ADMINISTRA EL BLOG ARCISTERIO

Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

Entrada destacada

¿DE QUÉ ESTAMOS HECHOS?

    Contrariamente a la moda en boga de los medios, los presentadores y buena parte de la red, que se pretenden mesurados, línea media, ...

viernes, 28 de junio de 2019

HABLEMOS DE FANTASÍA HEROICA


Bu
Bueno es leer variados géneros
SOBRE FANTASÍA HEROICA
Roberto López-Geissmann
Sólo la alteración momentánea dentro de la regularidad delata lo fantástico, pero es necesario que lo excepcional pase también a ser regla sin desplazar las estructuras ordinarias en las cuales se ha insertado.  J. Cortázar.
   Hace años publiqué en El diario de hoy el siguiente artículo (la letra azul es mía, escrita ahora). Afortunadamente este blog no lo he planteado nunca como dedicado a un solo cometido u objetivo, así puedo darme el gusto, y espero que también al lector le agrade, de incursionar en elementos literarios, con su aspecto de fondo a veces. He acaso abusado de los grabados para deleite del lector.
   Respeto sin estar de acuerdo con los que aconsejan no leer novelas, en algunos casos admiten las “sesudas, de tesis o comprometidas” pero desprecian u odian “con odio jarocho” a los que se aventuran por la  llamada “evasión”, ocupando el primer lugar entre estas las que se definen como literatura fantástica. La cita de Cortázar se inserta en lo más amplio del género, pero este contiene varios sub-géneros a menudo interrelacionados y que a veces se pueden mezclar con géneros completamente distintos. Un ejemplo es la F. Épica, que siendo fantasía varía de la novela de “capa y espada”, del que Fritz Leiber evolucionó otra línea, la de “espada y brujería”. Muy distintas son la saga de Narnia o del Señor de los Anillos, que las de vampiros en continentes perdidos como Zothique, o las de John Carter, guerrero de Marte o la de Conan. De hecho las definiciones y subdivisiones, mezclas y todo tipo de estructuración dentro de estos géneros –diré Fantasía, Ciencia Ficción y Terror, como los padres de los demás –es realmente rica en matices y discusiones. Incluso hablando sólo de la variante Fantasía de Acción es compleja y arbitraria. Lo cual no quita que los críticos, aficionados y lectores no nos divirtamos leyéndolos.

   Este servidor lee actualmente un libro sumamente interesante, de Dominique Méda, sobre la equivocada valoración del valor trabajo (con enjundiosos estudios, desde los griegos, Marx y otros), de conclusiones trepidantes. Asimismo la Intelección Estratégica, denso estudio de un sabio chileno que me precio de conocer y que recorre la cultura y la metapolítica de la historia. Tardíamente me fascino además con El juego de Abalorios de Hermann Hesse, entre muchos más de este tipo. Querido lector, me violento y me arriesgo a que usted crea que intento “lucirme” mencionando lo anterior. En absoluto, lo expongo para procurar simpatizar como alguien a quien NO le son ajenas las lecturas “serias”, incluso sin comillas. Pero que confiesa leer con una pasión devoradora superior las novelas de fantasía de las que estamos tratando.
DESPUÉS de EL NOMBRE DEL VIENTO 

   Quiero mencionar a Patrick Rothfuss como un hito por su increíble forma de manejar, dentro de la indiscutible ficción de magia y seres fantásticos, una historia que une los personajes “scholars” (estudiosos o eruditos) de varias novelas de Hermann Hesse, con la Escuela de magia Hogwarts, de Harry Potter, en un tratado de sicología del desarrollo de un personaje central realmente impresionante. Pongo sólo un ejemplo para no extenderme por varias páginas. Diré que caben obras tan distintas como las sagas de Robert Howard, Tolkien, Martin, Eddings, Saproksi e incluso La torre oscura de S. King.
   Ya he abordado este tema y lo haré en un futuro, buscando informar las ricas esencias (aparte la evasión-diversión en sí misma) que de hecho se encuentran en estos fantásticos géneros. En la Fantasía Heroica su narrativa puede transcurrir en otro planeta, en el remoto pasado, en un supuesto futuro o incluso en otras dimensiones; seres extraordinarios, valores guerreros, magia, bellezas femeninas, paisajes impresionantes son elementos que se conjugan. Así la saga de John Carter, guerrero de Marte –de Edgar Rice B. creador de Tarzán, que para algunos aplicaría también, como la de Doc Savage –y claro que encontramos obras individuales, en novela y cuento. No les está negado ni la ciencia ficción ni el terror y ni siquiera el humor. Cuando menos se lo piensa se encuentra una enseñanza respetable, como la siguiente cita politológica: Una cosa es apoderarse de un trono con la ayuda de los mismos súbditos del país para gobernarlos con su consen­timiento, y otra muy distinta es subyugar una nación entera y gober­nar contra la voluntad de sus súbditos, apoyándose en el terror”. Digna de un tratado, es sin embargo, producto de la pluma de Robert E. Howard, autor de Conan el Bárbaro –dentro de una de sus obras.
UNOS NO TAN CONOCIDOS

   Se encuentran héroes y guerreros desconocidos, heroínas, anti-héroes. Seres mitológicos como los dragones –como la saga de los Jinetes de Dragones de Pern, de Ann Mccafrey –demonios, hechiceros, reyes, beldades valientes, magos buenos, brujas eróticas, castas damas, seres nobles, otros malvados y muchos maniáticos (como en la política, pues). Definitivamente este es sólo un escrito para aproximar hacia el género y sus especies, no pretende erudición, pero si se busca, se encuentran sin mucha dificultad bastantes escritos sobre el tema… y sobre todo excelentes narrativas del mismo.


   Ya escribí una novela corta en línea tipo Howard-Conan. Es posible que la nomine como La saga de Wolfgeiss y es posible que vea la luz en los próximos meses. Es corta, completamente de fantasía heroica, con sus brujos, doncellas, monstruos, guerreros de todo tipo y un buen agregado, espero yo, de originalidad en los personajes. He agregado un elemento que siempre me fascinó de Modesty Blaise, que es el estudio estratégico del oponente  -no sólo en Inteligencia de Guerra, sino en una batalla personal, individual –lo que la escritura permite sin dejar la acción trepidante que conlleva.
   Quiero invitar a los que nos fascina esta lectura a acometer la tarea de plasmar por escrito sus fantasías. Los que no lo han hecho que se arriesguen y lean. A los descreídos les pongo otra cita del “papá” de Conan: “Los hombres civilizados son así. Cuando no alcanzan a explicar algo con su mísera ciencia, rehúsan creer".

   En ficción, ya sea fantástica del pasado o distopías futuras, sea épica, heroica o mágica, sea de terror, de ciencia o combinaciones, dando cabida a la filosofía y otras visiones humanistas y/o trascendentes, sean pesimistas, optimistas o simplemente simpáticas… podremos encontrar todo el universo interior de nuestros miedos, anhelos, creencias, deseos y hasta los problemas cotidianos, con un tratamiento otro; si vemos con la mirada del alma, del sentimiento espiritual e intelectual, además del valedero regocijo de la aventura, el humor y el amor… podremos encontrar que el caballero y la doncella, la bruja y el rey, los dioses demonios y las fuerzas heroicas, y hasta el gran dragón blanco, se encuentran dentro de nosotros, o nos rodean… pasado, presente y futuro expectado. La imaginación es el lujo más distinguido de nuestra propia y superior capacidad conceptual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario