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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

Entrada destacada

¿DE QUÉ ESTAMOS HECHOS?

    Contrariamente a la moda en boga de los medios, los presentadores y buena parte de la red, que se pretenden mesurados, línea media, ...

viernes, 5 de febrero de 2016

EL DESEMBARCO, DE JEAN RASPAIL





Jean Raspail: visionario del actual problema de la inmigración masiva descontrolada – Las siguientes líneas son un extracto del artículo completo de López-Geissmann h.

 

 


No hay nada más estremecedor que la crudeza de la realidad, cuando en ella se viven las escenas que en la narrativa dramática o trágica apenas parecen restringirse al campo de la imaginación literaria o a hipérboles oscuras y pesimistas de la posibilidad  de futuros cercanos con presagio de caos. 

 No es mi propósito aquí comentar el libro, sino dejarlo como referencia que vale la pena revisar. Desde una fuente literaria, que no obstante, aborda temáticas que son más actuales en nuestros días que en los de su publicación. 

LAS SERIES DE TV DE LOS AÑOS 50-60-70 -LOS COWBOYS-




Las series televisivas de “vaqueros” han tenido su época de oro en los años citados, rememoremos un poco y reflexionemos otro tanto sobre sus contenidos excelentes.

    Originalmente pensé únicamente hacer memoria, dejando volar la imaginación por aquellas series de los años dorados de muchos que seguíamos varias de las mismas. Me parece válido hacerlo. Recordemos a:
1.- Las más antiguas, casi todas se quedaron en blanco y negro; muchas de media hora. Como son… …

El Cisco Kid… El Jinete de la Pradera… Rin-tin-tin… El hombre del rifle… Bat Masterson… Lawman… Eran tres de caballería… Johnny Yuma el rebelde… Siguiendo el rastro… Arreo (Látigo)… Revólver a la orden… El llanero solitario… entre las principales.
2.- Luego tenemos ya las de una hora o poco más, ya en color (algunas empezaron en b/n); citaremos…

EL HOBBIT - UNO. Una aventura inesperada.



EL HOBBIT UNO

                                                    Publicado en “El Diario de Hoy”, en abril de 2014.



La violencia no basta para destruir una civilización. Cada civilización muere de la indiferencia ante los valores peculiares que la fundan. Nicolás López Dávila.

    Hemos escrito con entusiasmo un artículo sobre cada una de las tres partes de El Señor de los Anillos –la trilogía literaria de J. R.R. Tolkien –cuando aparecieron como extraordinarias y bien adaptadas películas, en mi opinión, de la monumental saga que leí por primera vez en los años setenta y por segunda hace pocos años. Como sabemos, El Hobbit no es una trilogía, sino un solo libro, mucho menor en extensión del otro (y también en valor literario); se ubica en el tiempo justamente anterior a la referida saga, y narra las aventuras del tío de Frodo Bolsón, Bilbo, el que arrebató el anillo de poder a Gollum.
    Destacaremos tan sólo un rasgo particular, importante, notable en esta su obra. Habrá que avanzar igualmente que en toda obra de fantasía, si está bien hecha, ha de encontrarse una simbología trascendente que abarca desde toda una evolución estructural del mundo hasta las representaciones sagradas, numinosas, y elevadas del imaginario colectivo y la experiencia mística individual. Lo extraño, lo poco común y fuera de la historia, lo irracional e ilógico incluso, opera paradójicamente  como herramientas para enquistar la más comprensible conducta dentro de la interacción de criaturas, no ya fantásticas, sino del todo pedestres, como el hombre de hoy y siempre. Veamos…

CULTURA Y CONTAMINACION




   Normalmente al hablar de contaminación nos referimos a la ambiental, pero deducida de la degradación del ecosistema biológico, tanto animal como vegetal e incluso el de los recursos minerales, pero poco hacemos mención de la degradación del hacer del hombre, si no es que lo referimos al mismo hacer en referencia a una cultura de destrucción del ambiente; todo esto es correcto y estamos de acuerdo. Ahora, sin embargo el tema será la contaminación directa de nuestro hacer como cultura de nación, que nos afecta en la identidad cultural, que nos degrada en lo moral, que afecta nuestra misma personalidad y hasta rebaja la percepción de los extranjeros.

    En vez de articular pensamientos presentaré una imagen de lo que denomino una triste y generalizada usanza de nuestro pueblo, que no se aminora porque sea un efecto de uso universal:

SOBRE GUERRA, GUERREROS Y HEROISMO. Para molestar al burgués.




