CASTELLANI, COMPARTIDOS DE UN ENVÍO DE DANIEL LUBO.

Castellani y el llanto sobre la patria


Es para llorar el espectáculo que presenta el país, mirado espiritualmente. El liberalismo ha suministrado a la pobre gente –no a toda, sino a la que no ama bastante la verdad- una religión y una moral de repuesto, sustitutivas de las verdaderas; un simulacro vano de las cosas, envuelto a veces en palabras sacras.
¡Qué es ver a tanto pobre diablo haciendo de un partido político un absoluto y poniendo su salvación en un nombre que no es el de Cristo –aun cuando el nombre de Cristo está allí también, de adorno o de señuelo-! Se pagan de palabras vacías, vomitan fórmulas bombásticas, se enardecen por ideales utópicos, arreglan la nación o el mundo con cuatro arbitrios pueriles, engullen como dogmas o como hechos las mentiras de los diarios; y discuten, pelean, se denigran o se aborrecen de balde, por cosas más vanas que el humo…Una vida artificial, discorde con la realidad, les devora la vida.
Claro que en los truchimanes que arman todo el tinglado –y viven de eso- el caso no es tan simple: ellos saben que detrás de su “fe democrática” y su “moral cívica” se esconde –para ellos solos- el poder y el dinero; sobre todo el dinero. ¡Oh el dinero, el gran ideal nacional de los argentinos! “Hacer” mucho dinero rápidamente y por cualquier medio es la Manzana de la Vida: la Serpiente no necesita aquí gastarse mucho. Pero por lo mismo donde pecan, por ahí perecen. De mentiroso a ladrón no hay más que un paso; y de eso a todos los otros vicios, e incluso crímenes, medio paso. Pueblo de mentirosos y ladrones, bonita ejecutoria vamos a ganar en el mundo si seguimos por estos caminos. “Criadores de vacas y cazadores de pesos”, ya nos llamó Unamuno.
Dios los ha entregado al torbellino de sus vanas cogitaciones “porque no amaron la caridad de la verdad” –dice S. Pablo-. La verdad aquí es una mercadería despreciada; tanto que ni gratis la quieren y aun pagan para que los engañen. El mismo día dieron en Buenos Aires sendas conferencias un estudioso argentino que es un verdadero doctor sacro, ducho en la ciencia de la salvación y que habla “como los propios ángeles”, o poco menos, y Lanza del Vasto. El argentino que tiene realmente algo que decir a su gente –y para eso ha sido mandado aquí por Dios- tuvo doce oyentes; el diletante extranjero tuvo una muchedumbre, que acudió solícita, propio como los monos cuando les agitan delante un trapo con colorinches. Desdichado el pueblo que no reconoce a sus maestros; y más desdichado el que mata a sus profetas. Pero los maestros y los profetas son ahora los politiqueros (…)
El politiquero desea que le guarden “lealtad”, a él, incluso por encima de los propios hijos: del carnaval electoral y todos sus desdichados adminículos quiere hacer un Absoluto. Ese es su negocio. (…) Y es que en el fondo existe detrás de la mafia de marras una cosa más grave, que no existió en la antigüedad; y es esa herejía que mencionamos. ¡Qué diferente es la “democracia” de Aristóteles de la “democracia” de estas tierras! Las “ideologías” han ingresado a las facciones políticas –que teóricamente deberían tratar de los medios y no de los fines- dividiendo a los hombres en lo profundo, dando un cariz religioso a la “contienda cívica” e incubando verdaderas guerras civiles latentes –y no latentes- en todas las naciones; que tienen el implacable rigor de las guerras religiosas (…)
Un cura electoralero me inspira más repulsión que un cura concubinario; será que yo no sirvo para esto. Y todavía, si Dios no nos detiene, el clero argentino va a ayudar al tercer triunfo del liberalismo y la masonería en la Argentina –después del cual no se sabe lo que viene. (…)
No hay que engañarse: en el mundo actual no hay más que dos partidos. El uno, que se puede llamar la Revolución, tiende con fuerza gigantesca a la destrucción de todo el orden antiguo y heredado, para alzar sobre sus ruinas un nuevo mundo paradisíaco y una torre que llegue al cielo; y por cierto que no carece para esa construcción futura de fórmulas, arbitrios y esquemas mágicos; tiene todos los planos, que son de lo más delicioso del mundo. El otro, que se puede llamar la Tradición, tendido a seguir el consejo del APOKALYPSIS: “conserva todas las cosas que has recibido, aunque sean cosas humanas y perecederas”.
Si no fuera pecado alegrarse del mal ajeno –y más del mal de la Patria, que es mal de todos- una risa inextinguible como la de los dioses agitaría a todo hombre cuerdo ante el espectáculo del carnaval político con sus disfraces, oropeles, patrañas y gritos destemplados: en lo que ha ido a parar la famosa “democracia”, que como elissir d’amore, panacea de todos los males y “religión del porvenir” nos vendieron el siglo pasado, puesto que los argentinos estamos patinando todavía en el siglo de Fernando VII con música de Donizetti. Había un error religioso, una herejía, en el fondo de ese sistema halagüeño, el cual enseguida denunciaron los pensadores; error que lógicamente se ha desarrollado en diversas absurdidades e inmoralidades; para ver lo cual ya no es necesario ser gran pensador. Y hay gente que se ha vuelto pensadora por fuerza…en las cárceles de la Libertad.”

