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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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sábado, 21 de diciembre de 2019

LAS HORMIGUITAS DE DON WALDO - Sobre el escritor Chávez Velasco


La columna nacional
Las hormiguitas de don Waldo y otras “picadas” literarias

Roberto López-Geissmann*
El Diario de Hoy
Publicado en un dos de diciembre del siglo pasado.

WALDO CHÁVEZ VELASCO

La facilidad de perfilar caracteres y recrear ambientes sin largas y tediosas descripciones es un valor poco común.
No puedo indicar las causas, pero es un hecho cierto que la categoría de “ciencia-ficción” en la literatura se ha venido extendiendo hasta cotas que hasta hace no mucho eran tolerantes ajenas a lo que tradicionalmente se había comprendido. Ahora se le está cargando contenido con todo tipo de fantasías, de géneros bien diferentes, aunque a veces emparentados, como son el terror, el suspenso, la fantasía heroica, el de capa y espada, la fantasía medieval y otros más. Es injusto.

Dicho esto y relacionado con el libro Carmelita y las hormigas, del conocido y poligráfico escritor doctor Waldo Chávez Velasco, empezamos por consignar que, de los cinco cuentos, sólo uno cabría en la denominación clásica de tal y por extensión el que le da nombre a la obra —que en mi opinión es muy bueno, si se le quita un final abrupto—. Tres más son simpáticos y tremendamente fáciles de leer, al punto que fluye con una velocidad que uno los ha leído antes de lo que pensaba. Sólo uno, personalmente, no me gusta, pero el libro en sí vale la pena tenerlo.

La facilidad de perfilar caracteres y recrear ambientes sin largas y tediosas descripciones es un valor poco común y nada fácil de poseer, que le da a sus cuentos una agilidad envidiable. Felicitamos al escritor de las tres pes: Prolífico, poligráfico y polifacético, por esta nueva entrega, atreviéndonos a pedirle, por el gusto de leerlo, obra de mayor número de páginas.

¿Será posible que sea sólo por ahorrar?... ¡No puede ser...!
Ya en la temática quisiera consignar una preocupación en la que estoy seguro de no tener la exclusividad. Mucho libro nuevo está viniendo escuetamente con la edición del contenido del mismo y sin nada más, lo que “duele” a muchos amantes de la literatura, me explico... Poco antes en los libros uno podía encontrar: 1. Prólogo del autor. 2. Prólogo de otros. 3. Presentación del mismo —como algo un tanto diferente —y que podía igualmente ser del autor o de otro, y a veces hasta presentación y además prólogo, siendo común el que hubiera hasta de las distintas ediciones. 4. Estudios sobre la literatura en general, en particular, o hasta de la obra en sí a leerse. 5. Comentarios del editor, del compilador y hasta del traductor. 6. Breve biografía del autor. 7. A veces, al final, hasta interesantes anuncios de otras obras de la casa editora.

Creemos firmemente que, para muchos, esos agregados constituyen un valor de fina gourmetería literaria que, bien presentados, terminan por elevar la degustación del propio contenido. Es, para poner un ejemplo muy claro, como el cóctel, el vino, la ensalada, los quesos y los postres que rodean al plato principal en un banquete.

No estamos diciendo que deban aparecer todos ellos, aunque, si son buenos, caben todos, pero al menos nunca debieran faltar: 1) Un prólogo o presentación del autor a su primera edición, admitiendo como variante que un literato lo hiciera por él. 2) Un comentario adicional de otro. 3) Una reseña breve de obra, autor y contorno, pues bien escrita no necesita ser larga para lograr el interés, aportar datos interesantes y promover el contenido mismo, acercando a los lectores. Es triste que, a lo sumo, se dicen un par de cosas escuetas en la portada o contraportada —y a veces ni eso—. Hemos llegado al extremo que hasta falten los capítulos o partes de la obra, es decir, el índice.

Presentaciones con escasa concurrencia... Hay que buscar remediar la situación.
Hace unas semanas asistimos a una presentación de un libro de cuentos. Era ésta una recopilación de varios autores de varios países —en cuenta, seis del nuestro—. El lugar en que se presentó era amplio, correcto para el evento, accesible. Se sirvió luego un aceptable vino con buenos bocadillos. Un hombre de letras presentó un comentario correcto y esforzado sobre la obra. La presentación en comento recibió suficiente publicidad en los medios... PERO...

La asistencia fue ínfima. De los pocos que asistieron, la participación fue cero, pese a ser insistentemente llamados a hacerlo. Del numeroso grupo de escritores, no se encontraba presente más que uno —nacional— lo que pareciera dar a entender que no les interesa ni siquiera la promoción de sus libros... o que están demasiado ocupados en sus haceres literarios... u otros. No es mi objetivo zaherir a nadie, sino tan sólo indicar que en esto de la promoción literaria hay que partir de la más triste realidad: nuestros pueblos distan mucho de ser ávidos lectores. Con esto claro, habrá que pensar, repensar —y pedir auxilio a profesionales acaso— para acometer la dura labor de atraer, empezando a los que ya tuvieran algún interés (que los hay); si algo nos ha ido mal, valdrá analizar, buscar aliados, crear, “rebuscarse” y volver a insistir, pero amigos de las editoriales, escritores, trabajadores de la cultura, elementos del gobierno... no descansemos, no cejemos nunca en la tarea superior de promover la lectura y el trabajo literario en el mundo.

*Lic. en Ciencias Políticas

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