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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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sábado, 23 de diciembre de 2017

CULTURA Y REVOLUCIÓN


LA CULTURA COMO INSTRUMENTO REVOLUCIONARIO

Especial para Arcisterio

Escrito y citas por Roberto López-Geissmann

 

Lo escrito en azul es de R.L.G.
Al final les dejo el link de una entrevista con Nicolás Márquez sobre este tema, son 12 min. sin desperdicio.

La revolución verdadera no es la Revolución en la calle, es la manera de pensar revolucionaria. Charles Maurras.

   Dirigiéndome principalmente al interesado, que por desgracia no lee mucho, presento estas reflexiones y citas esperando que llamen la atención sobre el más importante fenómeno de la actualidad, como es el de la Cultura.

   Imposible reseñar aquí las oleadas que han ido modificando el marxismo clásico en el actual “neo”, que en los términos más amplios, y acaso más correctos pueda denominarse como la nueva izquierda. Aunque breves debemos trazar unas líneas conductoras y relacionantes. Digamos primero que el marxismo-leninismo ya posee en su mismo seno original las raíces que conducen sin mayor trastorno doctrinal al cambio mega estratégico que se ha llegado a dar potenciando la Cultura tal como se da hoy. Apenas si podemos enunciar:

·        La influencia de GramsciCuadernos de la cárcel – como gran faro de esta tendencia, comparado con Lenin, y para algunos incluso superior.

·        Se desgajan como productos, asociados o complementadores una serie de intelectuales franceses, principalmente los Deconstructivistas. Derrida, etc

·        Destacado debe ser el Eurocomunismo, tanto el libro del mismo nombre de Santiago Carrillo, como la tendencia en sí que inspiro obras variadas.

·        Se suele pasar por alto en estos lares la referencia a la Perestroika, de Gorbachev, que personalmente es una línea válida, así como su Glasnost.

·        Destacados intelectuales europeos y de ambas Américas (de larga cita) así como los artífices y pontífices de la degradada Teología de la Liberación.

·        Las tendencias divisorias y reduccionistas, como son las leyendas negras, el indigenismo, pacifismo, ecologismo tendencioso, autonomías y otras…

·        Finalmente la poderosísima tendencia de las llamadas Tesis de Género y sus acompañantes: pansexualismo, LGTB, aborto, pedofilia y varios más.

NOTAS: 1) Por ser este apenas un sencillo mapeo no es posible aportar los nombres de autores y libros que sustanciarían este proceso político cultural. 2) Sugiero que de los siete puntos tomen al menos un elemento de referencia para irse adentrando en este maremágnum. Ej.: Gramsci, Eurocomunismo, Perestroika, lobbys LGTB y así, para que el lector vaya conociendo más.

   Claro está que estas ideas disolventes no hubieran penetrado tan honda y fuertemente de no estar encaramadas en los hombros de otras ideas –no necesariamente de origen marxista, pero sí en su gran mayoría recipiendarias de la ilustración y la revolución francesa –que permearon el terreno de una subversión que, cuando le tocó cosechar tenía un terreno abonadísimo. La misma Modernidad y Posmodernidad no son sino estadios progresivos y confluyentes de las Ideas Madres de donde proceden.

 

   Como dicen, el diablo primero confunde (obnubila, envuelve en niebla) al que quiere vencer; táctica astuta y poderosa por la que la Relatividad en todos los ámbitos ha relegado a la sabiduría tradicional, la sana razón natural, la misma inteligencia y hasta a la experiencia práctica al rincón caótico de las discusiones infinitas, con el agravante de que cualquier palurdo puede adversar a cualquiera, no importando razonamientos ni hechos, eliminando el principio de autoridad. Véase si no corresponde ello al auge del caos contra el orden.

   Así, el término Cultura fue -¡cómo qué no! –uno de los primeros bocadillos. Como escribió René Antezana Juárez:

  “Desde que se amplió el concepto de cultura, de modo que no se reduce tan solo a las bellas artes, hay una gran confusión. Ahora incluye una mirada antropológica, donde se entiende por cultura todo lo que hace el humano desde que transforma un objeto natural para un fin. En tal sentido, “todo” es cultura.

