ADMINISTRA EL BLOG ARCISTERIO

Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

Entrada destacada

¿DE QUÉ ESTAMOS HECHOS?

    Contrariamente a la moda en boga de los medios, los presentadores y buena parte de la red, que se pretenden mesurados, línea media, ...

miércoles, 31 de mayo de 2017

¿MONARQUÍA EN EL SIGLO XXI?


¿ES VIABLE ACTUALMENTE UNA MONARQUÍA?



MONARQUÍA, ¿UNA CARTA A JUGAR AÚN?
 
   En más de treinta años colaborando como articulista con el periódico conservador El Diario de Hoy no tuve ninguna censura para mis escritos, excepto en tres ocasiones; una de las cuales es el art. que aparece más abajo, presentado en 2003 (y que nunca fue publicado) en el que no pretendía una apología específica a esa forma de organización estatal y menos una sugerencia concreta, únicamente una reflexión politológica sobre una forma de gobierno que, al decir de Aristóteles, es de las más viables.

   Contrario a la opinión generalizada del lector falto de conocimiento y que no se atreve ni siquiera a realizar un análisis somero, me atrevo a afirmar que tal opción no es una locura o algo perimido –pasado del todo de su oportunidad –sino más bien una construcción interesante aunque compleja, pero no por ello más factible de realizar, al menos de mayor valor y menos complicada en su correcta aplicación que el sistema que la mayoría de países tiene en desastroso funcionamiento hoy por hoy; los esfuerzos para arreglar un vehículo tan averiado fueran acaso más dignos de dispensar esa energía buscando otras formas de organización política; la República misma, por ejemplo, es valiosa, pero asimismo una Monarquía puesta al día podría ser digna de tomarse en cuenta seriamente.

 

La Columna Nacional


NECESITAMOS A UN REY PARA
QUE NOS GOBIERNE A TODOS.

                                                         Por Roberto López-Geissmann.

 

       Aunque el tema bien pudiera tratarse con toda la seriedad que merece –y adelanto que la teorización de la monarquía es mucho más viable y defendible que otras doctrinitas de mucho arraigo populachero y que no tienen defensa posible –en este caso ruego al lector la indulgencia de que repasemos un poco por encima esta institución, siendo que persigo por ahora que aprehendamos la médula que implican las situaciones internas.

¿Por qué un Rey, qué significa políticamente?

Ø Significa que manda, que dirige con supremo señorío y no obedece sino a la ley. No debe identificarse con tiranías o dictaduras. Como no es de la esencia de las democracias la imbecilidad, buenos y malos, altos y bajos, los hay en todos lados.

Ø Por tanto puede hacer (de poder, claro) con mayor facilidad y menos oposición. Lo que no necesariamente es una ventaja, sino sólo cuando el eficaz busque también el Bien Común. Pero es bastante más difícil el que se armen “argollas”.

Ø Brinda mucha más estabilidad, que es de por sí un capital. Y, ya que el respeto al Estado de Derecho no significa inmovilidad y falta de cambio, sino sólo cuidar que los derechos ciudadanos no se avasallen, ese orden realizará esos cambios.

Ø Promueve la nobleza, la aristocracia del mérito como una forma de vida con implicación en la vida pública, o sea que opera políticamente uniendo las virtudes del espíritu como forja y ejemplo, por sobre los bienes materiales y su mero goce.

¿No es acaso demasiado idealista esta idea?

       No más que el suponer que el medio millón de votantes salvadoreños están bien informados, nada confundidos, obran en cada momento pensando en los intereses de los más necesitados, son pacientes, inteligentes, solidarios y van a votar muy reflexivamente. Ni más ni menos.

       ¿Qué es más fácil que algunos pocos logren las luces, se sobrepongan a los odios, adquieran experiencia, conozcan de buen gobierno y sean capaces de dirigir para todos... o que grandes masas lleguen a esos difíciles estados de madurez, ética y capacidad? Nos dan atol con el dedo desde hace cientos de años vendiéndonos un sistema que se presenta como aquel en el que las mayorías más grandes de la historia tienen el poder y resulta ser que es el de las desigualdades e injusticias más grandes concebidas en la historia.

