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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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sábado, 23 de julio de 2016

MATÍAS ROMERO ESCRIBE SOBRE FRANCISCO GAVIDIA

LA IDEA DE EL SALVADOR
EN EL PENSAMIENTO DE
FRANCISCO GAVIDIA


FRANCISCO GAVIDIA (1863.1955)


  Este es el título del último libro (98 págs.) escrito por nuestro Valor Nacional, Licenciado Matías Romero y publicado en noviembre de 2015 por la Universidad José MATÍAS DELGADO.
   Consta de tres partes: La Primera es un Prolegómeno de Filosofía de la Historia en que el autor, didácticamente da cátedra al respecto, extendiéndose casi la mitad del libro. La Segunda es una Introducción al Pensamiento de Francisco Gavidia, sobre esta obra en particular sobre todo; cada quien debe leer y hacerse su propia opinión al respecto. La Tercera es El Poema Sóter, de Gavidia, que para M. Romero es lo esencial para su análisis, en el que además se elucubra sobre el mestizaje. Dice en su última pag. "No hagamos del mestizaje un revoltijo ni una indigestión, o sea, ni un desorden ni un enfrentamiento. Lo peor es el enfrentamiento, la discordia interna y étnica, el indigenismo trasnochado contra el extranjerismo embelesado. Pongámonos en paz con nosotros mismos y usemos los dos pies para caminar".

   Como en la contraportada se expresa, hablando de la ignorancia de la cultura heredada: “Por esa ignorancia culpable de causar solución de continuidad lógica a la cultura nacional, convirtiéndola en una serie de intentos dislocados, como disparos al aire de francotiradores desorientados, nos exponemos a seguir cometiendo los viejos errores”.

   A continuación presento lo que sobre este autor publiqué el ocho de diciembre de 2009 en El Diario de Hoy. Después del artículo cierro esta crónica con un párrafo del sabio Romero, justo al final de este libro.


Patrimonios Nacionales Vivientes
MATÍAS ROMERO, EL GRANDE
                                                                                        Roberto López-Geissmann

    Nacido de cuna campesina humilde, en el norteño departamento de Chalatenango, el Grande Hombre al que dedico este comentario, es uno de los más grandes valores intelectuales del siglo pasado e indudablemente se cuenta entre la primerísima línea de intelectuales en vida con que cuenta El Salvador.
    Su educación y tendencias originales lo condujeron primeramente al sacerdocio, el que desempeñó durante varios años, comenzando allí una serie de estudios –con preponderancia del enfoque filosófico -que pasaron del Seminario Mayor a las Universidades, tanto nacionales como extranjeras en ambos casos, dominando muchísimas materias humanísticas, sin olvidar jamás el enfoque espiritual con fuerte componente católico. En determinado momento de su desarrollo integral, Dios le indicó que podía servirle mejor como padre de familia, formando un ejemplar hogar, procreando y educándolos a todos como unos profesionales de provecho.
    Pero este artículo no quiere reseñar un currículo, por demás imposible de sintetizar, admirable en sus logros concretos y en la cantidad de libros de diversas materias y estilos (como un auténtico polígrafo) que el estudioso y sabio académico ha escrito. No mencionaremos las conferencias, honores y puestos de alto nivel intelectual y político que ha obtenido. Los mencionamos alusivamente como dato obligado.
    Si la cultura es un hacer del hombre, una reseña de lo efectuado, un reconocimiento de sus mejores logros y la construcción de una memoria orgullosa y agradecida para los mejores, entonces no puede haber mejor lugar, que un espacio cultural para subrayar y recordar a los próceres –que no son muchos –que nuestro país tiene entre las letras y las altas elucubraciones filosóficas. No importa que el Alto Gobierno, las Academias y Universidades lo hubieren galardonado a su mayor nivel –como ha sido. Lo particular en esta ocasión es el subrayar dos atributos específicos de su grandeza de alma.
Amistad y Humildad
    La amistad, como un desprendimiento del Amor con mayúscula –que sabemos que equivale a Dios –es una cualidad que se suele tener como común pero que, igual que el buen sentido es diferente al sentido común, no se da con tanta calidad como quisiésemos; pues bien, don Matías, el Licenciado Romero, el filósofo académico, el brillante educador, el político honesto, el emérito hombre de letras tiene esa cualidad a grado tal que también imparte cátedra en ella: es generosa, persistente y sincera.
    Tal vez no habría que hablar de “humildad” si no fuera que precisamente no se da cuenta uno de que habla con un auténtico personaje, es un señor agradable, educado y culto; tan gente y amable que todavía se permite decir inmerecidas alabanzas a quienes no tenemos más méritos que seguir sus pasos. Esa es la auténtica cualidad humilde, ser parejo con todos, no tener una pizca de ensoberbecimiento (tan difícil que ha sido la tentación superior para los santos), sin una gota de aquel odioso magíster dixit –dicho por un maestro –en la conversación que tendría sobrada razón de esgrimir y que no lo hace, lo que creo que además de por su inteligencia lo hace por su instinto cristiano y su cariño hacia los interlocutores. Personalmente, aparte de todos los títulos, me enorgullezco de calificarlo como mi amigo.

