EL LIBRO MÁS COMPLETO N10º
Especial para Arcisterio por Roberto López-Geissmann
DÉCIMA
ENTREGA
|
PALOMA DE UNA PAZ ENGAÑOSA |
Propósito
de estos comentarios
Es Perfiles de la Guerra en El Salvador – por
el Gral. Div. Juan Orlando Zepeda. Lo leí hace años, demasiado rápido y
sin el suficiente análisis, estoy en segunda lectura y me propongo presentar
mis comentarios, por entregas en los próximos meses. Es un documento de valor
histórico, bien planteado y desarrollado, conteniendo la valoración de un
pensador serio que une el conocimiento profesional con la experiencia de
primera línea del momento histórico de que se trata.
No es ni una síntesis ni un trabajo crítico
académico, es un ensayo en el que comento en varias entregas los puntos que
considero más interesantes y en los que coincido, subrayando y adicionando, Lo
textual del autor lo pongo en rojo, mis comentarios en negro y cuando siento que lo amerita en especial escribo en azul. Repetimos
como siempre, que al no ser síntesis, no está todo.
Con la reestructuración de algunas páginas
del Capítulo 4ª vamos ya a la última parte del libro, Conclusiones, que será
igualmente mi última entrega. Es
obvio que abundaré más que en otras ocasiones, en obligados comentarios.
****
De las Conclusiones y Recomendaciones – Sintetizando lo
expresado por el autor y agregando mis conclusiones y comentarios propios
En esta entrega final usaré una metodología
diferente, pues lo contrario podría llevarnos a una situación confusa.
Procuraré al comienzo expresar los pensamientos del respetado autor lo más
fielmente que pueda, escogiendo sus aspectos más significativos; luego
realizaré mis puntos de vista particulares.
Conclusiones y Recomendaciones del autor
Hacia el final del capítulo anterior nuestro
autor analizaba que se había establecido una incompatibilidad entre lo que es la Defensa
Nacional y la Seguridad Pública, creando una sensación de rivalidad y
divisionismo… al Ministerio de Defensa se le quita el Vice Ministerio de
Seguridad… creando posteriormente el poderoso Ministerio de Gobernación… De hecho, la Seguridad Nacional es un continente del cual
son contenidos la Defensa y la Seguridad Pública. Aunque esta debiese depender
–con independencia relativa, pero depender,
repito –del Mrio. de Defensa. Casi todos los cambios que se han realizado, no
sólo a raíz de los Acuerdos sino posteriormente, llevan la impronta de
disminuir la Personalidad Interna del Estado. Los liberales, que no ven sino
hasta el largo de su nariz, aplauden toda reducción que aparezca, buscando
siempre y en forma obsesionante al
Estado pequeño –lo cual no es un error en sí –pero sin apercibirse que en
ciertos aspectos se debilitaría fuertemente la Autoridad misma que todo Estado
necesita para su ejercicio y defensa.
Como hemos visto, la disminución de
efectivos, cuarteles y posiciones estratégicas, los cambios en el sistema
educativo y formativo de la FFAA, el quitarles armas, visas y limitar su
participación política es un todo coherente. Después de este breve recordatorio
sintetizo el pensamiento conclusivo del General Juan Orlando Zepeda
-insistiendo que sólo en el libro está completo.
¿Por qué la Guerra? -…atribuimos
que la pérdida de la sabiduría profunda en las esferas del poder, en los grupos
dirigentes, en las masas y en los individuos produce esos estados de Crisis,
que sin embargo no es una ruptura… es un cambio de dirección, un giro entre el
pasado… y un futuro…las guerras son las expresiones de esa crisis… se impone la
angustia, el temor y la desesperación como respuesta a la ignorancia, a la
falta de principios y de fines. El materialismo ha hecho presa de la humanidad
entera, el comunista y el capitalista. –Ha
filosofado el autor.