       Y por favor no me insulte con la mentecata argumentación de que le estoy haciendo el juego a los marxistas. Lo que estoy diciendo es simplemente una verdad tan clara como la del cuento del emperador que se paseaba desnudo porque nadie se atrevía a decírselo en la cara. Digo que toda política de algarada, de alharaca y de charanga es una máscara, un engaño y una farsa que escamotea la voluntad popular y se burla de las esperanzas. No veo por qué tengan que picarse las derechas si los de la izquierda son superiores en esto. Debieran picarse si yo afirmara que son ellos sus maestros. Pero no lo digo...

Estrategias que podrían plantearse en un Estado con Rey.

Ø Que la Asamblea no fuera un mercado de intereses, ni siquiera una oficina de burócratas hace-leyes, sino una reunión de pro-hombres, provenientes de diferentes estratos de la sociedad, que discutieran, estudiaran y propusieran todo tipo de nobles políticas para el desarrollo integral y justo de nuestra sociedad.

Ø Los Partidos Políticos podrían convertirse en verdaderas instituciones de pensamiento filosófico, de acción política y de cultura viva, que influyeran en la sociedad, propusieran, denunciaran y prestaran hombres. Diferente a los actuales.

Ø Si una persona, jurídica o natural, una institución o un Partido proponen una buena idea podría llevarla a cabo (junto con su equipo si lo tuviera) para el bien de la ciudadanía. Así por ejemplo no importa que venga del partido tal o cuál una nueva ley sobre la renta, una idea para administrar el zoológico, una reforma para el estamento militar, un cambio constitucional o un nuevo himno. Así todos se podrían sentir parte de lo que en realidad son y no enemigos excluidos y vejados.

Ø Al existir la nobleza como institución que premia lo relevante obligaría a que las fidelidades estén con la nación y la institucionalidad monárquica, dejando los grupos como secundarios, ya que por importantes y respetables, siempre el Rey está sobre todos. Sin competir en su sencillez, en su abnegación y en su entrega.

Ahora que el mejor Rey de todos, es el que está en nuestro corazón y que murió por nosotros hace 2003 años. Y puede reinar, si le damos lo que ahora tiene el César.-

sábado, 20 de mayo de 2017

Tres pintores - NORMAN ROCKWELL


A su consideración y deleite tres pintores, distintos en tiempos y calidades pero con el elemento común de encantar a este servidor –y espero que a Uds. Excepto lo escrito en azul (mío) el resto es sintetizado y/o traducido de la red. Disfruten.

Una contribución a la batalla cultural, mostrando lo bello que provoca valores.


NORMAN P. ROCKWELL

 

  Nació en Nueva York (3 de febrero de 1894 - 8 de noviembre de 1978) fue un ilustrador, fotógrafo y pintor estadounidense célebre por sus imágenes llenas de ironía y humor. Pureza con picardía, valor con valer, sentimientos y personalidad; obras que despiertan puntos álgidos, profundos y a la vez vitales de lo mejor de una idiosincrasia que compartimos. Admirable y degustable.

 
 
 
 
 
 
 
   En 1910, Rockwell se trasladó a la “Art Students League”, donde aprendió anatomía e ilustración, perfeccionando sus conocimientos previos, con maestros como George Bridgman o Thomas Fogarty. Sin embargo su carrera se verá para siempre inmortalizada por su empleo como ilustrador oficial del Saturday Evening Post, una revista de actualidad y sociedad; su primera portada data de 1916; Norman Rockwell trabajó para esta revista hasta 1963. Sus portadas, anuncios, ilustraciones y demás publicidad han sido repetidas e imitadas hasta la saciedad, símbolo del típico ilustrador virtuoso norteamericano: hizo publicidad para McDonald's, Coca-cola, Walt Disney y toda suerte de clientes de alimentos y otros.

