A su
consideración y deleite tres pintores, distintos en tiempos y calidades pero
con el elemento común de encantar a este servidor –y espero que a Uds. Excepto
lo escrito en azul (mío) el resto es sintetizado y/o traducido de la red.
Disfruten.
Una contribución a la batalla cultural, mostrando lo bello que provoca
valores.
SIR FRANK DICKSEE
Fue un pintor e ilustrador británico (1853-1928),
que alcanzó un gran éxito entre la sociedad victoriana gracias a sus retratos
de bellas mujeres y de escenas históricas y legendarias. El estilo de gran
parte de su obra podría ser considerado de estilo Pre-Rafaelista. Sus
retratos, y su obra en general, transmite, además de un increíble dominio de la
técnica, un encanto y elegancia de la escena, un sutil estudio psicológico y
una depurada técnica en la pintura de tejidos, telas y tapices.
De los tres pintores escogidos, obvio que este es el más “serio
y/o clásico”. Pongo a disposición únicamente los comentarios de quizá las tres
obras más gustadas.
No puedo dejar de mencionar una anécdota personalísima en relación a una
de sus obras, precisamente Romeo y
Julieta. Una tía abuela –Armida Araujo Vides –fue una artista muy especial,
de principios del siglo pasado y, entre sus pinturas (copias la mayoría)
realizó su magna opus en la excelente
copia del cuadro “Romeo y Julieta” de Dicksee. Pintado en el mismo estilo y
colores, en elegante marco, tuve el gusto de tenerlo ante mis ojos casi toda mi
vida; hace poco dicha pintura luce en la sala de una muy querida tía en segundo
grado, quien durante su niñez también gozo con la belleza del cuadro de nuestra
genial antepasada.
ROMEO Y
JULIETA
Se ha dicho que el romance ha muerto en la
era moderna –pero parece ser que nuestros corazones siguen añorándolo.
Esta pintura, de un beso robado entre la más
famosa pareja de desafortunados amantes, ha triunfado, con el 71% de los votos,
como la obra de arte más romántica de Gran Bretaña. Los expertos han dicho que
este lienzo al óleo de Romeo y Julieta, pintado por Frank Bernard Dicksee en
1884, exhibiéndose en la galería de arte de Southampton, sigue siendo popular
porque sostiene el anhelo de “fidelidad y pasión”.
Muestra a la pareja shakespeariana
compartiendo un beso después de su noche de bodas, sin realizar que sería su
último. Como dijo el crítico Godfrey Barker: “Crea la impresión de la cercanía
de la muerte, pero que el amor no muere. El romance es un sueño que continúa
vivo en los corazones de millones.”
LAS DOS CORONAS
En Las
dos coronas Dicksee representa a un príncipe inglés del medioevo regresando
triunfante a casa, sobre un caballo blanco adornado con tres plumas. Portando
una corona dorada, el príncipe eleva su mirada hacia un crucifijo, contrastando
la corona de espinas de Cristo fuertemente con la pieza de orfebrería y la
opulenta armadura de él mismo. Aunque rodeado de admirados espectadores, el
príncipe es transido, acongojado, por esta representación del Cristo, un
recuerdo vívido de la irrelevancia del poder y las riquezas temporales.
Las dos coronas es una entre las varias pinturas de Dicksee con
temática medieval, incluyendo la Redención de Tannhäuser (1890) y El
paso de Arturo (1899). Pero
en contraste con estos trabajos Las dos coronas no representa ningún
evento histórico. Dicksee aprovecha la oportunidad para representar una escena
desbordante de pompa y ceremonia. El júbilo de las multitudes ante la
bienvenida del Príncipe está representada por banderas ondulantes y coloreado
confeti arrojado por las damiselas que están en primer plano y por las ubicadas
en el balcón de arriba.
Kestner argumentó, sin embargo, que la imagen
del Príncipe Caballero confirma en que Dicksee creía en el empoderamiento ario,
la conquista heroica y la dominación masculina.
Este comentario, haya sido ideologizado o no, responde
con meridiana claridad a la conciencia de la modernidad que apenas puede
soportar lo religioso –en este caso la profundidad cristiana del cuadro –pero
que, ya que se rinde ante la calidad, no puede simplemente comentarla, sino dejar
caer como quien no quiere otros elementos “ya insoportables estos” como son la
lucha, el heroísmo, la masculinidad y el hecho de que pintara sólo a blancos
–todos ellos pecados capitales para la corrección política.
LA BELLA DAMA
SIN PIEDAD
La Belle Dame sans Merci, es el nombre original de un poema del siglo XV, del francés Alain
Chartier, que inspiró al poeta inglés John Keats al homónimo The Beautiful Lady Without Mercy,
que a su vez quiso darles brillo a estos románticos con su excelente pintura,
Sir Frank Dicksee.
Las líneas siguientes
pueden servir para degustar el significado que nuestro pintor quiso representar
en su obra.
Keats ubica
su historia sencilla de amor y muerte en un desolado paisaje, apropiado para
ello. "The sedge has wither'd from the lake / And no
birds sing!" (El junco se desvanece en el lago / Ningún pájaro canta). La repetición
de estas líneas, con leves variantes, como las concluyentes del poema enfatiza
el destino del infortunado Caballero, a quien, como a la bella y destructora Dama,
no identifica, siendo que deja al lector que agregue de su imaginación lo que
no está especificado.
La bella dama
inmisericorde es una mujer fatal, una especie de Circe que atrae a sus amantes
únicamente para destruirlos por sus poderes sobrenaturales. Lo hace porque su
naturaleza es destruir. Keats, basado en la mitología, el clasicismo, lo renacentista
y la balada medieval ha creado, mediante hábiles toques, a una mujer que a la
vez es bella, eróticamente atractiva, fascinante y mortal.
La figura de esta dama pudo haber inspirado al
personaje de Felurian –hada, diosa
del amor, hechicera devora hombres… de completa inocencia en su ser -que
desarrolla el escritor de fantasía Patrick Rothfuss en el segundo libro, El temor de un hombre sabio de su saga Crónica del asesino de reyes. Originalísimo
autor, que les recomiendo irrestrictamente; una lectura que combina El juego de abalorios de Hermann Hesse
con lo mejor de la fantasía, con mucho del subgénero heroico.
Busquen a continuación –en este blog -a
los otros dos: Kinkade y Rockwell.
ALGUNAS
PINTURAS DE DICKSEE, PARA SU DELEITE
|
OFRENDA |
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CLEOPATRA |
|
CABALLERÍA |
vikingo.
|
FUNERAL VIKINGO |
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