A su consideración y deleite tres
pintores, distintos en tiempos y calidades pero con el elemento común de
encantar a este servidor –y espero que a Uds. Excepto lo escrito en azul (mío)
el resto es sintetizado y/o traducido de la red. Disfruten.
Una contribución a la batalla cultural,
mostrando lo bello que provoca valores.
NORMAN P. ROCKWELL
Nació en Nueva York
(3 de febrero de 1894 -
8 de noviembre
de 1978)
fue un ilustrador, fotógrafo
y pintor
estadounidense célebre por sus imágenes llenas de ironía y humor. Pureza con
picardía, valor con valer, sentimientos y personalidad; obras que despiertan
puntos álgidos, profundos y a la vez vitales de lo mejor de una idiosincrasia
que compartimos. Admirable y degustable.
En 1910, Rockwell se trasladó a
la “Art Students League”, donde aprendió anatomía e ilustración, perfeccionando
sus conocimientos previos, con maestros como George Bridgman o Thomas Fogarty. Sin
embargo su carrera se verá para siempre inmortalizada por su empleo como
ilustrador oficial del Saturday Evening Post, una revista de actualidad y
sociedad; su primera portada data de 1916; Norman Rockwell trabajó
para esta revista hasta 1963. Sus portadas, anuncios, ilustraciones y demás publicidad han sido
repetidas e imitadas hasta la saciedad, símbolo del típico ilustrador virtuoso
norteamericano: hizo publicidad para McDonald's, Coca-cola, Walt Disney y toda
suerte de clientes de alimentos y otros.
Las primeras obras de Norman
Rockwell tienen un profundo sentido anecdótico; proliferan, durante principios
de siglo y los primeros años veinte y treinta, las obras que representan a
niños en diferentes actitudes, siempre enfatizando los detalles propios del
carácter de los niños: corriendo, burlándose de otros, tomando el desayuno,
yendo a la escuela o jugando al baseball.
En torno a los años treinta y
cuarenta, plasmó con exactitud el clima típicamente hollywoodense del momento,
prácticamente ajeno al clima apocalíptico de la Segunda
Guerra Mundial, a la que, sin embargo, dedicó un cuadro de carácter publicitario
pro-soldados americanos, "Démosle suficiente y a tiempo" (1942, haciendo así un
llamamiento público para apoyar a los soldados. El resto de su obra en estos
veinte años oscila en el plasmado de la sociedad norteamericana de entonces y
sus convenciones sociales, y otros momentos concretos a los que la llegada del
cine sin duda ayudó a forjar.
Durante estos años, Rockwell
también profundizó en un tipo de representaciones que cada vez ganaron mayor
significación en su obra global, como los dedicados a la crítica social o a
ensalzar ciertos valores o virtudes del pueblo norteamericano y de la raza
humana en general. Algunos de sus trabajos respiraban cierto aire patriótico,
valor por entonces tenido muy en cuenta debido a la entrada de Estados Unidos
en la guerra, como sucede con "La lealtad del Boy Scout", de 1942.
Ya en la década de los 50 y 60, Rockwell volvió a sus temas
amables y tiernos, representando imágenes navideñas, familias reunidas, viajes
familiares en automóvil, interiores de tiendas o barberías, heladerías con
niños, e incluso hizo algunas obras repletas de ironía, como "El
entendido", de 1962, donde representó a un hombre de
espaldas observando con pose afectada un cuadro perteneciente al expresionismo
abstracto. El hecho de que Rockwell supiera representar la realidad con una maestría
increíblemente precisa, hacía contraste con sus obras de carácter
expresionista, las cuales realizaba tanto a modo de burla como de estudio.
En este blog encontrarán a los otros dos
pintores: Kinkade y Dicksee.
|
Breaking home ties |
No hay comentarios:
Publicar un comentario