MATÍAS ROMERO


Matías Romero cierra el libro sobre Gavidia diciendo:

   La situación actual de El Salvador es de un viraje de derecha hacia la izquierda, siendo lo peor del caso que no se atina ni qué es izquierda ni qué es derecha. A veces parece que los dos no son sino personajes concretos de ocasión con su nombre, su apellido, su fotografía mediática y sus intereses. Lo cómico es que las figuras de un lado se parecen a la del otro o intercambian sus máscaras. Hay derechos que se pasan a izquierdos o los financian y los izquierdos, cuando triunfan, se portan como derechos. Todavía no hemos salido del personalismo, del culto o del miedo a las personalidades, aunque a la vez se padece a fondo de carencia de líderes.

martes, 19 de julio de 2016

EL HOMBRE LIGHT

EL HOMBRE LIGHT

   El hombre light –ligero, superficial, sin peso, veleta, intrascendente –es un producto de gran profusión en la post-modernidad. Se produce “en masa y por empresa” y los que en esto se convierten no lo advierten, siendo tan grande su número que tiende a pensarse que es el “hombre normal y natural”, cuando realmente es su decadencia.
   Abajo presento tres artículos aparecidos el 12, 20 y 26 de octubre de 2009 en El Diario de Hoy. Posteriormente les dejo un “resumen del resumen” que Andrés Kleinman realiza sobre el interesantísimo libro del mismo nombre, del escritor Enrique Rojas.



EL HOMBRE LIGHT
                                         Roberto López-Geissmann

    Mi nietecito de dos años emite exactamente el mismo sonido de ¡yuu-juu! que una atractiva muchacha de casi treinta años. Los padres de un chico de veinte años, acomodados sin ser millonarios, que se encuentran molestos porque su conducta y estudios dejan mucho que desear, deciden darle el no merecido premio de un automóvil (usado reciente según el imaginario del buen padre) pero el jovencito se niega a recibir menos que un Ferrari o un Masseratti. Abundan los católicos que creen que es prácticamente lo mismo asistir a un culto evangélico que a una misa –de hecho no saben bien qué es esta. Un conocido empresario afirma que “la posición económica determina la toma de decisiones políticas”, y cuando se le dice que ese pensamiento es doctrina marxista tose y lo niega (de hecho desconoce prácticamente todo de ella y cree que es cosa de “intelectuales” y él está sobre ellos). Yo escuché a un estudiante –sin bromas, de veras – que, cuando un compañero le recomendaba que leyera “La Divina Comedia”, le respondió que mejor esperaba a que la pasarán en algún programa de televisión, que tal vez interpretaría Derbez. Dos amigos míos discuten un intrincado problema sobre la humanidad que implica desde lo teológico hasta lo político pasando por análisis filosóficos y culturales muy delicados; uno es un múltiple graduado y lector ávido, el otro –a veces –lee este periódico y jamás toca ni siquiera una revista, pese a ser inteligente; una pequeña concurrencia les da la nota igual a ambos –el conocedor lo hizo como un experimento para mostrarme cómo están los tiempos. ¿Qué es todo esto?
    Estas y cientos de escenas más son parte de nuestro mundo actual, no son sino productos auténticos de la Sociedad Moderna (¿el mejor de los mundos?) en los que no sólo viven, sino se reproducen cada vez más, y más fortalecidos y exagerados, este tipo de situaciones. Pasemos de la observación sociológica, a un análisis más antropológico que culmine en alguna reflexión filosófica, viendo al final que todo ello redundará en comprender un poco más lo que ocurre, que se nos escapa en el conjunto.
    Invito al lector a encontrar hilos conductores entre la casuística citada: la mujer con grititos de niña; el chico que exige en extremo sin derecho; los que no saben ni la “r” de religión –pero dicen actuar en ese sentido; el empresario ignorante que no sabe que no sabe; el estudiante que cree que Dante puede ser material de un programa de comedia mexicana y los que no distinguen en el valor que pueda tener un catedrático de verdad frente a un “maitro” que es un analfabeto virtual. Se ve claramente ignorancia, pero en quiénes no debería ser tanta; se ve irresponsabilidad e infantilismo, un deseo de permanecer en una eterna adolescencia y no asumir obligaciones; se nota confusión en discernir las notas reales para distinguir las cosas, con la consiguiente pérdida del sentido de autoridad o de reconocer capacidades… todo ello son las notas de un concierto que toca LIGHT.
    Sin que sea este el distintivo único, sino sólo uno de los distintivos superiores de la postmodernidad, ahondaremos sobre el significado de la Cultura Light y su encarnación social: los hombres y mujeres que son ávidos de apariencias, superficiales, livianos e intrascendentes, lo que no los exonera de ser pagados de sí mismos en su ciega estulticia (tonta necedad) y de las repercusiones políticas de esto.