Compartiendo buena parte y reservando una generalización, diré que en
particular el Conflicto Armado que sufrió el pueblo y nación salvadoreños fue
un proceso político planteado por el Comunismo Internacional, encarnado en
–aquellos tiempos iniciales –la URSS, Cuba y Nicaragüa principalmente (con
apoyo de otros, como México y Francia) por el que se pretendió la toma del
Poder político en la República de El Salvador, utilizando la metodología
marxista leninista de la guerra revolucionaria, con adiciones de Mao, Gramsci y
otros más.
Aunque es indudable que la guerra
fría fue un elemento importantísimo del Conflicto, no fue nunca de total
determinación y pudo haberse sorteado un tanto –no del todo, claro –con mayor
unidad y audacia. La guerra, cualquier guerra, no es siempre una locura, sino
que a veces puede ser el acto más intensamente lúcido que un conglomerado
acepta.
¿Quién ganó y perdió esta guerra? –Muchos
analistas… hablan… que no hubo vencedores ni vencidos… no hubo en términos
absolutos –afirma el autor, pero aclara
con lucidez: …la
guerrilla se transformó en, virtud de los acuerdos, (ojo porque no
fue por la fuerza en sí, aunque se argumentará que los acuerdos implicaron un
poder –que ya establecimos como mucho menor, que no merecía las prebendas
otorgadas) en
una importante fuerza que le disputa a la derecha política el gobierno de la
nación con posibilidades reales de llegar al Poder (que ya se vio
cómo en efecto lograron) …el Ejército por su parte… pasa a ser una fuerza de
tercer orden, con un presupuesto reducido… en términos individuales o de
grupos, los jefes, oficiales, tropas y administrativos que fueron dados de baja
en virtud de los Acuerdos de Paz, fueron los grandes perdedores. Se
remite al genial Sun Tsu citando 5 maneras de determinar al futuro ganador.
Durante
un tiempo se hizo pensar a diestra y siniestra y urbi et orbe que la situación fue un empate; incluso,
avalados por tres tipos de gentes: 1) los ingenuos, a menudo bondadosos y
optimistas, 2) los que únicamente ven sus intereses y a menudo también son
miedosos y 3) sus aliados, ya en forma directa y conciente, como los grupos
organizados a remolque… llegaron a calificar de prudente, necesaria y bien
realizada la tal paz.
Como
el autor hizo ver sin mencionarlo directamente: No fue así. Por el contrario,
es claro que los guerrilleros devinieron caballeros políticos de un plumazo
–situación descrita en anteriores entregas –y los miembros de la Fuerza Armada
sufrieron toda suerte de sanciones y persecuciones en agradecimiento por haber vertido su sangre en el conflicto. El
espantoso mensaje histórico de esta cuestión es el que la ciudadanía comprenda,
más pronto o más tarde, que la retribución que el Estado otorga a quien le es
fiel es el desprecio, el olvido y la
muerte.
Si
hubo realmente dos bandos ganadores fueron los políticos de los dos grandes
partidos, los que arribaron a las cúpulas haciendo a un lado a los que en su
momento fueron verdaderos líderes. Ellos arrebataron la victoria de una nación
sufrida, cuando jamás tuvieron el carisma ni la capacidad de arrastrar tras de
sí a nadie más que a un puñado de achichincles y empleados. No digo que ambos
tenían razón, sino que ambos fueron traicioneros. El pueblo cada vez es más
conciente de esto.
El futuro de las Fuerzas Armadas
–Para los grupos económicamente fuertes del país, enquistados en ARENA y que
influyen en la dirigencia del Consejo Ejecutivo Nacional (COENA), los militares
ya no son aliados confiables… han
sido excluidos para
ocupar cargos o funciones en el aparato de gobierno, calando la propaganda
izquierdista antimilitarista. Menciona situaciones de seguridad muy
actuales, como la incontenible ola delincuencial de las maras… Los
atentados del 11 de septiembre…generó una nueva modalidad de lucha
antiterrorista… las misiones en Irak… que le dan prestigio a la Fuerza Armada,
a la altura de cualquier ejército.
Creó que la situación del Ejército, por las
razones apuntadas es estable. Sin embargo considero que esa estabilidad juega
en una posición más bien endeble para enfrentar retos muy realistas que puedan
darse y que, incluso tiene ya planteados, como es la Guerra que debe declararse
a las pandillas. El equilibrio no es un punto medio, sino el arte de armonizar
las fuerzas para dirigir una acción específica en función de un objetivo.