 

   Las primeras obras de Norman Rockwell tienen un profundo sentido anecdótico; proliferan, durante principios de siglo y los primeros años veinte y treinta, las obras que representan a niños en diferentes actitudes, siempre enfatizando los detalles propios del carácter de los niños: corriendo, burlándose de otros, tomando el desayuno, yendo a la escuela o jugando al baseball.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
   En torno a los años treinta y cuarenta, plasmó con exactitud el clima típicamente hollywoodense del momento, prácticamente ajeno al clima apocalíptico de la Segunda Guerra Mundial, a la que, sin embargo, dedicó un cuadro de carácter publicitario pro-soldados americanos, "Démosle suficiente y a tiempo" (1942, haciendo así un llamamiento público para apoyar a los soldados. El resto de su obra en estos veinte años oscila en el plasmado de la sociedad norteamericana de entonces y sus convenciones sociales, y otros momentos concretos a los que la llegada del cine sin duda ayudó a forjar.

 
   Durante estos años, Rockwell también profundizó en un tipo de representaciones que cada vez ganaron mayor significación en su obra global, como los dedicados a la crítica social o a ensalzar ciertos valores o virtudes del pueblo norteamericano y de la raza humana en general. Algunos de sus trabajos respiraban cierto aire patriótico, valor por entonces tenido muy en cuenta debido a la entrada de Estados Unidos en la guerra, como sucede con "La lealtad del Boy Scout", de 1942.

 
 
 
 
 
 

   Ya en la década de los 50 y 60, Rockwell volvió a sus temas amables y tiernos, representando imágenes navideñas, familias reunidas, viajes familiares en automóvil, interiores de tiendas o barberías, heladerías con niños, e incluso hizo algunas obras repletas de ironía, como "El entendido", de 1962, donde representó a un hombre de espaldas observando con pose afectada un cuadro perteneciente al expresionismo abstracto. El hecho de que Rockwell supiera representar la realidad con una maestría increíblemente precisa, hacía contraste con sus obras de carácter expresionista, las cuales realizaba tanto a modo de burla como de estudio.

   En este blog encontrarán a los otros dos pintores: Kinkade y Dicksee.

Breaking home ties


 
 

Tres pintores - THOMAS KINKADE


A su consideración y deleite tres pintores, distintos en tiempos y calidades pero con el elemento común de encantar a este servidor –y espero que a Uds. Excepto lo escrito en azul (mío) el resto es sintetizado y/o traducido de la red. Disfruten.
 
Una contribución a la batalla cultural, mostrando lo bello que provoca valores
 
LIGHT OF PEACE
 
 

THOMAS KINKADE

 

   El artista con vida más coleccionado de los Estados Unidos, quien buscó sabotear al Modernismo pintando con realismo la belleza, el sentimiento, con un estilo idílico y bucólico que hace pensar en el Edén. Nació en Sacramento, California el 19 de enero de 1958. Estudió en Berkeley. Fue notable por el marketing de masas de su obra, como en reproducciones impresas.

 
 
 
 

   Con su obra se puede recrear todo un mundo, dejar volar la imaginación desde lo que estableces como tu hogar, como lo más tuyo, lo que amas en primer lugar –es decir, el que escribe, en este caso des-cribe su sentimiento -, identificando el paisaje con la belleza estética, el bien (ética como acción escogida) y la verdad en cuanto la insobornable convicción de estar donde se debe y quiere. Yo no cambiaría una cabaña similar y su paisaje con un palacio



En este mismo blog encontrarán a los otros dos pintores: F. Dicksee y N. Rockwell



PRESENTAMOS ALGUNAS DE SUS OBRAS
















 

Tres pintores - SIR FRANK DICKSEE


   A su consideración y deleite tres pintores, distintos en tiempos y calidades pero con el elemento común de encantar a este servidor –y espero que a Uds. Excepto lo escrito en azul (mío) el resto es sintetizado y/o traducido de la red. Disfruten.

  Una contribución a la batalla cultural, mostrando lo bello que provoca valores.


SIR FRANK DICKSEE

 

   Fue un pintor e ilustrador británico (1853-1928), que alcanzó un gran éxito entre la sociedad victoriana gracias a sus retratos de bellas mujeres y de escenas históricas y legendarias. El estilo de gran parte de su obra podría ser considerado de estilo Pre-Rafaelista. Sus retratos, y su obra en general, transmite, además de un increíble dominio de la técnica, un encanto y elegancia de la escena, un sutil estudio psicológico y una depurada técnica en la pintura de tejidos, telas y tapices.

