ADMINISTRA EL BLOG ARCISTERIO

Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

Entrada destacada

¿DE QUÉ ESTAMOS HECHOS?

    Contrariamente a la moda en boga de los medios, los presentadores y buena parte de la red, que se pretenden mesurados, línea media, ...

lunes, 17 de febrero de 2020

HÉROES, MEDIOCRES Y CORRECCIÓN POLÍTICA -De dos arts. de Vanesa Montacuto


HÉROES, MEDIOCRES Y
CORRECCIÓN POLÍTICA

Sobre dos artículos de Vanesa Montacuto
Comentados por Roberto López-Geissmann


   No es que desprecie mis capacidades, pero reconozco maestrías y considero que en la unidad de acción del combate intelectual a que nos debemos, la economía de la fuerza se impone. Esto quiere decir, que si alguien ya lo escribió bien ¿para qué repetir lo que está claramente expresado?
   Por otro lado hay temas que deben ser repetidos para que calen. Cubriendo ambos sentidos he decidido iluminar el ya muy fuerte faro de luz que representa la intelectual argentina Vanesa Montacuto. Mi labor es reducir sus excelentes trabajos en una síntesis arbitraria, agregando algunos grabados alusivos. Siempre la letra azul y subrayados son míos.

SOBRE HÉROES Y MEDIOCRES

   Nuestra amiga argentina, como persona de bien y bien nacida tuvo el prurito de publicar un mensaje de un salvadoreño que se dijo haber estado cercano al Mayor D´aubuisson, manifestando que no lo consideraba un héroe, y que además era un egoísta…pues para este caballero “los héroes no existen”. Luego la bloqueó. Apesadumbrada, con lágrimas de tristeza y decepción ante tanta ingratitud, “con mal sabor de boca”… analizó luego que tal declaración no era sino un manifiesto de la propia mediocridad del que lo dijo, comprendió que:
   Aunque pasen mil generaciones siempre habrá dos clases de hombres, con algunas graduaciones intermedias: los héroes y los mediocres y que entre los mediocres están los que desconocen su condición de tales, los que la sobrellevan sabiendo que no podrían cambiarla y los resentidos que al asir la realidad,, amarga para ellos se esfuerzan por darle a la mediocridad más “status” que al heroísmo y a hacer pasar a la condición que no tienen más remedio que soportar como a lo máximo que puede aspirar un ser humano… El mediocre pretende que la realidad no lo alcance ya que él solo quiere “vivir en paz”, es decir no mezclarse en nada que pueda hacerle perder la tranquilidad o la vida. Cuando estalla un conflicto social en la sociedad en la que le ha tocado vivir, grita destemplado que él no pidió ese conflicto, que se vayan a pelear a otro lado y que por más trascendente que sea lo que se discute, no le interesa, ya que al fin y al cabo, se trata de asuntos de intelectuales y a él se le pasa el horario de la novela de la tarde... todo sea tan solo con el propósito de que no se disturbe su plácida existencia. Pensamiento justamente asociado al concepto de burguesía decadente, egoísta, hedonista y pusilánime.
El héroe, como en efecto era el Mayor D’aubuisson, sabe íntimamente aunque no se la pase diciéndolo, que la vida es un regalo momentáneo que nos ha hecho Dios y que tarde o temprano, como sucede con las botellas de cerveza, “hay que devolver el envase”. Como Jim Caviezel en alta voz dijo en un bello discurso en nuestro Hotel Crown: No vivimos para siempre. Nuestras vidas no fueron hechas para transcurrir sin sobresaltos, sino para rendir servicio y creo que a esto último, el Mayor lo entendió con creces.
   ¿Egoísta nuestro Mayor? Mal puede ser calificado de “egoísta” quien eligió dejar la seguridad de su cargo militar, su salario y resignar la tranquilidad de su hogar para luchar, con futuro incierto por la libertad y dignidad de todos los salvadoreños; mal puede ser egoísta quien, en vez de disfrutar de la paz que le daba su situación optó por “complicarse la vida” saltando a la liza y debiendo escapar de inescrupulosos que querían matarlo debiendo dormir cada tres noches en un lugar diferente; no veo egoísmo alguno en un hombre que aun sabiendo que los calumniarían y a partir de allí le harían la vida imposible , asumió el riesgo de ir a la televisión a hacer saber a sus compatriotas cómo venía la trama de la conjura comunista internacional…porque a él no se le escapaba que lo llamarían loco y comenzarían a celarlo, a estudiar cada gesto que hiciera, a seguir sus pasos noche y día. No veo, por fin ninguna traza de egoísmo en un hombre que declina a la presidencia de El Salvador sabiendo dar un patriótico paso al costado cuando las circunstancias así lo demandaron.