Antes que aprovisionamiento de equipos, lo que nuestros Ejércitos necesitan es
el rescate de una Cultura de Dignidad y Heroísmo que pase por la aceptación, el
respeto y el cariño de su pueblo.
Los militares y la política –Su ideología está definida por los
principios y valores de la Patria y del Bien Común, más allá de los intereses
políticos… su organización es apolítica en cuanto no puede estar al servicio de
un determinado partido político… La profesión militar más que una profesión es
un “estilo de vida”… constitución física, capacidad intelectual y rectitud
moral… respetos, lealtades, liderazgos,
capacidad de conducir y dirigir a hombres… valores todos de primera magnitud en
toda sociedad… la
institución armada está cimentada en la vivencia estricta de estos principios y
normas… el modernismo sólo tiene validez en la aplicación de la tecnología,
equipos y armas… pero el comportamiento seguirá siendo el mismo… El militar que
quiera ser político tendrá que retirarse de la Fuerza Armada –concluye,
con la claridad teórica del caso.
La guerra es el acto más político posible.
Aunque no necesariamente sólo siendo guerrero se es político. El haber
involucrado a la población en el Conflicto fue el acto más inteligente,
generoso y lógico que pudo haberse realizado, desperdiciado por pruritos de corrección política. Si bien puedan
juzgarse como ideales algunos de los elementos indicados arriba, agregaré que
“sí, pero son posibles, respetables y deseados”.
El futuro del FMLN –Sin pretender ser futurólogo, haremos en
esta obra un pronóstico –expresa el
autor, haciendo un recorrido de los avatares eleccionarios, de las divisiones
de facciones, analizando situaciones y personas… lo que por interesante que sea
voy a dejar de comentar para no complicar la parte elemental y guerrera de la
obra. Invito a su lectura, igual que lo hago con el acápite del “Problema
Agrario” tratado más adelante.
¿Se podría haber evitado la guerra? –fue una guerra kármica (causada por nuestros
propios actos históricos previos –quiere decir)… es mejor olvidar el pasado y ver con
esperanza el futuro… el perdón y la reconciliación… hay que devolver la vida a
la nación, reedificar y restaurar los valores perdidos… olvidemos las
ideologías confrontativas y destructivas. Palabras expresivas de un
alma generosa, bienintencionada.
Si nuestro karma fue una organización tremendamente
injusta, sofocante, despiadada… estaremos avalando la acción revolucionaria
marxista y debiésemos entonces lamentar que no ganara enteramente la guerrilla.
Si por karma entendemos nuestra
ignorancia de los sucesos políticos y la incomprensión de la exacta doctrina de
la Revolución que nos agredió, en ese caso si estaré de acuerdo que sufrimos
por el karma.
En la medida que estemos de acuerdo en que
la agresión armada no es sino una pieza –de aplicación diferenciada y hasta a
veces no indispensable -, del accionar marxista revolucionario no habremos sino
de estar de acuerdo en que definitivamente la mal llamada guerra, SÍ pudo ser
evitada. Por otro lado, no es conculcando libertades que se logra, esto sólo
retrasa un evento que al darse es, en efecto entonces, kármico. De igual
manera, el derecho sagrado de disentir, expresarlo, e incluso de protestar no
son peligros para un orden civilizado, por el contrario, son garantes contra
cualquier tipo de dictadura, siempre aborrecible. No debemos olvidar las duras lecciones
de un pasado duro.
La Justicia y la Libertad, bases de una Paz
auténtica, tienen siempre que ser trabajadas constantemente, vigiladas y
protegidas.
¿Se podría haber ganado la guerra militarmente?