 

   De los tres pintores escogidos, obvio que este es el más “serio y/o clásico”. Pongo a disposición únicamente los comentarios de quizá las tres obras más gustadas.


   No puedo dejar de mencionar una anécdota personalísima en relación a una de sus obras, precisamente Romeo y Julieta. Una tía abuela –Armida Araujo Vides –fue una artista muy especial, de principios del siglo pasado y, entre sus pinturas (copias la mayoría) realizó su magna opus en la excelente copia del cuadro “Romeo y Julieta” de Dicksee. Pintado en el mismo estilo y colores, en elegante marco, tuve el gusto de tenerlo ante mis ojos casi toda mi vida; hace poco dicha pintura luce en la sala de una muy querida tía en segundo grado, quien durante su niñez también gozo con la belleza del cuadro de nuestra genial antepasada.

ROMEO Y JULIETA

   Se ha dicho que el romance ha muerto en la era moderna –pero parece ser que nuestros corazones siguen añorándolo.

   Esta pintura, de un beso robado entre la más famosa pareja de desafortunados amantes, ha triunfado, con el 71% de los votos, como la obra de arte más romántica de Gran Bretaña. Los expertos han dicho que este lienzo al óleo de Romeo y Julieta, pintado por Frank Bernard Dicksee en 1884, exhibiéndose en la galería de arte de Southampton, sigue siendo popular porque sostiene el anhelo de “fidelidad y pasión”.

   Muestra a la pareja shakespeariana compartiendo un beso después de su noche de bodas, sin realizar que sería su último. Como dijo el crítico Godfrey Barker: “Crea la impresión de la cercanía de la muerte, pero que el amor no muere. El romance es un sueño que continúa vivo en los corazones de millones.”

LAS DOS CORONAS

   En Las dos coronas Dicksee representa a un príncipe inglés del medioevo regresando triunfante a casa, sobre un caballo blanco adornado con tres plumas. Portando una corona dorada, el príncipe eleva su mirada hacia un crucifijo, contrastando la corona de espinas de Cristo fuertemente con la pieza de orfebrería y la opulenta armadura de él mismo. Aunque rodeado de admirados espectadores, el príncipe es transido, acongojado, por esta representación del Cristo, un recuerdo vívido de la irrelevancia del poder y las riquezas temporales.

 
   Las dos coronas es una entre las varias pinturas de Dicksee con temática medieval, incluyendo la Redención de Tannhäuser (1890) y El paso de Arturo (1899).  Pero en contraste con estos trabajos Las dos coronas no representa ningún evento histórico. Dicksee aprovecha la oportunidad para representar una escena desbordante de pompa y ceremonia. El júbilo de las multitudes ante la bienvenida del Príncipe está representada por banderas ondulantes y coloreado confeti arrojado por las damiselas que están en primer plano y por las ubicadas en el balcón de arriba.

  
 
Kestner argumentó, sin embargo, que la imagen del Príncipe Caballero confirma en que Dicksee creía en el empoderamiento ario, la conquista heroica y la dominación masculina.
 
   Este comentario, haya sido ideologizado o no, responde con meridiana claridad a la conciencia de la modernidad que apenas puede soportar lo religioso –en este caso la profundidad cristiana del cuadro –pero que, ya que se rinde ante la calidad, no puede simplemente comentarla, sino dejar caer como quien no quiere otros elementos “ya insoportables estos” como son la lucha, el heroísmo, la masculinidad y el hecho de que pintara sólo a blancos –todos ellos pecados capitales para la corrección política.

LA BELLA DAMA SIN PIEDAD

   La Belle Dame sans Merci, es el nombre original de un poema del siglo XV, del francés Alain Chartier, que inspiró al poeta inglés John Keats al homónimo The Beautiful Lady Without Mercy, que a su vez quiso darles brillo a estos románticos con su excelente pintura, Sir Frank Dicksee.

 

   Las líneas siguientes pueden servir para degustar el significado que nuestro pintor quiso representar en su obra.