ALGUNOS DERECHISTAS "POLÍTICAMENTE CORRECTOS" DIRÁN QUE NO DEBÍ CITARLO A ÉL

El Mayor D’aubuisson tuvo defectos… Solo Dios es perfecto. También es verdad que como todo ser imperfecto D’aubuisson cometió errores, pero el conjunto de su actuación es ciertamente admirable y heroica y merece nuestro reconocimiento… Si no agradecemos lo que el Mayor hizo para impedir que el comunismo se cobrase un país más en América Latina no nos estamos comportando como personas, sino como miserables y asustadizos ratones que solo se preocupan en conservar la vida cuando el gato aparece y corren sin ton ni son chocándose los unos contra los otros para ser finalmente devorados de todos modos.
   Hombres como él, hacen que no se sienta miedo de morir cuando la hora llegue y debamos volver a ponerle el pecho ante el fusil comunista. Porque esa hora, lo estoy viendo, se está aproximando y debe encontrarnos bien pertrechados, moral y anímicamente. Esos héroes, esos hombres como el Mayor D’aubuisson, logran que los mediocres que aceptamos serlo sin odio ni resentimiento, nos elevemos por encima de nosotros mismos, de nuestras propias limitaciones y digamos, donde quiera nos encontremos: “¡Aquí estamos, patria querida! ¡Por ti estamos dispuestos a dar la vida!”. Terminó bravamente afirmando nuestra Juana de Arco de América.

   “El político ambivalente afín a progresistas y conservadores; el profesor de universidad que ya no investiga, sino que rellena formularios burocráticos; el reportero que encubre los escándalos fiscales y hace ruido en la prensa amarillista o el artista revolucionario, pero subvencionado... El rigor y la exigencia han dejado paso al esquema carente de referentes que inspira esta crítica mordaz. Da igual si es el ámbito político, académico, jurídico, cultural o mediático: se mire por donde se mire, se constata el triunfo de lo mediocre”. Del libro de Alain Deneault “La Mediocracia”.

****
POLITICAMENTE INCORRECTO

   La autora se ha dado a conocer en El Salvador por su ya larga serie de artículos en torno a la vida de Roberto D´aubuisson Arrieta. Sin embargo encontramos en la temática de filosofía y cultura política elementos extraordinariamente lúcidos y bien dichos, a veces relacionados con la serie, en todo caso dignos de la mayor atención.


   Si hay algo que como extranjera me ha sorprendido al comenzar a estudiar el fenómeno del surgimiento de Arena (no se puede negar que se trata de un verdadero fenómeno ya que un partido de derecha logre llegar a la presidencia de un país a escasos años de su fundación y pueda instalar en la presidencia de una Asamblea Constituyente a su fundador a menos de un año de la presentación pública del instituto político es un record que difícilmente alcance otra agrupación de esas características) , es que Roberto D’aubuisson, el hombre que le dio vida, aparezca tan poco a nivel oficial en las publicaciones areneras. Por supuesto, se beneficia de alguna mención para la fecha de la fundación del partido y alguien, ocasionalmente trae a colación su nombre… pero poco más.
   Para muchos salvadoreños es chocante, como advierte Vanesa… el hecho de mantener el monumento al Mayor dentro de las cuatro paredes de la sede central de Arena en lugar de trasladarlo a un sitio público y que no se hubiesen movido los miembros del partido para conseguir nombrar a una calle de San Salvador Roberto D’aubuisson Arrieta. Posteriormente, se obtuvo la efímera nomenclatura de la calle San Antonio Abad con el nombre del Mayor, pero a poco, el mismo partido Arena se avenía a regresarla a su apelativo anterior, como una graciosa concesión -demasiado graciosa, a mi modesto ser y entender- al alcalde del FMNL por la capital, Nayib Bukele, triunfador en las últimas elecciones municipales.
   ¿Conclusión? Solo queda el Redondel D’aubuisson en la capital para recordar a un hombre que por El Salvador hizo tanto y que impidió, les guste a los bienpensantes o no, que el país cayera en manos del comunismo, como Nicaragua. A mí, por lo menos, me parece injusto… Los militantes areneros, el pueblo llano tricolor, se encuentra sumamente disgustado frente a este estado de cosas y exige se honre al líder como realmente se lo merece. Hasta ahora no ha obtenido respuesta. Porque la debilitación es ya extrema entre los mandos, que sólo temen y no actúan.


