MOVILIZANDO
NUESTRA IDIOSINCRACIA, NUESTRA FORMA
DE PROCEDER
Y APODERÁNDOSE DEL PODER POLÍTICO.
Recopilación, aclaraciones y comentarios por Roberto López-Geissmann
INTRODUCCIÓN- Presento con orgullo
este trabajo de importante divulgación:
1.
Como recopilación he traído excelentes párrafos de Jack Rodas y Pijamsurf,
también el brillante párrafo de Rodrigo Salazar, hijo del que fuera un gran
amigo, en el que recomienda un excelente film sobre el tema.
2.
En mi política publicacional de no bajar el nivel, pero cuidando
la “asequibilidad” he realizado algunas aclaraciones de palabras, porque sé que
un buen número no están muy claros de su significado correcto.
3.
Tanto en mis comentarios como en aclaraciones he escrito, como
siempre cuando no domina mi autoría en el escrito, con letra azul. Imágenes mías.
Lo más grave es que cada vez más, pese a tomar
conciencia, seguimos adelante.
Jack
Rodas: Hay algunos estudios muy interesantes en
cuanto a lo que se conoce como la LOGICA DE LA ACCION COLECTIVA, que utiliza
las redes sociales para expresar la insatisfacción de la política por medio de
compartir información, videos y escritos a los ciudadanos de la red social,
esta forma de expresión viene a reemplazar la vieja formas de salir a protestar
a las calles ya que se puede por ese medio hacer linchamientos políticos como
lo que vemos hoy de parte del nuevo gobierno y esta información se disemina por
las redes con mucha rapidez, convirtiéndose así en la manera más rápida de
crear una acción colectiva de los ciudadanos de la redes sociales.
Es evidente que la ideología populista que
es más vieja que las redes sociales utiliza este medio para explotar la insatisfacción
de los ciudadanos insuflando las redes sociales con información de todo tipo
con el propósito de estimular ese sentimiento y ganar la empatía de la gente
quienes creen que han encontrado un mesías que se alinea con su frustraciones
político-sociales, en este momento no importa que la información sea fake news (noticias
falsas o “chuecas”) pero que se alinea con las narrativas creadas
por el populista y estas se convierten en una verdad objetiva, poniendo así a
la sociedad misma encontramos de ella misma pero tratando de influenciar a las
masas más influyentes en la política por medio del voto. Notar cómo el sistema sufragista promueve
por su misma estructura una penetración de esta naturaleza, vía expedita para
tomar el Poder.
El populista se alinea con la causa
colectiva por el bien común de la sociedad, esto es muy peligroso pues amenaza
la democracia de cualquier país y sobre todo la impartición de justicia. El
poder otorgado por los ciudadanos a las redes sociales se convierte en una
forma de dictadura pasiva que puede transformarse en una dictadura de acción
colectiva que encuentra la fuerza en los espacios cibernéticos. Recuerdo una
película de hace unos años que se llama "INCEPCION" en donde el juego
para dominar las acciones a seguir y la voluntad de las personas, es de plantar
una idea en el subconsciente de la persona y así hacerlo que tenga una reacción
esperada y predecible, donde la persona se desprende de todos sus valores e
ideas pues la nueva idea se convierte en la nueva verdad y por lo tanto se
vuelve una nueva realidad.
Podemos
ver como personas que se suponen siguen principios religiosos, han vendido sus
valores a las ideas progresistas a cambio de supuestamente seguir un bien común
para el colectivo, pues crea una forma de conciencia social condicionada a el
mensaje de la figura que hoy es una especie de ídolo quien con la incepción de
la idea se vuelve en un superhéroe con la verdad absoluta que merece la
fidelidad y apoyo. El populismo y las redes sociales es una forma de
gobernabilidad que centraliza el poder en una sola persona
.
PIJAMASURF: Marshall
McLuhan dijo famosamente que "el medio es el mensaje". Esta sencilla
frase es probablemente la más importante en la historia de la teoría de la
comunicación. Con dicha frase, McLuhan quiere decir que sin importar el tipo de
contenido que emitamos o recibamos, cada medio tiene ciertas
características que determinan la comunicación que es posible dentro del mismo,
y esto influye en nuestras conductas y moldea nuestra mente hasta el punto de
que cada nueva tecnología amputa una capacidad a la vez que amplifica
otra
.
La pólvora hizo que las personas dejaran de
desarrollar habilidades de arquería; el teléfono desplazó la habilidad de
escribir cartas; los teléfonos celulares, la habilidad de recordar listas de
números; los mapas GPS, la habilidad de orientarse en las ciudades o recordar
los nombres de las calles. Y así sucesivamente. Más importante que esto son las
amputaciones que no son tan obvias. Algunos teóricos han sugerido que las redes
sociales y las comunicaciones mediadas amputan la capacidad de los nativos
digitales para relacionarse sin el uso de la tecnología, la capacidad de
sostener la mirada, de poner atención y entablar conversaciones
significativas.
