¡SE PROHIBE PENSAR!…
GOLPE A LA ESENCIA
DE LA LIBERTAD DE
EXPRESIÓN Y A LA DISIDENCIA
Conocí a Pedro,
departimos, hablamos durante varios días y estuve, claro, en su librería de
Barcelona (hasta tengo fotos con él y otros camaradas). Era entonces un
adolescente –yo soy algo mayor –y puedo decir que pocos jóvenes eran tan
serios, dedicados y responsables como él, lo que no quiere decir que no fuera
alegre en su momento. Perdimos contacto y ahora, al darme cuenta de su terrible
predicamento, perseguido por “el fiscal del odio” no he podido menos que
humedecer mis ojos en solidaridad y simpatía.
De inmediato pensé escribir algo en su apoyo, pero mi hijo lo realizó
con una corrección estupenda, por lo que remito a su dirección para que lo
lean... http://castillosytrincheras.blogspot.com/2016/08/pedro-varela-democracia-y-la.html
Invito a leer noticias y entrevistas con este valiente
historiador, ciudadano ejemplar y guerrero calumniado –con escribir su nombre
podrán acceder. No está demás patentizar todos los tipos de apoyo posibles; pensemos
que la perrera internacional lanza sus tentáculos por doquier ¡Barbas en
remojo!
El 28 de abril de 2010 publicó El Diario de Hoy lo que sigue…
Más allá de lo evidente…
EL ROSTRO OCULTO DE LA LUNA
Roberto López-Geissmann
A este servidor siempre le ha
interesado ver un poquito más allá de las apariencias. Por eso he puesto el
ejemplo de la luna, que carece de luz propia, la luz que de ella proviene la
origina el sol; además sólo vemos desde la tierra una cara, la iluminada, y
desconocemos visualmente lo que nos oculta su rostro oscuro… pero a veces es al
revés y esta sociedad de opinión nos muestra –o insiste en hacerlo
prioritariamente –sólo el lado oscuro de algo. Pienso darle luz a algunos de
estos interesantes lados –unas veces para bien, otras para mal –tratando en
todos los casos de iluminarlo para verlo mejor.
Claro está que todo esto está ligado –y
bastante –al “pensamiento políticamente correcto”. El pensamiento moderno busca
la cultura enlatada, la síntesis ligera, el consentido consenso y sobre todo la
serena conciencia de cobijarse entre poderosos pilares, que son también
propulsores de la certeza religiosa (aunque se niegue este término) en el
progreso de la ciencia y que todo lo porvenir será mejor. La Revolución Francesa
será ensalzada sin medida. La Conquista
Española atacada con su negra leyenda, que extenderán a la Inquisición,
desmedidamente. La
Partidocracia será disfrazada de Democracia, después de
envolver esta en angélicos ropajes, omitiéndole vicios y cambiando la historia.
Se desmantela al marxismo, como una bomba a la que se desarma, para introducir
sus componentes y luego, ya estando adentro, volverla a armar, profundamente
enquistada ya en un sistema ignorante e iluso. De mil formas se combate a la
Edad Media, al espíritu guerrero y heroico,
a la Iglesia Católica
(de hecho a cualquier manifestación espiritual tradicional y seria) y al noble
orgullo de nuestra cultura hispánica. En nombre de un humanismo libertario,
unos derechos idealizados hasta llegar al ridículo solidarismo con animales y
plantas, se lanza a la perrera más oscurantista y parcial que jamás existió.
DOS EJEMPLOS: 1. Ideología y Partidos. Se trata de presentar a estos como
agrupaciones de fuerza política, desprovistos de aquella, a la que se pinta de
algo malo, perimido, que ya no se debiera usar, cuando no es más que el alma y
la justificación del uso mismo de la fuerza política. Una articulista (de mi
apellido) de este periódico publicó hace poco un esclarecido artículo al
respecto, despejando la idea de que la misma fidelidad de los funcionarios y
miembros de los partidos no puede sino reforzarse en la medida en que exista
una clara ideología, vivida y practicada, pues lo contrario favorece la
confusión y la defección. 2. Decadencia
de la Iglesia. En primer lugar: se exagera, se miente y se evita comparar con otras,
restando así una reflexión saludable y equilibradora. Se evita mencionar los
gigantescos hechos civilizadores y la actual labor que realiza, pese a toda una
cascada de múltiples ataques. Aunque quizá la cara más oculta es la triste y
para muchos sorpresiva constatación que la prueba más dura que la Iglesia sufre –sólo
explicable a nivel de “misterio de iniquidad” –es el insensato atentado del
Concilio Vaticano II, que ante la vista “ciega” del mundo y “desde arriba” la
ha socavado tanto.
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