       Parte dos

    Mencionábamos que, entre los rasgos distintivos de la Postmodernidad –o si prefieren, de la Modernidad misma –se encuentra la existencia del Ser Humano Light; decíamos que este espécimen, no sólo común sino robusto, reproductivamente abundante y creciente en número es una de las piezas más regadas, queridas y cosechadas por el ambiente. Consiste en el logro de que las personas sean livianas, ligeras, insustanciales, en sus pensamientos y vivencias, sin sedimento (es decir, sin peso específico), triviales, banales, intrascendentes… lo que quiere decir que no sólo se conforman, sino que apetecen, quieren, buscan, lo que es superficial y por encima –esto en el arte, en la cocina, en la lectura y todo lo que se considera hacer del hombre… cultura pues -, pero además también lo son en sus ideas, buscando lo más fácil, por encima y sencillo, vanagloriándose precisamente de ello.
    Ejemplo: personalmente yo tengo –entre mil otras -la carencia de apreciar la música clásica y detestar la opera… pero no me enorgullezco de ello, sé que es por mi falta de conocimientos musicales y podría eventualmente ser educado para “entrar” a ese mundo; jamás voy a denostar (atacar con desprecio) a los amantes de tales expresiones artísticas y callo mi falencia, como cualquiera otra, puede que no me avergüence, pero no la voy a esgrimir o enrostrar a otros sintiéndome superior por ser ignorante de eso… PERO  el LIGHT sí lo hace. Cataloga un libro serio, sea de temas sociales, morales o narrativa, como “babosadas” (por no decir otra cosa); él es fundamentalmente superior, aunque no lo diga con esas palabras, lo da a entender por los juicios que emite, derrumbando aquí y allá cualquier número de personajes, instituciones o ideas con una frase, una risotada o un gesto… y es aceptado y hasta seguido.
    ¿Cuándo y cómo se produjo esto? El cuándo se remonta a muchas décadas, pero se agudiza en los años sesenta, con altibajos que cada vez apuntan más alto. El cómo es múltiple: al cundir el pensamiento relativista (que induce a la falta de certeza en todos los órdenes); al irse desmoronando el principio de autoridad (desde los padres y maestros hasta los auténticos líderes morales e intelectuales de la sociedad); al tomar su puesto una serie de personajes absolutamente por debajo de la capacidad para reemplazar a los anteriores, como son artistas (incluso de bajo nivel), instructores, locutores, y de hecho cualquiera que tiene boca opina y –peor –pontifica sobre cualquier materia como un conocedor de primera, así sea de vinos, deportes, cuadros, política o religión. Claro que para ello han tenido que darse hechos históricos con repercusión hondísima de carácter político, cultural y espiritual; aunque en diferentes momentos todos han venido desarrollándose hasta un encuentro –nada fortuito ni casual, sino causal y lógico –en el carnaval de la modernidad. Veamos de dónde provienen, ya a nivel histórico.
    Son fruto de las distintas revoluciones acaecidas desde hace pocos cientos de años: la cristiana (en otras latitudes también otras religiones fueron golpeadas en su sentido profundo), la francesa, la industrial, la rusa (y su hermanita menor la mexicana),  la vaticana, la informativa o comunicacional  y las directamente obedientes a la globalización, en las que destacan la Nueva Era y el Gramscismo.

        Parte Tres

    ¡Qué lindo es poderse sintonizar con cientos de miles (masificación) sin exigencias mayores, ni en calidad, ni en intelecto, sin recriminaciones ni exigencias, sin atender ninguna moral más que el disfrute! Este es el plato servido para el hombre actual, el que se desplaza de la antinatural normalidad de una modernidad degenerante, a una cómoda cohabitación con la ignorancia disfrazada de progreso, que se regodea en el lodazal del hedonismo descontrolado, convirtiéndose así, de moderno en hombre light.
    Dijimos ya que las revoluciones de los últimos siglos han llevado a esta degeneración de lo que pudo haber sido un correcto desarrollo social. La única realidad para este mundo es compleja y su visualización general nos hace ver una multiplicidad de contenidos y seres, pero para todos ellos hay leyes que rigen su vida y sus actuaciones –sin que signifique que son especiales para cada uno. Lo mejor y puntero de nuestra ciencia no es revolucionario, no surge de las ideas presentadas por las mencionadas olas destructoras, sino posteriormente y a pesar (o en oposición) de ellas; así Planck, Bohrs, Heisenberg y otros, que han dado un horizonte nuevo a la física, señalando, todos ellos, la unidad fundamental del conocimiento, subrayando que la explicación del mundo pasa por relacionar materia y espíritu (dándole un afirmativo absoluto a la existencia de este). Cómo incitar, invitar y excitar al hombre Light hacia la consideración de realidades más lejanas de su ombligo, su coca o su… ¡difícil!
     Ser Light tiene implicaciones conductuales importantes y masivas, una ingeniería social que lleva a...
·        Desestimar la necesidad de buscar el conocimiento, porque es arduo y complejo… por lo que se cree que adscribiéndose a una o dos teorías de gran simpleza, si no reduccionistas, se sabe todo.
·        Se le da un poder desmesurado a la Ciencia (cuando el verdadero científico se cuestiona más) y, por comodidad, se considera que la “comunidad científica” (entelequia inexistente) es un baluarte organizado de moral, confiando serenamente en lo que nos diga a través de los medios.
·        Si no leemos, porque para empezar no nos gusta, no sentimos que haya que hacerlo más que en los diarios y “exagerando” alguna revista a los meses; si nuestro tiempo es más valioso y lo “cuidamos” para no asistir a conferencias culturales, espirituales o académicas, no tenemos más que: 1. Defender que eso es buena y suficiente cultura. 2. Sincerarnos y decir: que me importa.
·        Sin una conducta clara qué seguir (puesto que se supone todo es relativo –subjetivo), sin más convicción que el eventual castigo de la policía y la ley (a las que se aplaude por burlar); sin liderazgos institucionales, sociales y políticos prestigiosos que nos den una autoridad espiritual clara… se evidencia que se forma una sociedad sin solidaridad ni sentido, que va hacia el caos.

Conclusión: El Hombre Light –superficial, masificado y egoísta –tiende a crear una sociedad a semejanza. Es manipulado por toda suerte de intereses y cuánto más se cree, realmente menos es. Su tendencia política, siendo variada, tiene con todo un punto común, no importando si es neoconservador o se cree ser revolucionario: es definitivamente materialista. Y este es su pecado mayor y fundamental.

Algunos términos de apoyo al lector:
Nihilista: doctrina que mantiene que nada existe, es conocido o tiene valor.
Hedonismo: doctrina que propone el placer como único fin de la vida.
Permisividad: ser tolerante
Materialismo: doctrina filosófica que admite como única realidad la materia y niega la espiritualidad
Pragmatismo: corriente filosófica que mantiene como criterio de verdad las teorías científicas y el valor práctico de las mismas.

LOS DEJO CON EL RESUMEN CONDENSADO DE KLEINMAN SOBRE EL LIBRO DE ROJAS





Enrique Rojas es catedrático de psiquiatría en Madrid y director del Instituto Español de investigaciones Psiquiátricas; es autor de varios libros.