En el caso de Twitter, es posible que el uso
de esta plataforma esté amputando la discusión política y la discusión
filosófica profundas, las cuales requieren de cierta pausa para la
reflexión y de una interacción cara a cara para encontrar rapport (sintonía –empatía
o simpatía –provocando acercamiento sicológico y emocional) o para
que las ideas se gesten desde la alta fidelidad que sólo es posible al estar en
un mismo espacio, respirando el mismo aire, viendo las reacciones fisiológicas
de cada persona, sintiendo el "espíritu" del momento. El arte
del discurso, que para los filósofos griegos era algo esencial para la vida política
y la vida del alma, queda reducido a un tuit viral o a un meme.
Cuando Twitter se convierte en la nueva
ágora, en el nuevo foro de discusiones y en el nuevo espacio para dar a conocer
al mundo las decisiones políticas, hay algo que se gana y se pierde. Se
gana una cierta comunicación directa entre el poder y el público,
aunque esta aparente intimidad puede ser muy engañosa, pues las personas
difícilmente llegan a interactuar con las celebridades o las personas en el
poder; interactúan con sus equipos, con sus community managers (gestores de internet y/o profesionales de mercadeo). Es triste
constatar cómo la tendencia que despuntó hace décadas, y que advertí y traté de
revertir, con otros, sin resultados dada su fuerza espantosa, hoy es la señora
y dueña: que los asesores de los dirigentes políticos no son experimentados,
politólogos o pensadores, sino publicistas.
La supuesta interacción directa e intimidad
acaba siendo un mito, de la misma manera que el popular eslogan de las
compañías de tecnología "conectando a las personas" es un
mito. Asimismo, es posible que se pueda ahorrar un poco de la
pompa innecesaria de la comunicación estatal, pero a la vez se pierde el arte
del discurso, de la retórica en el sentido original del término, el arte de la
persuasión a través de la razón. Por otro lado, la democracia en Twitter se
parece un poco al esquema de Platón en La república,
donde ésta deviene en tiranía y cae fácilmente en comportamientos irracionales.
Pero antes
de la Tiranía se pasa por la Demagogia.
El derecho indiscriminado a la opinión,
independiente de la calificación de cada opinión o de cada individuo que opina,
baja el nivel de la discusión y mitiga la influencia de los expertos. En vez de
que se escuche la voz de los que saben tripular una embarcación, el grito de la
muchedumbre que quiere mover el timón ahoga la señal de mando. El
comportamiento de la masa, que suele buscar aprobación para sus ideas y que
tiende a existir en oposición a un enemigo en común, hace que fácilmente
se formen turbas enardecidas que se retroalimentan entre sí. De aquí que
parece justo llamar al sistema de elegir -y quizás pronto también el de
gobernar –como DOXOCRACIA, o sea el dominio de la opinión, despreciando del
todo el Conocimiento y la Ética.
Pese a que estas masas
expresan solamente opiniones, generalmente sin tener muchos conocimientos,
fácilmente consumiendo fake news y residiendo en cámaras de ecos
y burbujas de filtro, cuando llegan a exponenciarse, convirtiéndose en una
"masa crítica" o lo que ahora es un "trending topic"
(tendencias
del momento, de moda), la sociedad y los políticos empiezan a tomar
sus opiniones como una expresión de la mayoría, como la voluntad del pueblo,
como un barómetro de la sociedad al cual deben ajustarse para mantener su
legitimidad o ganar votos. Esto efectúa una especie de tiranía o dictadura de
la ignorancia, a lo que también contribuye que esta masa suele estar
influida por la presencia de bots (programas informáticos que se efectúan a través de la
red; si se hiciera personalmente sería muy tedioso y casi imposible)
y algoritmos que enrarecen el ambiente a veces de manera meramente caótica
y a veces sirviendo a ciertos intereses. Esto hace que no sea muy exacto decir
que las tendencias en las redes sociales son expresiones genuinas de la
opinión de la sociedad, pero aun así, ante el poder de la métrica que encandila
a nuestra sociedad, son tomadas como contundentes expresiones del vox
populi.
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COINCIDO CON E. GALEANO EN ESTO |
Por otro lado, debido al dominio de lo que
puede llamarse la información rápida (en el mismo sentido de la "comida
rápida"), ésta hace que las personas no estén lo suficientemente educadas
como para participar con criterio en una democracia, siendo incapaces de
distinguir lo que es mera opinión o incluso lo que ha sido fabricado
expresamente para persuadir su voto, del conocimiento y los hechos.
Vemos
también en las redes sociales la fácil escalada de comportamientos emocionales
que impiden la reflexión racional. Esto se debe en parte al hecho de que las
personas sienten que deben expresar su opinión y que su opinión vale tanto como
la de cualquiera, pues a fin de cuentas, vivimos en un mundo en el que se
sugiere que no existe ningún valor trascendente y todo debe leerse, entonces,
como una lucha de poder. Pero sobre todo, se debe al hecho de que
estas herramientas permiten escudarse bajo la virtualidad y a veces hasta en el
anonimato. Esto no necesariamente es algo negativo (el anonimato puede usarse
de manera creativa y demás); el problema surge cuando se toman decisiones
políticas en relación a lo que sucede en Twitter y cuando se utilizan perfiles
de redes sociales para "hacer montón" o crear un efecto de masa.
