DESARROLLO INTEGRAL SOCIAL
SUIZA Y PARADIGMA CUÁNTICO
Hace algunos años, en dos entregas, presenté
estas ideas en El diario de hoy.
Contra los fanáticos de que sólo vale lo actual, lo coyuntural, expongo que una
idea-fuerza con bases tradicionales en el sentido de los maestros Evola y
Guenon –aunque en esta ocasión las presentes no son suyas -poseen importancia y
validez universales.
Desarrollo Integral Social
Roberto López-Geissmann
En ocasión de
revisar y mejorar una presentación, la misma me dio un chispazo de inspiración
sobre los elementos necesarios para un desarrollo integral de nuestra sociedad.
Es el ¡Eureka! de Arquímedes, la
manzana de Newton, el rayo de Franklin, que en mi caso lo constituyó el
análisis de la querida Suiza. La idea es plantearse ¿cuáles podrían ser los elementos que logran el extraordinario
desarrollo suizo, y que de alguna manera faltan, en general, en muchos países
con bastante menos desarrollo? Se realizan algunos cuestionamientos
didácticos, que en resumen van como sigue…
¿Podrá ser la antigüedad del país? Quizá
una experiencia de vida social milenaria lo haya logrado.
NO, si vemos que Egipto y la India, milenarios, no están entre los Estados más
desarrollados ahora. Por el contrario podemos ver a Canadá, Australia y Nueva
Zelandia, que hace 150 años no eran destacados.
¿Se tratará tal vez de los recursos
naturales que poseen sus territorios? Eso será lo que los hace exitosos.
NO, ya que Japón, con su 80% de territorio montañoso, negado a muchos cultivos
y ganadería, se ha convertido en una gigantesca fábrica que importa materia
prima de todo el mundo, exportándole de todo. Suiza misma apenas puede hacer
producir agropecuariamente cuatro meses al año y tiene los mejores lácteos del
mundo. Igual no produce cacao y tiene los mejores chocolates; ellos agregaron
la leche dentro.
¿Será cuestión racial o de superioridad de
inteligencia? Podría ello explicar la superación en desarrollo.
No, puesto que cuando actúan personalidades de los mayores calibres, en todos
los ámbitos, tanto de países pobres como ricos, estos últimos reconocen la
calidad intelectual de los otros. No es la inteligencia.
LA
DIFERENCIA –plantea la breve presentación
–estribaría en el grado de desarrollo de la Conciencia.
En
cómo se ha moldeado su espíritu,
interactuando con las visiones de hombre, comunidad y sociedad. Lo que
conviene a ambos: la solidaridad, el sacrificio, la jerarquía y el sentido de
la felicidad y los deberes.
La elevación del nivel individual y
colectivo de la conciencia debiera ser la más alta e importante tarea del Estado. Los bienes y servicios,
productos de la tierra, mar y ganado, fábricas, artesanías, turismo, todo tipo
de industria y comercio… no son sino medios
para conseguir el desarrollo pacífico y continuado, en justicia, y en aras de
la esperanza y la felicidad
Para ello deben adscribirse tesoneramente a
los valores eternos que han creado buenas civilizaciones: respeto a los
derechos y deberes, una ética como brújula social y siempre el fomento de la
espiritualidad. Preocuparse por el Bien Común más que por la clase política.
Esto es logro sólo de una actitud, una
idiosincrasia, una cultura.
CUERPOS INTERMEDIOS Y
PARADIGMA CUÁNTICO
Roberto López-Geissmann
La
solución para un país como el nuestro sería intercambiar medio millón de
compatriotas, trayendo otro tanto de suizos.
Dicho por el padre de un amigo.
En el art. anterior hablamos de la
interrogante que se produce al considerar el desarrollo de un país como Suiza
frente al de los de muy inferior desarrollo. Bromas aparte, lugares comunes
descartados, e incluso algunas respuestas factibles… concluimos con que la
diferencia específica –no como única, pero la más considerable –estriba en el superior nivel de conciencia. En cómo
se ha moldeado su espíritu,
interactuando con las visiones de hombre, comunidad y sociedad. La
solidaridad, el sacrificio, la jerarquía y el sentido de la felicidad y los
deberes. Ello sólo se logra por una actuación cultural sostenida en valores
tradicionales fundadores de grandes civilizaciones. Cambio de actitud e
idiosincrasia. Ellos son:
·
Ética como principio básico. Entendida como “el buen cemento” que une a
toda la sociedad.
·
Integridad y honestidad como principios de vida, aplicado al hacer
corriente y en relación a todos.
·
Responsabilidad y dedicación a la labor bien hecha y completa, como un
reflejo de honradez.
·
Respeto a los demás, a la palabra dada y a la normatividad general del
Estado y de la comunidad.
·
Sana ambición y deseo de superación. Lo que de por sí combate al pesimismo
y a la mediocridad.
·
Concepto de la dignidad humana y sus necesarios complementos: la Justicia y
la Solidaridad.
·
Convicción de que la humanidad es más que materia, reconociendo el
componente espiritual.
La misma
producción de riquezas debe subordinarse a esta clave mayor, que debía
auspiciar el Estado con preferencia –elevar la conciencia. Un primer paso es preocuparse
por el Bien Común más que por la clase política.
Unamos lo eterno con el pensamiento científico: Cuerpos intermedios y
Paradigma Cuántico.
Paradigma Cuántico es un
sistema de creencias de una cultura determinada. Se presenta como ejemplar y no
exclusiva aplicación de los de los más recientes descubrimientos de la física, aplicados a la sociedad.
Entre otros:
·
Red de relaciones internas e interrelacionadas. Reconoce un nuevo sistema
de interacciones.
·
El todo es más y es diferente a
la suma de las partes. Cambiando el paradigma de mayoría y masa.
·
El principio de indeterminación apoya la necesaria participación en el
posible cambio de destino.
·
Tomar en cuenta una posibilidad latente, a desarrollarse, en potencia, no
sólo las ya determinadas.
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