   Enrique Rojas en este libro expone una problemática que se da en el tipo de ser humano que habita en nuestra sociedad y las características de este ser. A la vez, intenta dar una serie de soluciones a este ser para que analice su situación, e intente cambiar para llegar a un mayor desarrollo de sí mismo, cambiando todo aquello que le está empobreciendo como ser humano.
   El hombre Light surge en la sociedad occidental y tiene una tetralogía nihilista basada en el hedonismo, consumismo, permisividad y relatividad. A ello opone la trilogía de amor, trabajo y cultura. Este ser es como su nombre indica un ser bajo en esencia, como las comidas propias del momento, aquellas bajas en calorías, en nicotina, sin azúcar, sin glucosa,..., es decir bajas en todo. No tiene valores, ni verdades, ni idealismo, solo se motiva por el éxito, el dinero, el consumo, el poder, pero todo ello sin demasiado entusiasmo ya que en el fondo no es feliz, porque le falta lo esencial de la vida , el amor, la cultura, la felicidad verdadera y no la momentánea.
   A pesar de que en el tiempo en que vivimos la información es masiva, podemos acceder a ella sin complicación, y podemos encontrar todo aquello que nos propongamos, podríamos decir, que esto aturde tanto al hombre light que le provoca un desinterés por todo, solo le interesa aquello que realmente le ocupa, su vida profesional, sin tener una visión más abierta e intentar una formación más amplia. Todo le da igual, se conforma con todo, lo importante es lo que opine la mayoría.

Las causales del triste hombre light son:

PERMISIVIDAD: Que es la tolerancia excesiva, exagerada, pasiva que admite todo. Base de trastocar todo por comodidad, como en el pacifismo
CONSUMISMO: Actitud de consumo repetido e indiscriminado de bienes materiales, no siempre necesarios. Sobre todo esto se da por el hecho de que cuanto más se tenga más importante se siente este hombre, y con mayor poder. Esto le da una sensación de liberación, de libertad.
RELATIVISMO: La realidad carece de sustrato permanente. Como bien dice el autor es el “todo da igual”, no es un esfuerzo por su parte de cambiar las cosas, es la sensación de vacío, de falta de ideales por los que luchar.
HEDONISMO: Es pasarlo bien a costa de lo que sea, mueren los ideales, hay un vacío en la búsqueda de sentido, y de una serie de sensaciones cada vez más nuevas y excitantes. Esto lleva como lo anterior al consumismo buscando algo que le llene como persona, pierde el norte e intenta encontrarlo de alguna manera, pero se deja llevar por el camino fácil.

   La narrativa se maneja como un texto sicológico de contenido sociológico, con aportes de filosofía con una forma de fácil lectura y citas interesantes.

 En síntesis Rojas opina:
Al hombre light le interesa lo material e inmediato aunque no le propina felicidad, no le interesa la felicidad completa solo el culto al momento (Carpe Diem), lo inmediato rechaza el conocimiento inútil que no tenga que ver con su profesión o su vida personal. Rechaza las humanidades, lo que no lleva a un fin material.
Todo ello crea un vacío moral no existen facultades espirituales, ni bien ni mal, elige un comportamiento automático dado por la masa, la masa que es una sociedad empobrecida espiritual y culturalmente ; el hombre posee un libre albedrío pero está condicionado por la sociedad y los poderes fácticos. Aquí influyen los MASS MEDIA, que son utilizados como manejadores de la sociedad, como medio de influirla, pero no de una forma positiva formándola sino como un elemento desinformador.
Todo es negociable en esta sociedad, todo se puede comprar para obtener la inmediatez que se requiere, pero lo verdaderamente esencial del hombre no se puede comprar, y esto es de lo que carece el hombre ligth, es decir de amor, felicidad, libertad, alegría, cultura.
Esto se observa diariamente se compran vidas, genes, políticos,... esto daña la dignidad de la persona, sus derechos y deberes humanos, pero para el hombre light vale la pena ya que consigue poder, fama, un buen nivel de vida y como la sociedad le apoya pues todo es justificable, cambia la justicia.
Todo es debido a que no hay modelos, no hay guías, solo lagunas; el hombre se entrega al placer rápido y momentáneo, nada es duradero, el compromiso es momentáneo. Los conceptos generales pierden su sentido, se cambian por otros más materiales, menos espirituales; Al sexo le llama amor, confunde liberalismo con libertad, bienestar por alegría,... Es un hombre individualista, con pérdida de moral de relaciones humanas afectivas.
Lo importante es el triunfo y para ello cualquier cosa vale (el fin justifica los medios). La libertad se vuelve menos metafísico, más sociopolítico, hoy día la libertad se relaciona con la variedad; para probar todo, para ver todo, pero sin fines espirituales. La libertad es la tolerancia consecuente y respetuosa, pero no hay que confundirla con la relatividad.
Lo importante es el triunfo y para ello cualquier cosa vale (el fin justifica los medios). La libertad se vuelve menos metafísico, más sociopolítico, hoy día la libertad se relaciona con la variedad; para probar todo, para ver todo, pero sin fines espirituales. La libertad es la tolerancia consecuente y respetuosa, pero no hay que confundirla con la relatividad.