–el autor pondera… factores de difícil solución… diserta sobre los conflictos irregulares, la guerra
fría, la insurgencia, la geopolítica regional, la evolución del mismo conflicto,
llegando, con todo, a algunas conclusiones interesantes, dice: La guerra en El
Salvador se podría haber ganado militarmente en la primera etapa, en sus
inicios, cuando el enemigo tenía aun profundas divisiones adjuntando
que les faltaban equipos materiales y combatientes, pero debido a que nuestras
Fuerzas Armadas estaban vulneradas por la falta de unidad de mando político
militar, la falta de decisión, el desconocimiento de la guerra revolucionaria y
falta de apoyos materiales… no se logró en esos momentos y fue hasta
la llamada Ofensiva
“hasta el tope”… con la caída del muro de Berlín y la creciente
hegemonía de los Estados Unidos, que se pudo llegar a la etapa final del
conflicto.
La derrota del Frente, militarmente era sólo
cuestión de tiempo… Pero decidimos aceptar la “Solución Política Negociada” del
conflicto, la vía más corta y menos dolorosa –termina, haciendo un llamado a dejar rencores,
resentimientos y odios, nuestro objetivo la libertad del hombre.
Plantea que al principio pudo ser ganada
rápidamente (relativamente hablando). Si se hubiera planteado el esfuerzo del
caso –adjunto yo. Pero luego de una buena racha en puridad guerrillera, cuando
se les antojó lo de las grandes unidades, recibieron una buena vapuleada y
terminaron dando un inteligente paso atrás; el cansancio de sus integrantes, la
falta de apoyo en la población y la geopolítica internacional (que muy pronto
dejaría su ayuda a puros recuerdos) les hizo acometer la “ofensiva
estratégica”, en la que fueron defenestrados y, como dice el autor, su
pronóstico era reservado: estaban acabados ya.
Por confesión propia y por análisis
documental e histórico el Frente pudo ser derrotado al principio y al final. El
que en vez de la Victoria, que estaba ya cocinada, caliente y con olores… se
haya decidido por una Paz que únicamente favoreció al seguro futuro y próximo
perdedor es la más brutalmente errónea negociación de nuestra historia (si es
que sólo fue eso) y el grupo que se envanezca de semejante “negocio” por el
lado de la derecha merece epítetos mínimos y diplomáticos de ser unos ingenuos,
pusilánimes e incapaces de liderar a la nación. Otros adjetivos los dejo al
gusto del cliente.
¿Cómo evitar en el futuro las guerras? –las grandes gestas heroicas de los
pueblos se han escrito en medio de la violencia guerrera, el alma de los pueblos
sale a relucir en su grandeza… el rehuir el combate no es una forma digna de
vivir –aclara que la dignidad es la inclinación hacia las
cosas buenas y saludables, que no pretende hacer una apología de la guerra…
reconoce también la valentía de un pueblo que supo responder con estoicismo a
los embates de la acción guerrillera. Recomienda medidas políticas y
de buen gobierno, las que independientemente de lo que cada quien opine son,
efectivamente la lucha debida del hombre y del ciudadano: buscar la superación,
el bien común, la justicia y la solidaridad. Entrar a opiniones políticas esta
fuera del fenómeno polemológico siendo una tarea formidable que no asumo, simplemente
por no abarcar demasiado.
Mi posición breve al respecto en este tema
quiere aclarar de una vez a los que no entienden (o no quieren entender) la
posición del guerrero, y de los que los apoyamos, que debiéramos ser todos.
Quede claro que no exaltamos la violencia o la guerra porque sí. Que hablamos
de verdaderos combatientes y no de mercenarios –aunque algunos se llamen
militares –y menos de enfermos mentales.
Debemos
entender que el heroísmo no se presenta únicamente en la guerra. Que la guerra
tiene varias caras y que los tipos de esta y del “ser heroico” se dan con
extremada complejidad en el mundo actual.
Para ampliar mis apreciaciones en este
sentido les dejo el pase adjunto para que accedan a uno de los primero
artículos en mi blog Arcisterio, hace años, titulado “Sobre guerra, guerreros y
heroísmo”. Ver, entonces
|
GENERAL JUAN ORLANDO ZEPEDA -AUTOR DE PERFILES DE LA GUERRA |
Hacia una nueva era y Epílogo del Autor –Los Acuerdos de Paz trastocaron la nación
salvadoreña en sus simientes… menciona
una serie de cambios legales, institucionales, sociales y otros. Insta a
trabajar especialmente
en el campo de la Educación, con derechos humanos iguales para todos… La
Ley de Reconciliación aunque no formó parte del texto de los acuerdos… considera
que es una importante iniciativa legislativa, pieza fundamental para encontrar
la paz en la República. Claro que dependerá del contenido de dicha
ley, para que no sea lo contrario.
