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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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sábado, 30 de diciembre de 2017

NI SOCIALISMO NI LIBERALISMO -NO MULTICUTURALISMO, SÍ TRADICIÓN


En esta ocasión he sintetizado dos artículos de la red (de Julio Llorente y La Gaceta) en que se da noticia de los positivos giros políticos acaecidos recién en Polonia –más adelante mostraremos en otros países –que nos indican que no es cierto que estamos condenados a la polaridad, Socialismo-Liberalismo, que tan fuertemente ha golpeado al mundo entero y que muchos creen insuperable.


MATEUSZ MORAWIECKI
 

UNA ALTERNATIVA A AMBOS MODELOS
 

La revolución conservadora de Polonia: ni socialismo ni capitalismo.

Nuestra doctrina económica está tan lejos del neoliberalismo como del socialismo’, asegura el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki

  Esa idea de que la derecha política es y siempre será amiga del capitalismo se ha acabado revelando falsa. No en vano, por toda Europa están surgiendo movimientos políticos que abrazan una suerte de conservadurismo moral y social (de origen cristiano) y rechazan el globalismo neoliberal, ése que pretende acabar con las fronteras y que se sirve de la inmigración y de las deslocalizaciones industriales para abaratar la mano de obra.

  Un paradigma de movimiento conservador de este cariz es la formación política que hogaño gobierna Polonia, Ley y Justicia. Así, con la ex primera ministra, Beata Szydlo, y con el actual primer ministro, Mateusz Morawiecki, el partido político ha aprobado en el país centroeuropeo diversas leyes que, al tiempo que fortalecen la familia y del derecho a la vida del no nacido, contravienen los principios básicos del neoliberalismo.

  Por ejemplo, el Gobierno de Ley y Justicia apadrinó un proyecto de ley cuyo objetivo estriba en prohibir la apertura de comercios en domingo, de tal modo que los trabajadores gocen de más tiempo para pasar con sus familias y las pequeñas tiendas no sean fagocitadas por las grandes superficies. La medida, que ayuda a consolidar la unidad familiar en el país, es manifiestamente contraria a los principios del capitalismo.

  En este sentido, el Ejecutivo polaco también impelió hace más de un año un plan de ayuda a las familias con más de un hijo; plan, denominado 500+, por el que las familias reciben una cantidad de 500 zlotys libres de impuestos por cada segundo y posterior vástago. Esta medida, cuyo propósito era y sigue siendo incentivar la natalidad, fue cáusticamente criticada por los partidos liberales del país, que consideraban injustificado ese gasto estatal.

Ni socialismo ni capitalismo
  Este rechazo del pensamiento capitalista queda evidenciado también por las mismas declaraciones del actual primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki. No en vano, pocos días después de haber tomado posesión, manifestó su afán de construir un modelo económico que permita a los trabajadores gozar de salarios dignos y de más tiempo para las familias: ‘No queremos que los polacos trabajen largas horas, queremos que trabajen eficientemente. Queremos que disfruten de más tiempo para su familia, para sus allegados… Éste es nuestro objetivo para nuestra estrategia de desarrollo’.
  Morawiecki, que ya ha manifestado en reiteradas ocasiones su intención de mantener inalterada la política migratoria de su predecesora (contraria a la de Bruselas), sintetizaba hace días la esencia de su política económica: ‘Nuestra doctrina económica está tan lejos del neoliberalismo como del socialismo’, aseveraba abriendo la puerta a una tercera vía más acorde a la doctrina social de la Iglesia.

Mujer y mercado laboral
  En esta línea, el primer ministro polaco también ha reflexionado sobre la necesidad de que la mujer pueda elegir dedicar sus esfuerzos, su vida, a lo doméstico: ‘De forma razonable, debemos ayudar a nuestras mujeres – esposas, hijas, madres, hermanas – tanto en su puesto de trabajo como en la vida cotidiana. Y manifestar que, cuando hablemos de maltrato, opresión o injusticia, no lo toleraremos de ninguna forma o manera’.

  En Hungría y en Polonia encontramos ejemplos de una derecha que se ha percatado de que el liberalismo es tan nocivo, tan pernicioso, para los valores cristianos como el socialismo. Ya advertía el escritor inglés Hilaire Belloc que el capitalismo se desenvuelve mejor en un escenario de anarquía moral.

El triunfo de la derecha polaca: No al multiculturalismo, sí a la tradición.

 

El Gobierno de Polonia se ha convertido en uno de los quebraderos de cabeza de la Unión Europea, que ve con preocupación las reformas impulsadas por Varsovia.

  A ojos de Bruselas, sin apenas autocrítica, dichas medidas se alejan de los valores europeos, algo que contrasta con el discurso de Visegrado, que pone de relieve cómo la UE está renunciando a sus principios fundacionales
El partido gobernante, el conservador Ley y Justicia (PiS), se convirtió en las elecciones generales de 2015 en la primera formación en lograr una mayoría absoluta (con un 37 % de los votos) en el país centroeuropeo desde la caída del comunismo.

Muchos pensaban entonces que no lograría ni siquiera acabar su legislatura, aunque dos años después de su victoria la oposición se deshace y los sondeos dan a Ley y Justicia cifras de apoyo récord. La población apoya a su Ejecutivo y respalda las políticas que le han llevado a enfrentarse con los burócratas comunitarios.
  Una de las claves para entender por qué este partido se consolida en Polonia es la buena marcha de la economía… es además significativo porque concede a Ley y Justicia 285 escaños en el Parlamento, a sólo 22 de los 307 necesarios para alcanzar la mayoría de dos tercios necesaria para modificar la Constitución, el gran anhelo de un partido que se ha propuesto llevar a cabo en Polonia una auténtica revolución nacional.
  En su primer discurso político ante el Parlamento, anunció que seguirá las políticas marcadas por Szydlo, confirmando el rumbo conservador y nacionalista del Gobierno de Varsovia a pesar de las críticas internacionales.

A falta de comprobar si el talante negociador y la experiencia internacional de Morawiecki pueden ayudar a mejorar las resentidas relaciones con Bruselas, todo apunta a que Polonia mantendrá su desafío a la UE, que puede sancionar a Varsovia por sus reformas y su negativa a aceptar el plan de cuotas de refugiados.
 
En el punto de mira de la Comisión Europea están las reformas de la Justicia impulsadas por el Gobierno de Ley y Justicia. Uno de los puntos más polémicos es el adelanto de la edad de jubilación (de 70 a 65 años) de los magistrados del Tribunal Supremo para dar entrada a nuevos magistrados.

  Según el Gobierno, esto permitirá que por fin Polonia se desprenda de los últimos restos del comunismo presente en las instituciones, mientras que la oposición denuncia lo que califican de asalto a las instituciones.

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