Presento la cita de Rosa Montero: “Tengo la sospecha de que hoy vivimos mucho más aturulladamente que antes. Me refiero sobre todo a la falta de perspectiva sobre nuestra existencia. Me parece que galopamos por el mundo persiguiendo recompensas inmediatas: dinero, éxito, placer, y que, en mitad de tanta búsqueda agitada, no disponemos de una visión global de lo que somos.
Antes, en cambio, se diría que la gente aspiraba a cierto concepto final del honor; al diseño de una vida digna; a la construcción de la propia existencia como un todo. Siempre hubo personas totalmente empeñadas en enriquecerse y ascender; pero me parece que antes la mayoría tan sólo (¿tan sólo?) ambicionaba vivir una existencia entera. Esto es, una vida emocionalmente rica y sin traiciones de las que sus nietos pudieran enorgullecerse. Pero de todos es sabido que hoy los nietos no existen, o tal vez lo que ya no exista sea la continuidad de la memoria; esa memoria básica de sentirse heredero del pasado y precursor del porvenir; la certidumbre de pertenecer, pieza diminuta pero necesaria, a la cadena del tiempo. Ahora en las postrimerías del segundo milenio, vivimos instalados en la fragmentación y el caos (...)”


sábado, 16 de julio de 2016

Para conocer la verdadera historia de la Edad Media - Régine Pernoud.

PARA ACABAR CONLA EDAD MEDIA


Por Régine Pernoud



   Es un libro extraordinariamente luminoso, en el sentido que brinda claves para la mejor comprensión de la sociedad y de la esencia del hombre en la historia. Acometan su lectura y muchos tendrán a esta obra como un auténtico mojón, una señal de antes y después, en su desarrollo intelectual. La reseña que abajo aparece está tomada de un artículo de Alexis Hatman para Letra y Espíritu N°6, dado a conocer públicamente por Axel Castilla. ¡Pura gurmetería!




En esta obra la historiadora Régine Pernoud, conservadora de los Archivos Nacionales de Francia, pone en evidencia la falsedad de los múltiples estereotipos y “mitos” que durante casi cinco siglos han etiquetado 1.000 años de nuestra historia, los comprendidos por lo que se ha dado en llamar Edad Media. Basándose en el empleo de documentación histórica de valor indiscutible la autora demuestra, por ejemplo, cómo los siervos medievales gozaban de todos los derechos del hombre libre (podían casarse, fundar una familia, tierras, sus bienes pasan a sus herederos, ...) y que el señor no tenía sobre ellos derecho de vida y muerte; el siervo, eso sí, tenía que pedir permiso para desplazarse fuera de los dominios feudales o cambiar de actividad, pero esto se explica, según la señora Pernoud, por los imperativos agrícolas y sobre todo la estabilidad necesaria que implica el cultivo de una tierra, lo que por otro lado y a otro nivel, afectaban igualmente al señor, pues no podía vender, enajenar ni abandonar su tierra. Seguramente existen otras razones, de un tipo más profundo, como es la relación simbólica, luego intrínseca, de la casta campesina (los sudras de la tradición hindú) con la tierra, símbolo de la Substancia primordial, el siervo es en potencia lo que el señor feudal (kshatriya hindú) en acto, y esto en un ámbito determinado por el señorío: condado, ducado, marca, reino...

Otra idea preconcebida sobre la Edad Media que se deshace a la luz de los datos aportados por este libro es la de una mujer menospreciada, tratada poco menos que como esclava; el mentís lo proporcionan hechos como la actividad y dominio desplegados por mujeres como Leonor de Aquitania y Blanca de Castilla. La existencia de abadesas que llevaban báculo de obispo y ejercían un poder similar al de un señor feudal, la igualdad de voto entre la mujer y el hombre en las asambleas urbanas y rurales, el ejercicio de las más variadas actividades profesionales sin necesidad de presentar ninguna autorización marital... Igualmente queda claro que no fue una “época bárbara y miserable”, tanto por su legado espiritual, científico y literario como por la evidencia que nos ofrecen construcciones con la solidez y majestuosidad de las catedrales góticas y todo el arte medieval.
RÉGINE PERNOUD


La lista de ejemplos podría ser muy larga. Sin embargo éstos ya son suficientemente importantes como para hacer sospechar al lector avisado en la existencia de una intención bien definida de querer desfigurar hasta la caricatura diez siglos de nuestra historia. Pernoud demuestra cómo la confusión continua de fechas que atribuyen a la Edad Media hechos ocurridos en el Renacimiento (como la caza de brujas o el retorno de la esclavitud), las dificultades de acceso a las fuentes históricas y su confusión con las literarias y el vacío universitario al que se ha sometido este período, han favorecido la proliferación de ideas tales como que “hasta el siglo XV la Iglesia no admitió que la mujer tuviera un alma”, cuando se sabe que en la época cobra especial importancia el culto a la Virgen María, o el conceder carta de realidad a la famosa frase, supuestamente proferida durante la matanza de Béziers de 1209: “Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos”, cuando ya en 1866 quedó demostrado que no procedía de fuente histórica alguna. Ya en 1923 explicaba Guénon que este interés por falsificar la historia tiene como objetivo el hacer pasar por “progreso” lo que no es más que una desviación mental, eso sí, de magnitudes enormes en el Occidente moderno, y que lleva a la sociedad a una separación cada vez mayor de los principios que la han de regir, y que precisamente eran los que sustentaban a la Edad Media.


Marx equivocado y aún así triunfa... ¿Existe la derecha?

Recomendamos irrestrictamente el que se dirijan al sitio web DEBATIME –de Andrés Irasuste, en el que encontrarán docenas de interesantísimos artículos. El que mencionamos abajo no es sino uno de tantos que vale la pena leer.



Andres Irasuste – Por qué Marx estaba equivocado y aun así triunfa. ¿Existe la derecha?