Con emoción
rememora los esfuerzos e intenciones para hacer este libro. Humildemente, no
reclama méritos para su persona, sino para el conjunto armónico que se llama Fuerza Armada,
deja material… Para
las jóvenes generaciones que no vivieron los rigores de la guerra... una
invocación vehemente… para que con Fe y Esperanza construyan una patria más
justa –lo que no puede ser más loable y digno de encomio. Misión
cumplida.
Imposible abstraerse del tema Educación como
solución global a todo. No lo creemos, si es que en el concepto no le incluimos
formación en valores –y no cualquier valor, sino los tradicionales, que han
forjado culturas y civilizaciones –para no echar por la borda miles de años de
desarrollo en aras a utopías absurdas o ambiciones desenfrenadas.
Para hablar en serio de “educación” como
algo de gran positividad debemos exigir como indispensable la calidad de los
educadores o maestros y, para ello, rescatar el sentido de Autoridad, perdido a
todos los niveles; su vulgarización, desprecio y hasta ridiculización es uno de
los más nefastos pecados de nuestra degradada situación social. Mas también necesitamos
de una sólida formación cultural, un cambio de idiosincrasia que nos vuelva más
disciplinados y paradójicamente más tolerantes. Saber, Valer, Actuar. Respetar.
La autoestima que se nutre del sentido de ayudar al otro y no de aprovecharse o
denigrarlo.
****
UNA
CITA QUE NO PUDE RESISTIR AGREGAR es
adjuntar los siguientes párrafos del trabajo que recomendé más arriba, sobre la
guerra y los guerreros; es sólo parte del mismo, pero que considero apropiada
al caso.
APOLOGÍA DE LA GUERRA
Estemos
claros que en principio, el Estado de Guerra como tal, no puede verse sino como
un agobio, un pesar y una desgracia propia de la situación imperfecta del ser
humano; es triste, rechazable y debe buscarse animosamente evitarla hasta donde
sea posible. Nadie sano será un auspiciador de la Guerra.
De
hecho se encuentran ingeniosas y atractivas frases que auspician la violencia
guerrera –La guerra es padre de todo
(Heráclito). Es cierto que para un carácter bien plantado, valiente y
heroico le son queridas. Compartimos y tienen razón… en su contexto y para plasmar
una cierta imagen idealizada, correcta desde el punto que ya se dio el hecho
detonante, pero jamás servirán estas reflexiones gloriosas para pretender que,
de por sí, es bueno guerrear, y que tampoco lo pretenden. Finalmente, digamos
que, frente a otras actividades y con la justa cólera de oír la cantinela
cansina de tanto individuo que no busca sino evadir a toda costa su deber, a
muchos nos dan ganas de enrostrarles algunas de ellas, viéndonos espada en mano
contra tanto cobarde, tanta alma pobre y tanto emboscado. Pero no. Toda persona
medianamente pensante, responsable y con fundamentos morales bien puestos –como
dice el código civil (con base al romano) “como un buen padre de familia” –sin
duda no simpatizará con una situación de guerra; algo más, quien más
legítimamente tiene que rechazarla es el militar, en cuanto auténtico guerrero,
ya que estar dispuesto y buscarla porque
sí son dos cosas totalmente distintas. Eso sí, cuando deba hacerse se hará,
y entonces hay que hacerla bien.
Parece mentira y no deja de sentirse un
tanto absurdo el tener que aclarar una cuestión de sentido común. Y es que
hemos llegado, después de años de propaganda por todos los medios, a tener que
justificar lo evidente: el hecho de que
la legítima defensa es un derecho natural de las personas y de las naciones.