Bajo el escudo de la virtualidad -al no
tener que enfrentar a la persona que se agrede y/o cuestiona- se producen
comportamientos airados, violentos, confrontacionales y en general poco
reflexivos. Como hemos visto en los últimos años, la naturaleza
"viral" de Internet fácilmente hace que nos
"infectemos" de ideas nocivas o de baja calidad. Como señala
Douglas Rushkoff, la gente esparce memes tanto si le gusta algo como si no le
gusta o se siente indignada por el mensaje, dando juego, de esta manera, a
ideas racistas, sexistas o inflamadas por odio, o simplemente de bajo
nivel intelectual, lo cual ahoga a la red en un mar de irrelevancia, como
predijo en los años 80 del siglo pasado Neil Postman. El verdadero
activismo hoy en día suele ser no retuitear (estar contestando sin fin los tuiters que
nos mandan) y apagar las
pantallas.
Otro factor a considerar es que el Internet,
tanto en su código como en la forma en que se expresa en sus plataformas o
aplicaciones, obedece a un lenguaje binario, dicotómico, que se refleja en la
polarización de las redes sociales. Fácilmente se crean bandos enfrentados
los unos con los otros, y ya que el espacio mismo no permite la reflexión
profunda y la virtualidad no tiene la riqueza de señales de lenguaje corporal
de la realidad inmediata, las personas se encasillan y etiquetan. O son
neonazis o son comunistas, o son chairos (izquierdistas de cafetín, sin verdadero
compromiso social, interesados en satisfacer sus actitudes; los mexicanos
agregan un elemento sabroso para redondear este concepto: “masturbadores
mentales”, a menudo absortos, distraídos o “clavados” en su idea) o
son fifís (término despectivo y descalificante que indica
al delicado, presumido o exagerado, el que se “las pica” de ser superior, y que
de hecho no lo es), o están contigo o son tus enemigos. Las
redes sociales no favorecen el espacio del medio, el camino de la moderación,
la reflexión que no busca ser espectacular o provocar, aquella que se mueve
entre un mundo anfibio y que solamente puede valorarse cuando no se está
buscando sacarle algún provecho inmediato. La inmediatez provocando la idiotez vía el tono “light”.
La razón por la cual los políticos se han
subido a Twitter es la misma que la de las celebridades: para sacar ganancias,
para emplear las nuevas herramientas tecnológicas con el fin de explotar las
vulnerabilidades humanas, cosas como el deseo de pertenencia, el miedo a
perderse algo (FOMO –es la patología
mental que se produce por el miedo a perderse de algo, perder el ritmo,
rezagarse del avance tecnológico, viene del inglés: Fear Of Missing Out),
el aislamiento del individuo detrás de la pantalla y demás.
Por último, hay que decir que el
asunto de hacer política en Twitter o de juzgar a las personas por sus
tuits es muy delicado, pues cuando se deja ir la masa tumultuosa ante una
persona o con un cierto tema a veces se puede producir una especie de
linchamiento virtual que puede tener efectos en la realidad. Las personas
pueden perder su trabajo de un día para el otro, ser ostracizadas, deprimirse,
etcétera, en ocasiones simplemente por un ímpetu descontrolado o por un meme
que se salió de control. Vivimos en la sociedad de la información, se ha
dicho; y más precisamente, en
la sociedad en la que no se discrimina entre información y conocimiento.
La diferencia es importante porque la información es solamente aquello
que es útil, lo que nos sirve por el momento. El conocimiento, en cambio,
permite construir estructuras y fundamentos en los cuales basarnos y a partir
de los cuales relacionarnos con los demás y con la misma realidad de un
modo no utilitario. Esto es, a través de valores y principios que no están sujetos
a modas y caprichos sino que se apoyan en el conocimiento científico,
filosófico y espiritual de la humanidad.
Rodrigo
Salazar: Vean Idiocracy, disfruten un rato, hasta
que se den cuenta de cómo podemos terminar por no elegir a los más sabios y
conocedores de cada pueblo y en lugar de eso permitimos que los más populares
hagan lo que quieran con el mundo, aunque carezcan de lógica, sentido común,
moral, visión y en algunos casos de cualquier atributo que pueda reconocerse de
un líder
.
La democracia
no es más que una dictadura elegida por el pueblo, no nos engañemos. Bob Marley.
Ver la
película Idiocracia, con Luke Wilson, excelente sátira distópica (un futuro no
querido) en que una pareja de inteligencia apenas regular (un bibliotecario y
una prostituta) son dormidos supuestamente por un año –para un experimento
militar -, pero despiertan 200 años después, y son tenidos por súper genios por
una sociedad que ha llevado las tendencias actuales de superficialidad,
banalidad, facilidad total y hedonismo (vivir sólo para la diversión), a sus
consecuencias finales, llevando a conformar una sociedad de puros idiotas. Verla
en You tube.
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LA ÚNICA PELÍCULA QUE COMIENZA COMO UNA COMEDIA, Y QUE TERMINA EN UN DOCUMENTAL |
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