miércoles, 5 de septiembre de 2018

CON LA MÚSICA HASTA EL TITÁNICO FINAL


   
Aparecido un 17 de julio illo tempore en El diario de hoy. Al final agrego.
COMO LOS MÚSICOS
DEL TITANIC
                        
                                                 Roberto López-Geissmann

Quien quiera ahuyentar al diablo tiene que gritar mucho.  Goethe.

   Es impresionante e inolvidable la serie de escenas que en la película Titanic narran la estoica actitud de la orquesta del malhadado barco, la cual se pone a tocar justamente cuando ya no hay esperanza de que el “paquebote” deje de hundirse usque ad ínferos (hasta el infierno, o en este caso el fondo del mar). Lo hacen sentida y seriamente hasta el final. Una vista superficial lo calificaría de patético. Para efectos de este comentario es absolutamente irrelevante si el hecho ocurrió en verdad. Menos aún discurrir sobre los efectos que tuvieron en los desgraciados que naufragaron, o si fue realmente un acto de heroicidad… para mi es soberbio el talante que en todo caso mostraría. Veamos acá la metáfora.
   La nave que se hunde es la sociedad. El daño es irreparable, el “navío que ni Dios hundía” lo está haciendo él solito, alejado de Él. Sus pastores tradicionales han abjurado de su palabra plegando verdades eternas ante la gloria mundis, sus dirigentes temporales han mutado las sociedades de pensamiento y de acción (los entes civilizadores ideales que llamaron partidos políticos) en Sociedades Anónimas cuyo principal objetivo es el poder crudo y desnudo, mandar y seguir mandando para sostener a sus asociados. El capitalismo liberal era un joven crápula, irresponsable, egoísta y algo perdido; la revolución marxista era una masturbación intelectual ominosa que es la contraparte del gamberro citado, sólo que con disfraz astroso, peores gustos y cínicamente criminal, el otro peca por falta de conciencia y caridad, este por análisis estragado y visión sangrienta aceptada y propiciada. No se preocupe por el cuadro, lector, son ya historia.


   Si hablara del maridaje de las “extremas” a nivel macro y mundial. De cómo la manipulación de las “masas” es ya una supercarretera de gran velocidad. De cómo el proceso cultural de lo “políticamente correcto” es casi imparable y en el primer mundo produce injusticias y mártires a diario. De cómo cada vez hay más temas que no puedes tocar “ni con el pétalo de una rosa”. Si hablara… pero no lo haré, no lo estoy haciendo. Sólo hacemos gritos y música (twist and shout, como los Beatles) pues con “tantito” más nos echan a los perros y no soy obviamente ni Superman (¿o sí?), ni un santo, ni un millonario, ni un loco, tengo familia, he sido “escaldado” más veces de las que me he dado cuenta y, sin embargo… Todavía quedamos unos cuantos músicos, unos tocando de solfa y otros de oído, los que, con el agua al cuello, desequilibrados por la nave que escora, cansados y con miedo… aún seguimos tocando.

   
Agrego que actualmente la sociedad, el Estado y sus instituciones están por naufragar trágica y prontamente, ante la vista de tanto incauto que confunde el deslumbrador brillo de la blancura de la punta del iceberg con un pico montañoso, cuando no es sino la blanca calva de una calavera mortal que está por abrazarnos con los nuevos cantos de sirena, que no son un trompetazo de gloria sino un himno de muerte a la que nos llevan.




lunes, 3 de septiembre de 2018

¿EXISTE UNA ALTERNATIVA POLÍTICA?