11 mayo, 2016
“(…) en la mayor parte del mundo occidental hasta los más decididos adversarios del Socialismo reciben de fuentes socialistas conocimientos sobre una mayoría de temas sobre los que no tienen información de primera mano. (…) muchos de los que se creen decididos opositores de ese sistema de pensamiento se convierten de hecho en difusores efectivos de sus ideas.  ¿Quién no conoce al hombre práctico, que en su propio campo denuncia el Socialismo como “perniciosa podredumbre”, pero, cuando da un paso fuera de su campo, le brota el Socialismo como a cualquier periodista de izquierda?”
Friedrich Hayek: “Los intelectuales y el socialismo”.



   Con igual interés será el que vean el artículo del mismo intelectual uruguayo, apoyando una tesis de Agustín Laje, argentino al que me refiero en otra parte de este blog. El punto trata sobre El feminismo y su vínculo con la pedofilia en el que develan además cómo se están promocionando otra conductas como el incesto. Su link: http://andeninformativo.com.ar/noticia/386/en-defensa-de-la-tesis-de-agustin-laje-lo-que-ells-nos-ocultan-por-andres-irasus

EL LIBRO NEGRO DE LA NUEVA IZQUIERDA

EL LIBRO NEGRO DE
LA NUEVA IZQUIERDA

POR AGUSTÍN LAJE y
 NICOLÁS MÁRQUEZ

ESTE BLOG RECOMIENDA ENFÁTICAMENTE SU LECTURA

Los investigadores Agustín Laje y Nicolás Márquez acaban de lanzar en Argentina “El libro negro de la nueva izquierda”. En él  analizan cómo los movimientos pro LGTB y feministas, entre otros, representan la nueva lucha cultural que encarnó el socialismo del siglo XX. El manuscrito se sustenta en el estudio de unos 120 libros y otros tantos archivos y documentos de tal manera que nada quede librado al azar. 
¿Por qué el título del libro?
Hubo un excelente trabajo de investigación sobre la izquierda del siglo XX que terminó materializándose en un libro best-seller titulado “El libro negro del comunismo”. Los autores de este trabajo se propusieron mostrar las miserias y los genocidios de la izquierda del siglo pasado. Pero junto a Nicolás Márquez, interpretamos que de ninguna manera esa izquierda murió con la implosión de la Unión Soviética en 1991 sino que se reconvirtió adoptando nuevos marcos teóricos y novedosos arreglos estratégicos.
¿Entonces hay una nueva izquierda?
Sí, una ”nueva izquierda” que ya no busca movilizar a una clase obrera que entendió que el sistema capitalista da oportunidades para el desarrollo, sino que busca definir a los “sujetos” a partir de criterios culturales. “La ‘ideología de género’ es una de las armas culturales más potentes que tiene esta nueva izquierda”
¿Cuál es el discurso de este nuevo movimiento?
La izquierda antes estructuraba su estrategia en virtud de la lucha de clases, y hoy su lucha es cultural. Dentro de esa lógica, la “ideología de género” es una de las armas culturales más potentes que tiene esta nueva izquierda. Pero hay otras máscaras como son el indigenismo, feminismo, ecologismo, derecho-humanismo, homosexualismo ideológico, garanto-abolicionismo. Lo que nos proponemos, en una palabra, es desenmascararla y mostrar sus miserias.
¿Cómo se relaciona el movimiento revolucionario de mediados del siglo pasado con la ideología de género en este momento?
El marxismo diría que desde sus orígenes ya estaba mirando la cuestión de la mujer. Al menos desde Engels. No hay que olvidar que éste escribió un librito titulado “El origen de la familia, el Estado y la propiedad privada”, donde concluía que “en la familia el hombre es el burgués y la mujer el proletariado”.
Se creaba una suerte de identidad entre las luchas obreras y las luchas sexuales. Pero con una advertencia importante: la lucha de la mujer debería estar subordinada a la lucha de clases


