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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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lunes, 23 de diciembre de 2019

REFLEXIONES SOBRE SUN TSU


Leyendo y reflexionando sobre SUN TSU
   Quien no lo conozca busque en la red. Su libro magistral es El arte de la Guerra, que pueden encontrarlo en papel o virtual y hasta con dibujos. Ya existen incluso aplicaciones de su pensamiento para las empresas. He escogido algunas de sus mejores citas (como otras tantas) para su deleite cultural, con una breve aportación reflexiva en cada una de ellas.
   No deja de ser triste que el cáncer liberal de pensar todo en función de “negocios” aplique el enfoque economicista para absolutamente todo; aunque es más triste todavía que la masa haga a un lado el contenido específico de un conocimiento particular, como si ya lo supiera, para acudir babeando tras “lo que de verdad interesa”, que es hacer dinero… y más dinero.

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   Todo estudioso de la Guerra que no sea un enfermo mental o sociópata abjurará de ella, pues sabe bien lo terrible que es para el ser humano, pero no es la peor situación, por ejemplo la esclavitud es tan rechazable para la dignidad humana, que por la libertad la guerra se vuelve necesidad. Aunque una Guerra Prolongada –popular o no –se puede convertir en el agobio más espantoso que puede caer sobre una nación. Es por eso que otros Estados a veces las promueven, para destruirnos.


   “Los que consiguen que se rindan los ejércitos enemigos sin luchar son los mejores maestros del arte de la guerra”. Quizá es más exacto, dicho por él. Y forma parte de la alternativa ganadora… quitar al enemigo la voluntad de hacer la guerra. Aunque todavía es superior evitar que nunca la tengan, así no hay que quitarle a quien jamás tuvo… Como ven, el pacifismo a ultranza forma parte de la promoción de esta degeneración y debería ser perseguido.



   El concepto más eficiente de Infiltración –si bien esta adopta otros aspectos –apunta a la introducción de la desunión entre los enemigos, ya sean aliados distintos o entre la misma comunidad identitaria. Es una jugada magistral de confusión, nunca mejor dicho que diabólica, por la que la pérdida de fuerzas, y sobre todo la pérdida de unidad de acción y de concepción –fundamentales en la estrategia –se verán fuertemente afectadas. Por eso la Izquierda siempre provoca y busca la división.


   La primera frase relaciona el problema de quién lleva el mando de la Guerra ¿autoridad civil o militar? Aunque de hecho mucho puede discutirse en torno a esto, la conclusión obligada –independientemente de la Comandancia Superior de la Fuerza Armada –la brinda la lógica y la técnica, que dicta que en la estricta guerra incluso un capitán está obligado a tomar decisiones tácticas o hasta operativas según el caso.
   La segunda frase está clara, aunque en otras traducciones (me adhiero) se dice que el que se desconoce a sí mismo tiene ya asegurada su derrota.


   Una de las características de un verdadero ejército –además de la organización jerárquica, el armamento en el sentido más general y la capacidad física y técnica de sus integrantes –es su disciplina. Y es esta una característica que no se acaba de comprender bien desde afuera, su importancia es tal que llega hasta la esencia misma de la operatividad. Ya en su versión política de masas, si estas no están disciplinadas escaparán del control. El manejo de estas fue perfeccionado en la batalla de Argel.


   El Orden no se hace sólo, es un proceso de acción pensado y ejecutado, que además necesita constante supervisión, a veces cambio y superación. El simple descuido hace que “de por sí”, es una ley física, se haga el desorden… este conlleva debilidad del conjunto, que resta a la fuerza; si además los integrantes pierden individualmente la suya propia irán conociendo que su situación es peligrosa y necesitarán de mayor valor, y cuando este se pierde la derrota estará a la vuelta de la esquina.

   Esta Prevención –antes de la acción, tener una visión –no es un procedimiento mágico, aunque la inteligencia y experiencia a veces aportan datos que surgen aún antes de un razonamiento provocado. Para resolver situaciones antes que se den se necesita la aplicación de una Inteligencia (en el sentido militar del término), apoyada por una adecuada acción operativa, cuando ambas se mueven con rapidez y coordinación constituyen un instrumento inapreciable en toda Seguridad.

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