APOLOGÍA DE LA GUERRA
 
    Estemos claros que en principio, el Estado de Guerra como tal, no puede verse sino como un agobio, un pesar y una desgracia propia de la situación imperfecta del ser humano; es triste, rechazable y debe buscarse animosamente evitarla hasta donde sea posible. Nadie sano será un auspiciador de la Guerra.
    De hecho se encuentran ingeniosas y atractivas frases que auspician la violencia guerrera –La guerra es padre de todo (Heráclito). Es cierto que para un carácter bien plantado, valiente y heroico le son queridas. Compartimos y tienen razón… en su contexto y para plasmar una cierta imagen idealizada, correcta desde el punto que ya se dio el hecho detonante, pero jamás servirán estas reflexiones gloriosas para pretender que, de por sí, es bueno guerrear, y que tampoco lo pretenden. Finalmente, digamos que, frente a otras actividades y con la justa cólera de oír la cantinela cansina de tanto individuo que no busca sino evadir a toda costa su deber, a muchos nos dan ganas de enrostrarles algunas de ellas, viéndonos espada en mano contra tanto cobarde, tanta alma pobre y tanto emboscado. Pero no. Toda persona medianamente pensante, responsable y con fundamentos morales bien puestos –como dice el código civil (con base al romano) “como un buen padre de familia” –sin duda no simpatizará con una situación de guerra; algo más, quien más legítimamente tiene que rechazarla es el militar, en cuanto auténtico guerrero, ya que estar dispuesto y buscarla porque sí son dos cosas totalmente distintas. Eso sí, cuando deba hacerse se hará, y entonces hay que hacerla bien.
    Parece mentira y no deja de sentirse un tanto absurdo el tener que aclarar una cuestión de sentido común. Y es que hemos llegado, después de años de propaganda por todos los medios, a tener que justificar lo evidente: el hecho de que la legítima defensa es un derecho natural de las personas y de las naciones. Nadie en su sano juicio vería mal que un hijo de vecino se defienda a sí mismo o a otra persona atacada arteramente. Lo que ocurre en el plano personal con meridiana claridad es similar al hecho grande y triste de la guerra; en todos los casos lo es, pero eventualmente es un estado de necesidad, un hecho a enfrentar y un deber. Quedamos en que filosóficamente no debe desearse, pero cuando se impone debe asumirse. Veamos.  

DOS NOTICIAS RECIENTES EN EL SALVADOR





GUERREROS OLVIDADOS
-Honrando se honra y nobleza obliga-
                                                                                       Aparecido a finales de 2008 en EDH.
    Es penoso tener que presionar para recibir lo que se merece. Un grupo político jamás debiera recordar a su dirigencia que es una obligación de honor el recordar, honrar, agradecer y apoyar a los luchadores de la primera hora, vivos o muertos. Es pecado de lesa honradez y agrio desagradecimiento la torpeza política de olvidar a nuestros héroes, a los que se fajaron, sacaron pecho y a los que en buena medida debemos lo que se ha logrado de bueno y  -de hecho –que son inimputables del todo de las falencias del sistema porque nunca han estado con poder, o muy marginalmente en el mismo.

CULTURA DE VIOLENCIA







   Pocas concepciones se muestran más confusas en las percepciones actuales, que las que derivan de las ideas de los términos Guerra, Paz, Combate, Agresividad, Violencia, y sus correspondientes acciones, que se entienden como un entorno de creencias y haceres que  se entienden como Culturas de… las anteriores. De hecho, una visión del mundo pretende explicar integralmente las organizaciones sociales, los valores, los hechos del hombre, sus cambios en la historia como una explicación coherente: la violencia como partera de la historia. Las confusiones provienen de la mezcla de cosmovisiones en pugna.

EL POR QUÉ DE LLAMARSE ARCISTERIO






CONJUGA DOS CONCEPTOS QUE DESARROLLAREMOS:
EL ARCA Y EL MONASTERIO



ARCA. No hay otra Arca que la de la Biblia. Con su conocido elemento conservacionista: unir a todas las variedades de seres vivientes de la creación para que no perezcan, ello conlleva que sea en parejas (yin –yan) para asegurar la función reproductora, fundamento de la vida misma. Una creación de fe, puesto que la amenaza de perecer por un diluvio se perfilaba de proporciones absurdas; allí sólo el creer en lo no evidente y trabajar consecuentemente conduce al gigantesco trabajo representado por la empresa del Arca. Aunque es también un resultado salvífico el buscado. En un Arca se refugia del vendaval exterminador, todo lo que deba ser conservado para sostener la creación y, aunque no se mencione, preservarla de la ya creciente decadencia que también apunta a su destrucción, por otro lado. Apuntemos que genéricamente es también un cofre (sagrado o no) en que se guardan objetos del más alto valor –recordemos el Arca de la Alianza –y hasta la figura jurídica del “depósito en arca cerrada”, conllevando siempre un resguardo de lo valioso. Específicamente en nuestro caso: un refugio de la naturaleza, libre de los embates de las aguas -siempre el elemento acuático se ha tenido por preservador de la vida, pero también disolutor, pues aunque limpia, arrasa.

MONASTERIO. El Monasterio es un lugar de recogimiento físico, en el que se busca concentración, para logros espirituales y/ó religiosos, para lo cual se suele construir en lugares apartados, que brinden tranquilidad a los sentidos, provean belleza al ánimo y una relativa seguridad al cuerpo. Sobre sus disposiciones arquitectónicas, organización interna y reglamentos se pueden escribir muchos artículos; plasmaremos más abajo las características que consideramos esenciales. Más allá de la precisión de ser católicos y medievales –que conocemos mejor por formar parte de nuestro legado cultural y civilizatorio –los Monasterios han formado parte de un imaginario colectivo, de una necesidad espiritual e incluso de un complemento práctico muy vital y hasta de seguridad, en todo el mundo. Así, tenemos en Europa, Asia, América, y prácticamente el mundo entero. Los hay católicos romanos, ortodoxos, budistas y de otras denominaciones.