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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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jueves, 29 de junio de 2017

COMENTANDO TRES NOVELAS


   Este fue un artículo periodístico aparecido en El diario de hoy en fecha anterior al 2005. Los agregados en letras de color y las fotos son recién hechas.   De Wolfe me gustó en el libro reseñado el tratamiento del estoicismo, aunque me gustó más La hoguera de las vanidades –que fue llevada a la pantalla.


   En los libros de Brown y Gordon, además de recomendarlos como bien escritos y de buena distracción, quiero aprovechar de mandar al muy diablo a los meapilas, títeres del opus, nazis pelones y todo extremista que son, además, unos brutos.


   En Brown no estoy avalando ni sus “análisis tan imaginativos y pedantes como falsos”, sino su absoluta capacidad narrativa… si se me dice que puede confundir yo le diré que es cierto, pero que me diga si la misma Biblia no lo hace de hecho; la verdad es que cuando se habla del poder del conocimiento, una de sus cepas más agradables es poder leer lo que a otros los pueda dañar, pues bien “no lo lean y estudien, o que se los explique su párroco… siempre que no sea muy modernista, porque pueda ser “browniano”.


   Con Gordon, una preciosa prosa, fina historia de un hombre extraordinario como la saga de médicos –hombres y mujeres inteligentes y buenos. Ahora bien si aparece un gañán acusando la publicación de criptojudía porque el autor de la novela y sus personajes lo son… se podría pensar si este energúmeno piensa seriamente que absolutamente todos los judíos en la historia son mediocres, incapaces de algo bueno o de espíritu positivo incluso para otras razas (lo que indicaría un odio tan visceral que ciega o una ceguera tan grande intelectualmente que provoca odio). En cualquier caso y siendo elegantes simplemente diría: vuelvan a sus madrigueras y que Dios les ayude.

 

La Columna Nacional


DA VINCI...EL ÚLTIMO JUDÍO

...TODO UN HOMBRE.

                                                         Por Roberto López-Geissmann.

                                              

Reseñaré tres breves críticas a otras tantas obras, que son: El Código Da Vinci, de Dan Brown. El Último Judío, de Noah Gordon. Y Todo Un Hombre, de Tom Wolfe. Todas son novelas.

El Código Da Vinci.

 

       Uno de los más grandes best sellers del momento. La obra absorbe al lector desde el primer momento, es innegable la calidad de acción y suspenso de este bien logrado thriller. Analicémoslo.

       En su FORMA es una sabrosa mezcla de géneros. Participa de la detectivesca –Conan Doyle, Agatha Christie, Ellery Queen -, mezclado a la investigación, o aún disquisición historicista, sobre temas apasionantes que abordan el misticismo, sociedades secretas, esoterismo y grandes mitos y le suma los avatares del libro de acción, con violencia, escenarios impresionantes y distintos países. Recién termine una secuencia novelística de fantasía con acción, he de incursionar exactamente en este género, al que, como a millones, nos resulta fascinante. Otras obras y autores serían El Club Dumas, de Pérez Reverte; El Péndulo de Foucault, de Umberto Ecco; El Ocho y El Círculo Mágico, de Catherine Neville y La Lápida Templaria, de Michael Wilcox.

       La polémica, particularmente de este libro, se centra en su FONDO. Y es que todo lo que toque a un fundador de religiones, a la Iglesia que originó y a ciertos aspectos fundamentales de su dogma no puede sino erizar (con justa razón a veces) autoridades, seglares, ortodoxos y hasta a heterodoxos. Todo depende cómo se trate el tema. En mi opinión, lo que ha “halzado pelo” en el caso particular no es siquiera la tesis del matrimonio de Jesús con Magdalena (una princesa y no una prostituta, según la trama), sino el que se ha criticado duramente (no a la Iglesia Católica en sí) sino a una de sus más fuertes corrientes, como es el Opus Dei, aunque al final se quiera hacer ver que es cosa de personas. Como en las categorías cinematográficas, las personas con sólida formación y amplio criterio cultural, de valores severos, no tendrán problemas... ahora bien ¿quién no se considera entre estos?

       Las novelas, como ficción que se sustenta en la visión de la realidad que forzosamente conforma la concepción del mundo del novelista, a menudo serán así. Cosas más “peligrosas” hay para leer.


El Último Judío.

   La ciencia y la medicina se ocupan del cuerpo, mientras la filosofía trata de la mente y del alma, tan necesarias para un médico como la comida y el aire.  Noah Gordon.

       Aunque es mi primera novela de este autor, pretendo seguirlo. Su estilo es extremadamente sencillo, casi periodístico en su descripción, es una especie de cuento novelado. Narra las vicisitudes de Yonah Toledano, desde su niñez hasta la joven madurez en que termina el relato, ubicado a partir del año 1489, en la España que decidió la expulsión de moros y judíos.
 


       Hijo de platero, la vida lo lleva a ser peón, pastor, marinero... hasta pasar por armero y su vocación final de médico. Idiosincrasias de la época, mentalidad de personajes, aventuras del esforzado y valiente personaje del que nadie puede evitar simpatizar. Todo ello bajo la influencia de La Inquisición, que se yergue como mayor villano, dentro de un marco en que se mueven todo tipo de humanidades y pasiones. Como decíamos en lo obra pasada, se da “casualmente” un telón de fondo que puede parecer con dedicatoria especial... lo malo es que no se dice toda la verdad de las cosas y que también “casualmente” nunca se toca más que la Inquisición Católica... y ha habido más.

 
 
Todo Un Hombre.

   La soledad es y siempre ha sido la experiencia central e inevitable de todo hombre.  Tom Wolfe.

       Wolfe es un novelista-periodista, autor entre otros de La Hoguera de las Vanidades, llevada a la pantalla con Tom Hanks como estrella. Su estilo no puede ser más distinto del anterior autor, a este se lo ha descrito como “barroco moderno” y, siendo un dolor de cabeza para traductores, lleva en su propia construcción una profundidad densa y fina a la vez con la que hata situaciones sociopolíticas, concepciones del mundo y personalidades tan complejas como reales.

       La acción transcurre en la Atlanta actual. Personajes principales serán un sesentón, gran inversionista y hacendado, detentador de una mentalidad “perimida”, machista y retrógrada para el pensamiento “políticamente correcto” y un joven obrero, esforzado, conservador y valiente, a quien el azar lo zarandea implacablemente, pero que es sustentado por la filosofía Estoica. A través del cinismo de los grandes negocios, de la decadencia y banalidad de una sociedad que no es sino la caricatura de una verdadera aristocracia, de los conflictos raciales entre los mismos “afroamericanos”, de ello y más, nos muestra el autor algunos de los rasgos de los que, por esencia y más allá de todo intento deconstructivo, de teorizaciones freudianas o de tesis criptopolíticas, siguen siendo y serán todavía por mucho rato, las características de lo que es todo un hombre.

 

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