   He sintetizado este artículo más de la mitad, siendo los destaeados en amarillo propios de este servidor.
   He comenzado a proveer conocimientos por lo que suele llamarse tercera posición, tercerismo, tercera vía, o nacional revolucionaria, aunque también tradicionalista, nacionalista, integrista y contrarevolucionaria, además de otras; poniendo en el mismo “cuchumbo” a opciones tan dispares que van desde la monarquía al populismo izquierdista, pasando por los diferentes fascismos. De hecho el punto común es abominar del sistema y de todo tipo de marxismo, aunque la verdad es que las soluciones llegan a ser muy variadas dependiendo de los principios a los que se acojan y derivado de ellos las simpatías y soluciones que dan.
   Téngase este por un tranquilo comienzo en el que iremos decantando teorías de todo sabor, para ir finalmente perfilando algo más específico

¿HAY ALTERNATIVA POLÍTICA?

Por Jorge Fuentes

   Veamos en primer lugar cuál es la oferta política del mundo actual. Por un lado se ven sociedades abiertas cuyo paradigma son los Estados Unidos. Por otro lado se ven sociedades cerradas: China e Irán serían sus ejemplos más característicos.



   A la sociedad abierta podríamos también llamarla democracia liberal. Aquí el reino de la cantidad constituye su esencia. La mayoría gobierna y la minoría constituye la oposición. No importa el contenido de verdad o falsedad que constituya los postulados de la mayoría, mientras sea mayoría esa será su única fuente de legitimidad para gobernar.



   1) Hay algunos que ven al enemigo tan poderoso que, sin una intervención sobrenatural, es imposible la recuperación de los Estados y las sociedades. Por lo tanto hay que resistir y salvar lo que pueda ser salvado a nivel de individuos, familias y de comunidades de familias. No habría nada que hacer en el plano de la política. Este punto de vista es apocalíptico y lo resumió muy bien el Padre Leonardo Castellani: "Tenemos que luchar por todas las cosas buenas que han quedado hasta el último reducto, prescindiendo de si esas cosas serán todas "integradas de nuevo en Cristo", como decía San Pío X, por nuestras propias fuerzas o por la fuerza incontrolable de la Segunda Venida de Cristo. "La Verdad es eterna, y ha de prevalecer, sea que yo la haga prevalecer o no"... "Dios no nos pide que venzamos, Dios nos pide que no seamos vencidos". ¡La Iglesia es eterna!, dicen los democratacristianos. La Iglesia es eterna en el sentido que Jesucristo habló; pero la organización externa de la Iglesia, digamos el Vaticano, no es eterna: esa organización ha sido quebrada y reformada muchas veces. Y la Iglesia será quebrada al fin del mundo. Lo que es eterno es el alma del hombre unida a Dios...unida a Dios para ser usada".
   Como dice Eliade: "Me dicen: hay que ser solidario con el momento histórico... Hay pues que responder, con la propia obra, de una forma u otra, al momento histórico en el que se vive. Sí, pero intentaré responder como lo han hecho Buda y Sócrates: superando sus momentos históricos, y creando otros, o preparándolos". No hay que confundir el realismo con la deserción: nuestro diagnóstico de la realidad tiene que ser realista, y si la realidad es mala, nuestra respuesta tiene que ser heroica, porque cualquier cesión en los principios, representa nuestra ruina. La crítica a los fundamentos de la democracia liberal debe ser tarea prioritaria. Sin esa crítica habríamos cedido en lo fundamental.
    2) Otros piensan que hay que actuar en el plano político para ocupar cierto espacio en el plano de lo público, aunque la influencia que se logre sea pequeña. Nunca hay que perder la esperanza de que una crisis coyuntural permita ganar posiciones y eventualmente conquistar el Estado.
   Como conclusión podría señalar que estoy más inclinado a favorecer la primera postura. Si esa es la posición correcta, la política actual debería ser mirada con gran desconfianza, por lo tanto, lo que debemos hacer es esperar en el Arca de Noé de la Tradición, que comience el último y aterrador diluvio apocalíptico.

POPULISTAS DE IZQUIERDA LATINOAMERICANOS -NADA QUE VER CON NUESTRA POSICIÓN