Nadie en su sano juicio vería mal que un hijo de vecino se defienda a sí mismo
o a otra persona atacada arteramente. Lo que ocurre en el plano personal con
meridiana claridad es similar al hecho grande y triste de la guerra; en todos
los casos lo es, pero eventualmente es un estado de necesidad, un hecho a
enfrentar y un deber. Quedamos en que filosóficamente no debe desearse, pero
cuando se impone debe asumirse. Veamos.
Del Manuscrito
de Alvaro Rivas Gandía –personaje importante de mi libro Ángeles con Espadas: Hemos dejado
esposas, madres, amigos y lugares queridos. Muchos no escucharemos ya más el
sonido del riachuelo cerca del pueblo, no participaremos más de los alegres
momentos con nuestros camaradas, de los besos de nuestras mujeres, no
presidiremos más la comida, ni jugaremos con nuestros perros. Odiamos la guerra
porque nos mata a los amigos e hijos, deja sin padres a los hogares y es sucia,
sangrienta, bestial. Sin embargo vean: “¡Santo
Padre, es mejor la esclavitud que la guerra!”- gritó un joven a Pio XII y este
le respondió calificando tal grito de “Locura”. No es el pacifismo a ultranza.
Es ser pacífico, pero no a toda costa.
GUERRERO, MILITAR, SOLDADO Y MERCENARIO
|
Ahora bien
el admitir la verdad elemental que debemos prepararnos para la guerra si
queremos la paz: si vis pacem, para
bellum, si quieres la paz prepara la guerra, nos lleva ineluctablemente,
entre otras conclusiones a la necesidad de contar con capaces, valientes y
efectivos guerreros. Precisamente la existencia de estos molesta en demasía a
los decadentes y a los ocultos guerreros mundialistas. Pero ¿qué es un
guerrero? Maurice
Duverger dijo: El Estado no puede fundarse
solamente sobre los gendarmes, pero no hay Estado sin gendarmes. Y continúa el artículo…
GRANDES
COROLARIOS
- El Conflicto en
comento fue una agresión armada, política, sico-social e ideológica, organizada
por varios Estados, en connivencia con fuerzas orgánicas vernáculas que
conjuntamente funcionaron con el objetivo de apoderarse del Gobierno del
Estado. El “caldo de cultivo”, con su relativa importancia, no fue sino unos
granos de pólvora más, magnificados para crear un real detonante social.
- La agresión armada, con toda su historia de
altibajos y avatares, estaba a punto de ser ganada ampliamente por las fuerzas
militares; la Victoria les fue saboteada por elementos exógenos. Sí,
definitivamente, aunque suene mal y poco original, es el tema de la puñalada por la espalda, tan común
como real a través de la historia mundial. Falta de unidad de concepción y de
acción.
- No estamos a salvo. La guerra –lucha por el
Poder Absoluto (y por tanto corruptor) -ha continuado, con la mayor
peligrosidad de lo invisible o que no quiere creerse por cansancio o por miedo.
El pueblo sólo salva al pueblo cuando se organiza. Los paradigmas han cambiado
pero los valores son eternos. El obstinado grito pacifista encontrará la
muerte. Luchemos por la vida, la vida es lucha, la lucha no siempre se lleva
por las armas.
ADMONICIONES
FINALES
¡Valiente Guerrero Salvadoreño –militar y
civil –debes saber que no fuimos derrotados al final del conflicto! ¡Las
autoridades civiles nos hicieron doblar rodillas! ¡Nuestra voluntad de lucha
nunca se doblegó!
¡Valiente Guerrero de la Guerrilla, si
fuiste un luchador por un ideal, te has dado cuenta que te traicionaron y
cuando gobernaron te olvidaron!
¡Salvadoreños todos! Estamos más que claros
que lo que hemos tenido como derecha y las izquierdas que estuvieron en el
Poder han fallado del todo. ¡Únicamente unidos podremos no sólo enfrentar, sino
ganar la nación justa y segura que anhelamos para nuestros hijos! ¡Viva el
amor!
Roberto
López-Geissmann
Estos Comentarios fueron 10 Entregas, del
19 de setiembre al cinco de diciembre de 2019 (jueves). Terminado a las 3:45
hs. –de la madrugada.
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