  La otra cara es de confusión cuando la cultura pasa a manos de intereses económicos y políticos que convierten la rebelión, la resistencia y las expresiones de los pueblos y sus creadores en meros objetos de consumo. Hoy en día la cultura ya no es territorio de transformación y búsqueda de nuevos horizontes para los países y para la civilización, sino un enorme negocio promovido por corporaciones que imponen modas, gustos, preferencias, consumo, y que le ponen precio a toda expresión artística, ya sea que venga de procesos populares o de creadores colectivos o individuales. Esta confusión no es gratuita, está dirigida a promover generaciones de personas sin capacidad crítica y, lo peor, sin interés de involucrarse en lo político (lucha por el bien común), bien alimentados en su individualismo consumista. Las llamadas “industrias culturales” tienen esta carga conceptual y política. De pronto, ya ni la cultura —como espacio de creación y recreación— ni los creadores (hay excepciones, claro está) cumplen una función de resistencia y transformación, sino se convierten en correas de transmisión de un sistema que los devora en mente y alma. Si bien el nuevo concepto de cultura pone en su lugar muchas cosas, también deforma el rol de la cultura y lo desvanece peligrosamente”.

   Augusto del Noce afirma que “La meta del Eurocomunismo es la conquista de la cultura”. De allí las cacerías de brujas contra autores y editoriales que no son “políticamente correctos”, el odio a todo Revisionismo (plantearse que no todo lo que oficialmente nos es dado como historia sea verdad) y los aludes de señales desde programas de TV, películas, noticias y todo tipo de comerciales.

   Uno de los grandes signos de la nueva cultura, bajo el ropaje de la diversidad y el respeto –que tanto emboba a los liberales incautos –son todos los elementos que lleven a desunir, dividir, debilitar… a la sociedad, la familia, al mismo individuo, desprovisto de un concepto pétreo de deberes, responsabilidades y de un sentido místico que se ha enterrado con “la muerte de Dios” que ahora se disfraza con los frutos podridos de una farsa de cristianismo católico súper light. Todo es separar, liberar, independizar… que debilita, confunde, corroe.

TODAS LAS OPCIONES SON MÁS O MENOS DECADENTES
 

   La más ostensible y reciente de estas penetraciones subversivo culturales es la promoción de la monstruosa ideología de género y su corte de aberraciones. Este escrito no puede sino proponerse indicar las líneas más gruesas y provocar avidez para que el interesado penetre las tinieblas de esta amenaza mundial. Un ensayo, por breve que fuere, requeriría seis veces más longitud que estas líneas. Dejó con ustedes las luces del maestro Francisco Elías de Tejada:

  “Ni Dios, ni hombre. El estructuralismo es un humanismo ateo, o si se prefiere un ateísmo deshumanizado. De ahí venga a ser el signo apocalíptico de la civilización mecanizada, técnica y sin alma de los magnos imperios capitalistas del siglo XX, del capitalismo estatal de Rusia y del capitalismo de las grandes sociedades norteamericanas. No en balde el propio Claude Levy-Strauss condensó sus teorías durante los años en que viviera en América del Norte. Porque en esas sociedades extremosamente capitalistas ya la historia está suplantada por la técnica: en los Estados Moda, se dirá, y mal seña si no lo fuera. Porque las modas, pasajeras son. Que si agarrase con sus manos el futuro la técnica, dignificada por la especulación estructuralista, asesinaría al tipo humano que hoy conocernos, acabaría con cada una de las maneras de civilización que trabajosamente ha ido elaborando el hombre en sus afanes culturales durante diez mil años.

Su triunfo supondría la sustitución de las ciencias por las técnicas; o sea, el final de nuestra concepción del mundo y de la vida unidos, porque carecen de historia. En la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas adrede están empeñados en matarla. Detrás del estructuralismo late la suplantación de la ciencia por la técnica, una vez eliminada la filosofía; hecho que efectivamente está ya sucediendo en la segunda mitad del siglo XX”.

 

   El gran pensador argentino Alberto Boixadós dijo: “Pensamos que muy pocos hombres, con vocación de auténtica libertad, han calibrado en toda su magnitud la conexión indeleble pero efectiva, entre los niveles teológico, cultural y político”.






Link de Nicolás Márquez sobre el marxismo cultural.
https://www.youtube.com/watch?v=2UhCVP1NuQI

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