   Keats ubica su historia sencilla de amor y muerte en un desolado paisaje, apropiado para ello. "The sedge has wither'd from the lake / And no birds sing!" (El junco se desvanece en el lago / Ningún pájaro canta). La repetición de estas líneas, con leves variantes, como las concluyentes del poema enfatiza el destino del infortunado Caballero, a quien, como a la bella y destructora Dama, no identifica, siendo que deja al lector que agregue de su imaginación lo que no está especificado.

   La bella dama inmisericorde es una mujer fatal, una especie de Circe que atrae a sus amantes únicamente para destruirlos por sus poderes sobrenaturales. Lo hace porque su naturaleza es destruir. Keats, basado en la mitología, el clasicismo, lo renacentista y la balada medieval ha creado, mediante hábiles toques, a una mujer que a la vez es bella, eróticamente atractiva, fascinante y mortal.

   La figura de esta dama pudo haber inspirado al personaje de Felurian –hada, diosa del amor, hechicera devora hombres… de completa inocencia en su ser -que desarrolla el escritor de fantasía Patrick Rothfuss en el segundo libro, El temor de un hombre sabio de su saga Crónica del asesino de reyes. Originalísimo autor, que les recomiendo irrestrictamente; una lectura que combina El juego de abalorios de Hermann Hesse con lo mejor de la fantasía, con mucho del subgénero heroico.

Busquen a continuación –en este blog -a los otros dos: Kinkade y Rockwell.

ALGUNAS PINTURAS DE DICKSEE, PARA SU DELEITE


OFRENDA
CLEOPATRA
CABALLERÍA
vikingo.
FUNERAL VIKINGO
 

sábado, 13 de mayo de 2017

INDEPENDENCIA Y MONARQUÍA -sobre un art. de F. Peccorini


Poco conocida tesis sobre los verdaderos propósitos de algunos de los próceres de la Independencia, para nada los popularmente supuestos; igualmente la voluntad popular es presentada en una especie de revisionismo por demás interesante. Es de subrayar que el libro ha sido reconocido internacionalmente. Profesor emérito de Filosofía por la Universidad del Sur de California, políglota, investigador y autor de varios libros; regresa a su Patria para brindar luces en el seno de una agresión bárbara que no soportará ninguna oposición intelectual, asesinándole en su vehículo cuando viajaba en compañía de su pequeña mascota. Como tantos otros, casi olvidado por una derecha cada vez más obsesionada con el voto, avergonzada de sus principios y de sus héroes.

 

INDEPENDENCIA Y MONARQUÍA

 
   Roberto López-Geissmann*

Domingo, 23 de septiembre de 2007

Pese a mi admiración al maestro Francisco Peccorini Letona (a quien conocí entrevistándolo para este periódico y luego caminamos en una amistad que he de mencionar en otra ocasión) no conocía su libro La voluntad del pueblo en la emancipación de El Salvador, un estudio sobre las relaciones del pueblo con los próceres de la Independencia y en la anexión a México; una publicación de 1972 de la Dirección del Mrio. de Educación. Casualmente, estando como gerente de talleres del Hogar del Niño (hace más de 20 años atrás), en la biblioteca del mismo me encontré con esta obra, laureada internacionalmente por prestigiosas instituciones históricas de España.


El doctor Peccorini, en el preámbulo afirma que: "Nuestros próceres no hicieron nuestra Independencia, sino que se limitaron a observar los movimientos voluntarios de nuestro pueblo y dirigirlos hacia sus fines independentistas y republicanos, con prudencia y reticencias en 1811 y con dolo y violencia en 1821". A continuación expondré algunas de las ideas más importantes que se encuentran en este serio estudio de obligado conocimiento.

No existió real unidad en el pensamiento y voluntades de los próceres y de la mayoría de la población. Esta fue manipulada (y a veces castigada) con las ideas de aquellos.

"En 1811 ni el pueblo de la Intendencia de San Salvador tuvo el menor asomo de voluntad independentista y antimonárquica, ni los organizadores de la insurrección le hablaron de esos tópicos". Aunque "los próceres sí pretendieron desde entonces obtener la emancipación completa". Para unos esto será más loable para los próceres, para otros lo contrario.