Pero con el triunfo de la URSS la mujer no se hizo más independiente…
La revolución rusa y el experimento de la URSS mostraron que la cuestión de la mujer era independiente de la cuestión de la clase y que la cultura no era un simple reflejo de las relaciones de producción como pretendían los marxistas ortodoxos. En el libro he investigado las condiciones de vida paupérrimas de la mujer soviética, que lejos de liberarse, estuvo oprimida. “El socialismo no se construye más expropiando los medios de producción, sino expropiando la forma de pensar”
¿En qué momento se da el paso de una lucha de clases a una lucha cultural?
La afamada Simone de Beauvoir es un claro ejemplo de eso. En la conclusión de su célebre libro ‘El segundo sexo’ advierte que los cambios económicos no necesariamente traen cambios culturales y que las feministas deben dar una batalla cultural.
En Occidente es donde la lucha de clases empieza a transformarse en lucha cultural. El socialismo no se construye más expropiando los medios de producción, sino expropiando la forma de pensar, la cultura, los valores. Y aquí el orden se invierte. Una feminista como Sulamith Firestone terminará diciendo que la revolución feminista es condición para la revolución proletaria, invirtiendo a Engels. “Empiezan unos pocos desde la academia inventando ideologías y las van derramando a los medios de comunicación”
¿Es una transformación o una imposición dictatorial, como lo fue el marxismo en su  momento?
Es un proceso gradual; una revolución pasiva, parafraseando a Antonio Gramsci. Empiezan unos pocos desde la academia inventando ideologías y las van derramando a los medios de comunicación. Primero hacen un poco el ridículo, pero ante la falta de reacción y ante la subestimación, ese ridículo se va convirtiendo en opinión políticamente correcta antes de que nos demos cuenta.
Cuando sus postulados pasan a formar parte de nuestro “sentido común” y se vuelven “políticamente correctos”, los aparatos coercitivos del Estado protegen esa hegemonía con reprimendas a quienes la desafían. Ni hablar de las reprimendas no estatales, sino sociales. 
En el libro se comentan casos de personas que incluso han terminado presas, por ejemplo en Canadá, por haber discutido por Twitter con feministas.
¿Por qué tan poca oposición a esta ideología?
Porque las ideologías de la nueva izquierda siempre se inscriben en una dimensión de moralidad aparente, que se presenta ante el gran público como “la voz de la bondad”. ¿Quién puede estar en contra de reivindicar los justos derechos para las mujeres? ¿Quién puede estar en contra de que un homosexual viva su intimidad como lo desee? ¿Quién puede estar en contra de respetar el medio ambiente, de salvaguardad los Derechos Humanos, o de garantizar los derechos de los procesados? Pues nadie.
Pero la izquierda hace una distorsión de todas estas justas causas, para hacerlas funcionales a sus propios objetivos: atacar el sistema capitalista y los valores en los que éste se sostiene.
Pero, ¿son acaso todos las causas que defienden estas ideas tan dañinas?
El feminismo en sus orígenes demandó derechos políticos y civiles. ¿Quién podría estar en contra de esto? Nadie. Nosotros lo festejamos y lo destacamos en el libro. Pero mucho del feminismo contemporáneo pide excentricidades que atacan incluso las libertades individuales: legalizar la pedofilia (Firestone, Millet, etc.), obligar a los hombres por ley a orinar sentados (Partido de Izquierda Suecia); prohibir el fútbol en los colegios (País Vasco, España); prohibir los mariachis (grupos feministas en Colombia); prohibir video-juegos como Mario Bros (Anita Sarkeesian en Canadá); promover el lesbianismo como forma de “resistir al patriarcado” (Beatriz Gimeno en España); proponer “campos de concentración para hombres” (Julie Bindel en Inglaterra), etcétera. El libro está plagado de ejemplos.
Nuestro objetivo es mostrar la verdadera cara de esta nueva izquierda que, en principio, se nos presenta de forma tan simpática a partir de nuevas máscaras, entre ellas, el feminismo y el homosexualismo ideológico que abordamos en esta primera entrega.
¿Tienen un manual de acción?
No diría que tienen un manual. Existe un libro que considero muy importante en esta reconversión estratégica de la izquierda: “Hegemonía y estrategia socialista”, publicado en 1985 por Ernesto Laclau y Chantal Mouffe. Aquí ellos explicitan la necesidad de pasar de una “lucha de clases” a una “lucha cultural”, y mencionan de manera reiterada la necesidad que tiene la nueva izquierda de “hegemonizar” a grupos bien específicos: feministas, homosexuales, ambientalistas, indigenistas, etcétera. “No hay un ‘manual táctico’, pero sí hay una obra “estratégica” que traza con claridad la nueva forma que debe tomar la izquierda para no desintegrarse”.
¿Cuáles son sus métodos?
Sus métodos son bien variados, pero hay un hilo conductor que atraviesa a todos ellos: se trata de penetrar con un discurso de izquierdas a grupos “minoritarios”, “marginales” o conflictuados para asegurarse dos cosas. Una, reconstruir la militancia de izquierda. Otra, poner a esta gente contra el sistema, aprovechando su potencial conflictividad.
¿Y cómo lo hacen? Les crean un relato bajo el cual sus conflictos personales en verdad son un producto del capitalismo y los valores occidentales tradicionales, lo cual en muchos casos es bien paradójico y contradictorio.
¿Por qué es mentira?
Porque, por ejemplo, las mujeres jamás estuvieron mejor que en la cultura occidental (en el libro se exponen infinidad de datos al respecto); en tanto que los homosexuales bajo el comunismo fueron perseguidos y masacrados mientras las sociedades capitalistas les otorgaban el derecho a la intimidad, etc. “Es menester formar nuevos intelectuales dispuestos a meterse en el lodo de esta batalla, dispuestos a ser etiquetado de las peores maneras e incluso perseguidos”
¿Cuál es el fin último que busca el nuevo marxismo?
El fin último es el mismo de la izquierda de siempre: destruir la “estructura económica” capitalista y destruir la “superestructura” moral y cultural que está asociada a aquella. La diferencia es que mientras la vieja izquierda creía que destruyendo la estructura económica la mentalidad de la gente se transformaba por añadidura, la nueva izquierda cree lo contrario.
Concretamente el objetivo era modificar la mentalidad de la gente en primer lugar,  y por ello apuesta a una batalla cultural antes que por la lucha de clases que ya suena a museo de antigüedades.
¿Cómo desenmascararlo?

La nueva izquierda debe ser combatida en el campo en el que ella misma se hizo fuerte: en el campo de las ideas. Sin una batalla cultural será imposible derrotarla, porque su objetivo es precisamente la destrucción cultural. En este sentido, es menester formar nuevos intelectuales dispuestos a meterse en el lodo de esta batalla, dispuestos a ser etiquetado de las peores maneras e incluso perseguidos. Si llegamos a una situación como la actual, en definitiva, fue por habernos quedado callados durante mucho tiempo pensando que “la izquierda es cosa del pasado”.

viernes, 15 de julio de 2016

SALAZAR: UN HOMBRE REALIZADO - In Memoriam

SALAZAR: UN HOMBRE REALIZADO


Las líneas en azul son del día de subir este escrito. En medio reproduzco un artículo previo