Sorprende visitar el canal oficial del partido en YouTube y encontrarse con contadísimos videos del Mayor, con poco y nada de material fílmico de sus discursos, presentaciones televisivas e intervenciones en programas periodísticos y con una ausencia casi total a excepción de un video – de factura bastante pobre, si se me permite la expresión y no ofendo- de referencias a la biografía de éste. Tal parece que el Mayor hubiese vivido en tiempos de los faraones egipcios y no se supiera casi nada de él, cuando murió en 1992 y debe haber muchísimo filmado, publicado y fotografiado sobre su persona. Los videos que puso Arena Oficial en YouTube son fragmentos entrecortados y a menudo inconexos entre sí, donde es imposible hallar un discurso completo del Mayor y mucho menos una intervención suya entera en cualquier programa televisado periodístico de tiempos de su vida pública…Y son prácticamente inhallables sus programas de 1979 a 1981, aquellas en las que denunciaba la complicad trama armada por el comunismo internacional desde Moscú y La Habana para intervenir en Centroamérica Mucho se ha hablado de estas presentaciones y es una vergüenza que hoy en día no puedan verse, pues en ellas está la génesis del futuro partido Arena. Apenas si aparece alguna aquí y allá, tristemente mutilada. Para la historia, esa omisión es imperdonable. Ni en los 20 años hizo nada esa gente por su líder, permitiendo, eso sí, poner nombres de izquierdistas a diestra y siniestra.
Ahora bien ¿Por qué conoce D’aubuisson el ostracismo en su propio partido político, en aquel que él levantó de la nada? Porque era políticamente incorrecto, porque decía verdad gustara o no gustase, porque no adulaba a los socialdemócratas lacayos del comunismo, porque no iba a decir que algo era blanco si a la vista saltaba que era rojo… No le perdonaron el no haber caminado entre dos orillas y afirmar sin rubor alguno que era de derecha y que disparara certeros dardos acusatorios contra quienes siendo su deber denunciar a los comunistas o socializantes, los amparaban. El Mayor no se moría por ser monedita de oro de todos y sin pelos en la lengua decía lo que hubiese que decir. Mala suerte si a algunos les sabía mal el trago. Sin embargo, no creo hubiese llegado jamás a imaginar que en su propio partido sería dejado de lado, o al menos bastante “convenientemente” olvidado.
   Después de la firma de los tratados de paz, los comunistas conocieron un innegable triunfo cultural y a eso ya no hay quien lo niegue. Y no solo en El Salvador. Las políticas de “reconciliación” impuestas desde el exterior en los años 90 en toda Latinoamérica y el mundo hicieron que, si bien en lo militar fuesen derrotados, los izquierdistas impusieran su cosmovisión. Las pruebas están a la vista… Partidos que antes se decían de derecha ahora alientan políticas socioculturales de izquierda y solo se diferencian de los comunistas en lo económico…Aunque cada vez menos. En un mundo en el cual ser un paniaguado ideológico merece aplausos, las figuras fuertes y veraces como D’aubuisson no gustan. Hay que enterrarlas en el olvido, deben desaparecer.
   Mientras tanto, la izquierda fanfarronea con sus consignas agresivas, impone como símbolo de su orgullo por haber sido asesinos y prepotentes el rostro del “Che” Guevara en cuanto lugar público pueda y reivindica la memoria de criminales comunes como si estos hubieran sido héroes o carmelitas descalzos… Si buscas en Google o You Tube, por cada cuarenta videos o entradas procomunistas se hallarán, como mucho, tres o cuatro favorables al Mayor.. Y generalmente muy mal concebidas.
Después de esta pequeña exposición creo que nos cabe reflexionar un poco: ¿Es de personas de bien el olvidar a un hombre que por su patria lo dio todo? El verdadero pueblo salvadoreño, aquel a quien tanto amó el Mayor, siempre lo llevará en su corazón, pero si no hay iniciativas entre los intelectuales de derecha para perpetuar su figura, solo se logrará que a  poco ésta se vaya desdibujando o quede de ella una imagen distorsionada y falsa. De acuerdo Vanesa, con un sesgo, de hecho puede existir –que no lo hay –un batallón de intelectuales, pero mientras no existan políticos valientes y correctos…


Todavía estamos a tiempo de impedir que este gran guerrero de la libertad sea asesinado espiritualmente por una “derecha”, a quien de tal, solo el nombre le queda ya. Con lo que queda clarísimo que este partido es muy distinto al que fundó nuestro héroe. Es perentorio hacerlo, porque bajo su bandera, bajo su nombre podrán luchar las nuevas generaciones por la independencia ideológica y moral de su patria. Y tal vez de Latinoamérica entera.


No hay comentarios:

Publicar un comentario