El pueblo y la mayoría de notables estaban ciertamente descontentos con la situación política y buscaban un cambio en el poder; principalmente se buscaba que los criollos (hijos de españoles nacidos acá) fueran rectores y actores, desplazando el excesivo dominio de la Península. Al igual que en casi toda insurrección había un fuerte descontento, a todo nivel, por los impuestos.

El concepto de monarquía era querido y respetado por la mayoría. Si bien habían quienes se rebelaban por lo que consideraban usurpación, los había que eran fieles a Fernando VII y todavía más que se acogían a la monarquía derivada del Plan de Iguala del mexicano Iturbide.

El padre Delgado a la cabeza, los próceres, después de una serie de movimientos y trapacerías que se les frustraron, hicieron uso de la fuerza bruta para imponer unas ideas que no eran para nada las de la generalidad. Confirmando la realidad actuante de las élites en la historia.

En el juramento posterior al Acta de Independencia, se jura "Por Dios Nuestro Señor, la Santa Cruz y los Santos Evangelios, de guardar y hacer guardar la Independencia; ser fiel a la MONARQUÍA AMERICANA, y observar el Gobierno que se establezca y las leyes que se sancionen". Lo que nunca se juró, de parte de los conjurados, con la intención de cumplir, acelerando el profundo cambio --con todas las ideas de la revolución francesa--, que fue desde el comienzo su verdadera intención.

*Lic. en Ciencias Políticas.

miércoles, 3 de mayo de 2017

Violencia de género y corrección política - de Lucas Carena


FEMINIZACIÓN SOCIAL, VIOLENCIA DE

GÉNERO Y CORRECCIÓN POLÍTICA

 

   Presentamos este breve ensayo de Lucas Carena, brillante argentino quien, con el Dr. Pablo Davoli –en el programa La Brújula, emitido por TLV1 (toda la verdad primero) –forman la joven mancuerna de intelectuales que nos brindan un instructivo, ameno y no conformista programa de cultura alternativa. Los subrayados en amarillo y las fotografías son agregados por este servidor.

 

   El amigo Carena  es Licenciado en Comunicación Social y Magister en Diseño de Estrategias de Comunicación por la Universidad Nacional de Rosario. Enseña Psicología Social en la Universidad Católica de La Plata. Especialista en psicología de masas y medios masivos de comunicación. Es periodista, escritor e investigador. Decepcionado de las operaciones de manipulación y desinformación, su pensamiento fue virando paulatinamente, impulsado por sus propias investigaciones, hacia el pensamiento alternativo y los medios no oficiales de divulgación, se especializó en el estudio del comportamiento colectivo y la forma en que los medios instalan ideas tanto en la conciencia colectiva como a nivel subliminal.

“Ni una menos/as”


Publicado 3 junio, 2015

Hoy se llevará a cabo, en Plaza de Mayo, la marcha convocada a nivel nacional en contra de la violencia de género y el femicidio. El título de la convocatoria: “Ni una menos”.

Pero… ¿Qué es el femicidio? ¿El asesinato de una mujer perpetrado por un hombre? ¿Cualquier tipo de asesinato llevado adelante por un hombre o sólo los que se dan en casos relacionados con un ataque sexual previo? ¿Y de no ser un ataque sexual, el femicidio se da sólo por razones pasionales? ¿Cuál es la línea fronteriza que separa un mero homicidio de un femicidio? ¿A la inversa se podrá hablar de masculinicidio?

Estos y muchos otros cuestionamientos genera el neologismo impuesto a partir de la mal llamada violencia de género. El femicidio, postulado intrínseco a una postura teorético-ideológica feminista, procede de las autoras Diana Russell y Jill Radford en su obra “Femicide. The politics of woman killing”. Término que se castellanizó y que actualmente se utiliza para referirse en general a muertes violentas acometidas ulteriormente a una violación o abuso y, cada vez más, a cualquier muerte de una mujer a manos de un hombre.

