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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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viernes, 4 de agosto de 2017

EN LO QUE ADENAUER CONFIABA DE LOS COMUNISTAS



Antes del 2005 publiqué en El diario de hoy este artículo sobre los principios que Konrad Adenauer consideraba que se podía confiar sobre los comunistas.

 

La Columna Nacional


PRINCIPIOS EN QUE ADENAUER
CONFIABA DE LOS COMUNISTAS

                                                                Por Roberto López-Geissmann.

 

Eran dos y únicamente dos.  Un refugiado político, venido detrás de la cortina de hierro, se acercó al gran dirigente político Konrad Adenauer –uno de los gestores del resurgimiento alemán de la posguerra –con un memorándum en que aportaba informaciones sobre los comunistas. Después de escucharlo pacientemente, Adenauer textualmente le dijo “Yo no me guio más que por dos principios en las relaciones con el comunismo:

UNO: El comunismo no cambia jamás sus objetivos;
DOS: No confiar nunca en un comunista."

       Sirva esta anécdota para alertar sobre dos aspectos de gran importancia:

1. Debe estarse en alerta constante con las informaciones provenientes de las fuentes (directa o indirectamente) del Partido Comunista, ya que la Desinformazia o Desinformación es una estrategia querida e irrenunciable de su credo de acción, consustancial a su ser mismo. Hemos de saber que su operatividad no se circunscribe al comunicado oficial del Partido (o del Partido formal que manejan), sino que utiliza medios alternos, muchas veces surgiendo de profundas infiltraciones dentro de los medios de comunicación, que a menudo caen en “la trampa de las informaciones”; aparte de esto, el trabajo psicológico y cultural suele ser prolongado y fino hasta el punto que hasta “luchadores de derecha” no se aperciben de haber sido manipulados, ya que la mayoría no ven más que las tácticas sin avizorar la peligrosas estrategias.

      Ejemplo: Es clásico el principio de “Cultivo de las Contradicciones”, por él buscan “echar toda la leña al fuego” que sea posible a los lógicos y normales conflictos y problemas que se dan en toda sociedad, ya que ellos no buscan “pacificar los espíritus” sino exacerbar los ánimos en vías al objetivo de destruir el Estado Nacional... así pues, dicho esto, la aplicación de este postulado de acuerdo a una estrategia desinformativa manejada hábil y pacientemente desde hace bastante nos da el producto terminado siguiente, base del actual ataque ideológico a la nación, que dice: Todo va mal, viene del error y empeora, ya no se puede soportar, no existe nada bueno. Con lo que realizan un Reduccionismo Maniqueo Extremista, o sea que buscan en forma simplista pero insistente hasta el hipnotismo convencer que se enfrentan al mal mayor, para que la población olvide que precisamente no existe otro castigo superior que el de soportar a su régimen.

 

2, Los conocedores doctrinarios del marxismo leninismo suelen cometer a menudo el gran error de insistir en demasía sobre los aspectos teóricos, olvidando que en ellos mismos existe un principio que se convierte en la inspiración y arma letal que los guía, como es el de la Dialéctica de la Acción, por el que sus ideas y posiciones intelectuales se harán siempre a un lado –no son sino meros instrumentos de lucha –cuando estorben a la movilización de masas, la promoción de procesos revolucionarios o incluso la manifestación de rebeldías. Así, cualquier cosa como “honorabilidad doctrinaria” sería, para los comunistas una contradicción en términos dado que Lenín estatuye como moral todo lo que colabore a “la” Revolución; no es posible limitarse a la lucha ideológica ante un enemigo que se pretende tomar las calles. No se puede por ejemplo, dejarles espacios como ciertas universidades, zonas de la capital, municipios, etc. con el pretexto de que llegar a ellos son provocaciones. Cito para ilustración lo dicho por el antiguo secretario Gral. de la Internacional Comunista:

       “Somos acusados algunas veces de que nos apartamos de los principios comunistas. ¡Qué estupidez, qué ceguera! No seríamos marxistas, no seríamos revolucionarios de Lenin si no fuéramos capaces de adulterar nuestras tácticas y la manera de actuar, según las circunstancias. Mas todos estos cambios están encaminados hacia un fin único: la Revolución.”

       SI USTED QUIERE CREER EN LOS COMUNISTAS Y EN SU DOCTRINA, LO PRIMERO QUE DEBE CREER ES EN NO CREER EN ELLOS PORQUE ELLOS MISMOS ASÍ LO DICEN. ¿Qué confianza puede tenerse en “políticos” de esta clase?

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