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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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miércoles, 9 de septiembre de 2020

REVOLUCIÓN TOTAL CÓSMICA Y CONTROL SOCIAL GLOBALISTA - De una entrevista de Patricio Lons a José Luis Uribe Fritz

REVOLUCIÓN TOTAL CÓSMICA

 Y CONTROL SOCIAL GLOBALISTA

Para arcisterio, de Roberto López-Geissmann

El título se lo ha dado López-Geissmann 

JOSÉ LUIS URIBE FRITZ


RESUMEN DE UNA ENTREVISTA DE PATRICIO LONS

HECHA A JOSÉ LUIS URIBE FRITZ

 

Nuevamente presento una síntesis enjundiosa de lo dicho por el analista político chileno J. L. Uribe Fritz. Uniré a sus filosóficos razonamientos los míos propios –con letra azul los míos –para que, como actualmente permite la técnica, poner a cantar a través de la distancia y el tiempo a dos voces distintas, aunque similares. Aprovecho además para felicitar al intelectual y entrevistador argentino, doblemente Patricio Lons.

   Cita José Luis a Fidel Castro, diciendo este que habrá que cambiar lo hecho en su reciente revolución, relativo a la Iglesia Católica, y afirma -no textual –que ya no hay que fabricarles más mártires, sino crearles miles de apóstatas. Con ello queda claro que han seguido la nueva estrategia (gramsciana) por la que el uso de la fuerza –sin descartarlo en absoluto –se limita con más inteligencia, utilizando otros instrumentos (no por piedad humana sino por mera practicidad) que si bien requieren de mayor tiempo llegan a ser más precisamente destructivos de su objetivo final, como veremos.

   El politólogo Uribe Fritz indica el más que interesante hecho de que la clásica Vanguardia Revolucionaria del PC, teórica y prácticamente, ya no es lo que era antes; los conceptos, válidos en su momento para lograr una sinergia adecuada para la Revolución han dejado de tener ese privilegiado lugar. Sin desecharlos del todo, porque ello depende de cada situación particular, no son ya llevados por la élite del Partido Comunista y su Estado Mayor Profesional, sino que esta posición ha sido tomada, por influencia del genial Gramsci cambiándola por el nuevo modelo horizontal polivanguardista.

   No sigo adelante sin deshacer algún velo a la comprensión general porque el discurso no es básico, aun cuando es fluido para cierta altura. Digamos en primer lugar que debe tenerse muy claro el concepto de lo que es la Revolución.

   Ya que normalmente la palabra “revolución” se entiende aplicada con exclusividad para el marxismo en todas sus variantes, aunque de hecho esto no es así, no avanzo esta explicación por este lado, quedándonos –aceptando sin conceder –al marxismo normalmente conocido. Adopten las que quieran, incluso provenientes del liberalismo o de cualquier otro ismo, la realidad profunda del concepto es mucho más radical aún.

   Es por ello que puede decir Uribe Fritz que al buscar la Revolución un hombre nuevo, lo que busca es un cambio total del hombre, o la humanidad, lo que debe pasar por una deconstrucción completa (ver Deconstruccionismo, en especial a los franceses); esto conlleva el odio a todo lo tradicional (no sólo debe entenderse costumbre sino sabiduría ancestral) para que sobre las ruinas de lo que existe erigir su cosmovisión horizontal de homogenización completa y radical. Porque este concepto va mucho más allá de la Economía –nos dice.

   Añade que el odio visible es realmente contra todo, es la creación misma y al hombre como Señor de la misma lo que la violenta. Destruye la trascendencia (posibilidad de conectar o convertirse en algo esencialmente superior –como lo santo, negando toda divinidad) optando por la creencia a nivel de fe ciega (absurdo lógico) en la inmanencia (considerar el sistema que conocemos como realidad, agotado y cerrado por sí mismo, terminado ya –o por desarrollar un sentido evolutivo limitado y siempre pedestre). Es por ello que odia lo humano –que se dice material y espiritual –exigiendo que no se piense en nada más que en la emanación del disgusto, cuando no odio, contra toda promesa que no vaya contra el paraíso “aquí y ahora” sin sublimación alguna. Tiranía de someter al mundo a una horizontalización brutal y eterna.

  El concepto de “Revolución” trasciende por mucho a la marxista –en todas sus versiones, incluso la gramscista misma –el corazón revolucionario se plasma con visualización histórica en la revolución francesa, aunque su verdadera naturaleza se hunde en la noche de los tiempos, unida a los ciclos históricos y la ruptura del sentido orgánico y telúrico de la sociedad. Es grande, totalitaria, completamente deshumanizante hasta la bestia racional, andrógina, movilizada por los bajos instintos y violenta.

   De esto deriva todo el esfuerzo de la revolución total y cósmica, de la que la francesa, la marxista, incluso la gramscista no son sino parte de ella. Darle vuelta a toda la civilización, cultura y valores es la verdadera meta. Por ello es imperativo aplastar, destrozar e invertir lo que ya existe.

   Habiendo entendido lo anterior se va aclarando el sentido que la nueva vanguardia ha estado adoptando. Con la meta múltiple la amenaza se lleva por varios caminos que rodearán a la sana, santa y sabia Tradición; se acercan por la podrida Ideología de Género con todas sus divisiones, en ataque contra la moral más elemental, la impunidad del asesinato más atroz y cobarde (el aborto), la destrucción de la familia, base de una Sociedad ya muy minada a su vez por teorías demenciales y francamente estúpidas en el plano politológico, socavadas la Ética y todo tipo de concepto autoritario, emasculada su voluntad a través de la interacción sinérgica entre el hedonismo y la propaganda integral. Así, todo tipo de cambios son totalmente aceptados y aplaudidos, dándole entradas a toda idea –con diferentes grados de negatividad –desde la música y el espectáculo, pasando por el veganismo, que esconde la aberrante idea de la igualdad con los animales, cuidando no aplastar a una hormiga, olvidando la cruenta muerte de los recién nacidos y la próxima defenestración de los ancianos.

   Todo ello crea una angustia, comprensible por demás, desequilibrando a una humanidad previamente desunida, alejada del concepto mismo de lo divino, aquejada de problemas específicos de todo tipo, confundida del discernimiento mismo del bien y del mal, puesto que se le inculca que no existen y que todo es relativo; se busca que no discriminen, cuando este acto este precisamente el esfuerzo de comprensión que nos puede llevar a justipreciar a los humanos y a toda la creación, siendo que no es una mala palabra, sino por el contario una de las claves del conocimiento completo y filosófico.

   Sin criterios de discernimiento, primero no se reconoce el mal, luego no importa si se reconoce pues es igual, y finalmente se lo conoce y se lo acepta.

Esta es la REVOLUCIÓN REAL A LA QUE NOS ENFRENTAMOS

   Siento la necesidad de insistir en que es sólo parte de la enjundiosa entrevista, y aunque lo mío va en azul, me he expresado con mi estilo propio en las partes que, con todo, he tratado de conservar en su esencia original.-