 

Cabe decir que, antes de herir susceptibilidades y evitar innecesarios enojos, la cobardía del hombre que mata a una mujer bajo cualquier circunstancia es, a raíz de su ventaja natural física, aberrante y, como tal, constituye la peor de las atrocidades. Cosa que ha de ser aclarada, no por corrección política ni por demagogia, sino porque realmente es menester comprender el verdadero origen del mal, y la verdadera fuente de este problema el cual existe pero que, por más nombres que uno le ponga, obedece en realidad a una cuestión estadística: en directa y estrecha proporción al crecimiento del crimen en un mundo anaxiológico y envilecido, crecen naturalmente los delitos sexuales.

No hay violencia de género, porque no hay un género que violenta a otro. Siempre hay un ser humano que ejerce violencia sobre otro ser humano: un adulto sobre un menor, un hombre sobre una mujer, varias personas contra una sola indefensa. Lo que vivimos no es el resultado de un mundo “femicida”, sino “moralicida”. No se puede poner en un plano de exclusividad al delito “de género” porque los géneros no matan, los hombres sí. Y no se trata con esto de enarbolar una contestación misógina, sino de llamar las cosas por su nombre. La violencia de género, sea como epítome o como concepto, es una ruin falacia.

Justamente porque este delito de femicidio, si suponemos entender más o menos a qué refiere, tiende a crecer, a instalarse en un momento en el que el hombre está más minimizado que nunca. Es el delito de la ausencia de lo masculino. Lo más triste es que este fenómeno indeseable, hay que decirlo, es el efecto colateral, secundario, no deseado del modelo de sociedad en el que vivimos, a saber: liberal y extranjerizante en lo económico y neomarxista en lo cultural. En vez de cambiar la base estructural la cual, llamativamente, profundiza a diario los niveles de desigualdad y exclusión, el antagonismo marxista de opresores-oprimidos se plantea en el plano superestructural, buscando generar la “revolución” en lo más complementario que puede haber ofrecido la naturaleza: los sexos, ahora sustituidos por géneros. El feminismo y todas sus derivaciones se presentan como una revolución marxista de las mujeres oprimidas frente al machismo opresor.

Pero en rigor de verdad, como sostiene Alain de Benoist en “El reino de Narciso” lo que se ha destruido en el mundo contemporáneo es la masculinidad. La figura masculina, la ley sin la cual no hay principio de realidad como sostenía Lacan,  ha desaparecido y con ello se ha liberado a su suerte la configuración psicótica de la sociedad sumida en un anarquismo axiológico y moral poco antes vistos. Es en la capacidad de decir sí y no, bien y mal, verdadero y falso, que un pueblo, sociedad o cultura puede erigirse, vertebrarse sobre bases sólidas. La feminización de la culturas denunciada por de Benoist, abreva una cosificación de todo, incluso de la propia mujer. Porque el principio activo y subjetivo es necesariamente masculino, taxativo y condicional, vertical no horizontal, basado en una discursividad con predominio de enunciados declarativos e imperativos, no endebles y relativistas. En ninguna sociedad como en aquellas edificadas sobre cánones masculinos y regímenes disciplinarios guerreros, la mujer gozó de un lugar tan central y subjetivo, alejado de cualquier cosificación. El ejemplo más paradigmático y muy bien detallado por Pablo Davoli en su conferencia sobre “Identidad Sexual”, es la sociedad espartana.

Pero volviendo al tema central, es menester decir la verdad sobre la violencia de género: que como discurso característico de la feminización matriarcal de las sociedades, es un fruto del mismo marxismo cultural que en el plano jurídico exime de toda responsabilidad a los degenerados y pervertidos que brotan de las alcantarillas en un mundo que ha estigmatizado “la mano dura” tildándola de fascista, ha proscripto de su vocabulario la palabra “represión” por considerarla reaccionaria, clama por la despenalización de cuanta inmundicia podamos imaginar y que ha impedido poner a los delincuentes en el lugar en el que deberían estar: pudriéndose en la cárcel con el noble propósito de salvar sus almas.