   Cuando me senté para esbozar unas líneas de cariñoso recuerdo a este gran hombre de inmediato me topé con el problema de dilucidar cuál, de las varias características de su personalidad y su poligráfica obra mencionaría como la principal. Situación difícil habida cuenta que son muchas las ejecutorias del amigo y la calidad de las mismas. Sin embargo luego me cayó por su propio peso el rasgo principal –obvio que para los que tuvimos el gusto de conocerlo se nos evidenciará esto más que al resto, que acaso destaquen otro. Cómo no atribuirle SER UN HOMBRE REALIZADO a quien ha sido arquitecto exitoso de su vida íntegra. Desde su familia, su holgura económica, sus maestrías universitarias, sus varios y distintos escritos, tanto literarios como intelectuales, los méritos de los que fue acreedor, su capacidad de realización discursiva retórica (que es cuestión difícil y muy otra que la escrita), su calma ante la adversidad y el valor ejemplar demostrado en su larga y dura enfermedad, su sencillez –remarcable viniendo de una de las personas más dilectamente superiores en la cultura intelectual de todo el país –su capacidad de análisis de la realidad (desencantado como muchos de la triste coyuntura que vivimos), su incansable sed de conocimiento unida al gusto por la apreciación de la belleza artística –que tantas charla produjo y su areté, en el sentido griego de la palabra, VIRTUD como rasgo que realmente abarca toda la vida desde el punto de la excelencia y, en concreto, significa la vida buena tal como la puede llevar adelante el aristócrata.
   Quisiera agregar una anécdota que habla de por sí. Hace años en diciembre, en una residencia aledaña al Hotel El Salvador (llamado entonces así), viví una experiencia inolvidable, asistiendo a una conversación, entre Salazar y otro erudito, de una altura de tales quilates en la que pocas personas podrían siquiera seguirla –sin falsa modestia no me considero “tan botado”, pero los dos o tres que seguimos el diálogo (que duró horas, sobre variados temas) apenas si aportamos. En la charla pasaban las citas y elucubraciones de pintores, escritores, pensadores y sus ideas. Así era nuestro querido Luis.






DOS LIBROS DE
LUIS SALAZAR
                                                                       Roberto López-Geissmann

Publicado en El Diario de Hoy a 9 de noviembre de 2014.

Los sueños de los hombres constituyen una parte de su historia
y explican muchos de sus actos.  Marjorie Reeves.

Cuentos Fantásticos y poéticos
    Edición del autor, de 2014 – 167 págs. El nombre del libro es la descripción perfecta de lo que es, ya que es la mejor muestra narrativa del autor sobre el género de fantasía, escrito en prosa poética, cultivada casi hasta el gongorismo, pero sin llegar a él y acondicionando formidablemente lo universal con lo autóctono, que no es en todo caso la realidad “proletaria”, pero que no deja por ello de ser tan salvadoreña como la que más.
    Su fantasía se relaciona con insistencia en un esquema similar, aunque diferente en cada caso: el hombre cultivado (a veces un iniciado en ciernes, que no tiene conciencia de serlo) se relaciona con un personaje extraordinario –un auténtico iniciado, algunas veces con características sobrehumanas -, quien lo guía, a veces directamente o a través de claves o proporcionándole un libro extraordinario que contendría el culmen de la sabiduría; generalmente el protagonista (claramente al autor, a veces) participa o viaja hacia algún tipo de lugar extraordinario, luminoso física y espiritualmente –todo ello entre reflexiones filosófico-cósmicas.
    Casualmente el mismo autor me dio una clave interpretativa prestándome una enorme obra “Historia del Paraíso, de Jean Delumeau”, abundante en descripciones de lugares de belleza singular, aunando lo sensual a lo trascendente y exquisito, todo ello en clave esotérica y pleno de meditaciones filosóficas de Luis, al punto que el libro es sólo parcialmente de historias, siendo además de pensamientos del autor. Lo que nos hace atrevernos a aventurar que el arquitecto Salazar nos comparte su cosmovisión integral: el mundo-el hombre-la divinidad, en un mágico juego de imágenes, ideas, luz y sombras, por lo que vemos que su arquitectura no es sólo de esta tierra, aspira a modelos más allá de lo euclidiano, en una realidad sólo posible por él –como cada uno puede fabricar su paraíso –haciéndolo merecedor por su descriptividad, su imaginería barroca y sus pinceladas de fina estética de otro adjetivo: pintor de cuentos.
Bosquejos de un mundo perdido
    Edición de la Univ. Matías Delgado de 2014 – 74 págs. J. Conrad escribió: “Recuerdo mi juventud y aquel sentimiento que nunca más volverá. El sentimiento de que yo podría durar más que todo”. Es adecuado para adentrarse en unas Memorias en que el autor recorrerá su vida en Chalchuapa, Santa Tecla y San Salvador –en la col. Flor Blanca. Sus primeros años hasta despuntar su adolescencia.
    Muchísimo menor, este comentario sólo emitirá una opinión y una crítica. El autor nos falló. Apenas habló de sus años de niñez, dejando la adolescencia (que debe extenderla hasta la U. –creemos) y esta falla es dolorosa puesto que lo poco que contiene es absolutamente delicioso. El autor ha prometido enmendar este yerro escribiendo una continuación, de merecido comentario.
   En mi lejana juventud, en la colonia Flor Blanca, fui amigo de Jaime (R.I.P.) y Luis era el hermano que mirábamos con el respeto de sus años mayores –mucho después lo conocí mejor, siendo invitado varias veces a su programa televisivo “Debate Cultural”. Igual durante años impartí clases en nuestra querida “Matías Delgado”, en la Escuela de Artes Aplicadas, bajo su dirección.
   Graduado en Alemania. Políglota. Catedrático y Académico –de los de a de veras. Escritor polifacético. Arquitecto y conocedor profundo y fino de las Artes. Director Universitario de Altura (Secretario de la Junta Directiva de la U. Matias Delgado, además de Decano de muchos años). Buen amigo ¿qué más? Aplicase a él esta frase favorita de Vigny:
“Una vida lograda es un sueño de adolescentes realizado en la edad madura".