Y este proceso, atroz y degradante, se ha hecho con la complicidad de todas las voces que hoy lloran a las víctimas de la violencia que sobreabunda en el mismo modelo de sociedad que han facilitado engendrar, desde la narcopolítica hasta los jueces corruptos y encubridores. Los que se llenan la boca hablando de la falta de aplicación e instrumentación de las leyes de “violencia de género”, los que despotrican contra la justicia “machista y retrógrada” porque reduce penas a violadores y pedófilos, parecen no ver -o no querer ver- que la reducción de penas y el garantismo/abolicionismo que esta cáfila de pseudojueces nefandos y mendaces vienen impartiendo está dada por el imperio del marxismo cultural izquierdizante y el anti-pensamiento destructivo gramsciano que desde hace décadas acedia a los pueblos occidentales y ha sido impuesto a la fuerza por el Memo 200 del genocida-premio-Nobel-de-la-paz Henry Kissinger y la organización Open Society del especulador internacional George Soros para garantizar la despoblación mundial y hacerse de nuestras riquezas naturales.

Los jueces no liberan a los pederastas y violadores a causa de ser machistas medievales, sino por feminoides cobardes que han aprendido con Marx que es el ser social del hombre el que determina su conciencia y no al revés, y por lo tanto siempre habrá una condición social que sirva de atenuante para justificar los hechos más terribles y menguar las penas. Los jueces que justifican a los violadores diciendo que “el abuso de un niño menor no es tan grave porque el infante ya poseía tendencias homosexuales” o que “la joven utilizaba ropa provocadora y por tanto es corresponsable de la violación” forman parte de una maniobra de “psicologización” del crimen y destrucción del libre albedrío como forma volitiva y genuina del bien obrar. Estos jueces apologistas, son el producto de una sociedad fracturada por las antiposturas intelectualoides del progresismo jurídico, que se basa en justificativos psico-sociológicos pseudocientíficos para avalar por vía de la insania, las condiciones sociales y, en última instancia, la construcción ad hoc de alguna “inimputabilidad” a la cuasi totalidad de los criminales que obtienen la “beca” de la impunidad para matar.

Y esta ideología izquierdizante, es la misma que se embandera con el abortismo, la doctrina de género, el feminismo y tantos otros engendros ideológicos que terminan socavando la posibilidad de una vida armoniosa y sensata. Ideología que, con tal de no reconocer que el caos generalizado es el “tiro por la culata” de los postulados fundamentales que ella misma profesa, persiste en buscar enemigos fantasmagóricos como “la derecha”, “el machismo”, “la Iglesia” y mira para otro lado en forma hipócrita en vez de señalar a los cleptócratas que deberían tomar cartas en el asunto, porque son ellos los que le han conseguido la “Secretaría de igualdad de género y oportunidades”. En un par de años más van a decir que Hitler le pegaba a Eva Braun para echarle también  la culpa del origen de este flagelo.

 

No hay una sociedad cada vez más machista, sino cada vez más matriarcal, afeminada con hombres inseguros y minimizados, de virilidad mermada que terminan atacando cobarde y arteramente a mujeres porque se ven socavados, vulnerados en su hombría, entregados a la más miserable ignominia. Y ni hablar de los casos de hombres que no pueden acercarse a sus hogares ni ver a sus hijos a raíz de falsas denuncias por violencia de género, como los recopilados por el tan silenciado documental “Borrando a papá” del que ni un solo medio de comunicación se hizo eco jamás. ¿No sería esto también violencia de género?

Para terminar, vale decir que la mujer es algo demasiado sagrado para instrumentalizarla como cocktail molotov de ataques terroristas contra la verdad, el bien y la belleza. La mujer debe evitar dejarse usar por intereses viles y serviles, por ideologías cipayas de moralidad inhibida. Y como decía el padre Leonardo Castellani, en sorna y para mostrar con simpatía lo complementario de los sexos en su “Payada del parangón entre la malicia del hombre y la Mujer”:

“De los bichos del Señor,

de pezuña, garra o ala,

el macho es el peliador,

pero la hembra es la mala”.

Mujeres, no necesitan la declaración de días internacionales, no necesitan marchas ni movilizaciones. Acá lo que está en juego es la patria y la soberanía la cual, agonizante, clama por un retorno a los valores perennes y universales. La única bandera, señores y señoras, es la argentina y la única moral, es la cristiana.