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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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domingo, 15 de mayo de 2016

EL ARTE DEL BUEN VIVIR




   Este artículo apareció el seis de octubre de 2010 en El Diario de hoy.



Recomendaciones de un pesimista, para la felicidad
EL ARTE DEL BUEN VIVIR
                                                                                    Roberto López-Geissmann

Al que todo lo pierde, le queda Dios todavía.
No es la dificultad la que impide atreverse, pues de no atreverse viene toda la dificultad.
 Arthur Schopenhauer

   Es el título del libro que hoy comentamos, cuyo autor es el célebre filósofo alemán, Arthur Schopenhauer. Un pensador denso, no tan fácil de leer en sus obras principales, pero sumamente claro y agradable en la citada. Explica su obra como “sabiduría y arte de hacer la vida lo más agradable y feliz posible”, sin embargo nada estaría más lejos de un sentido propiamente epicúreo y mucho menos hedonista (placer por él mismo) que lo que pretende este poderoso filósofo antihegeliano. Porque el “buen vivir” no es una concepción de vida fácil, sino entender la existencia “como una lucha permanente contra lo mediocre” y, en la sociedad, el peligro más grande –para la integridad profunda del hombre –es el tedio. Para luchar contra este hay que estar en forma física y espiritualmente, para lo que no aconseja el optimismo, sino “una vida con dimensión y sentido”; así, el libro será una interesante serie de reflexiones de los que cada quien puede sacar conclusiones aplicadas a lo concreto.
   Sin ir más adelante quiero reseñar para el apreciado lector, que en la vida que nos rodea, entre amigos y conocidos –eso sí, en número muy escaso –podemos encontrar artífices dilectos de esa magna obra de arte que es la vida; no me refiero al sobado término de “exitoso”, que a veces esconde a un burro cargado de dinero o vanas –aunque ostentosas –ejecutorias, sino a quien ha balanceado de tal manera sus deseos, sus capacidades, sus valores, su vida pública y familiar de tal manera que se puede merecer el summa cum laudae o máster en vivir.
Reseña sintética de la obra: En el Cap.1° presenta su obra (de seis, en 284 pag. para la edición de EDAF); el Cap.2° diserta sobre lo que uno es (salud, fuerza, belleza, temperamento, carácter moral e inteligencia); el Cap.3° sobre lo que uno tiene (propiedades y toda clase de haberes); Cap. 4° lo que representamos –cómo nos ven (dividida en honor, categoría y gloria); Cap. 5° que nos brinda ordenadamente sus Máximas, de las que doy una muestra: “bastarse a sí mismo… es seguramente, para nuestra felicidad, la condición más favorable; Cap. 6° que trata sobre la diferencia de las épocas de la vida, pletórico de ideas, así: el cómo queremos a veces estar en un lugar distante, siendo que lo que anhelamos es el tiempo que allí pasamos hace años –confundiendo espacio con tiempo -, y cuando al fin llegamos nos desilusionamos.
Un punto a destacar- entre los muchos posibles es –en el Cap. 4° -cuando alude a las sinrazones y hasta el profundo ridículo que llega a darse en defensa del honor, cuando los dictados del buen juicio son nublados por sentimientos manipulados por idearios de una falsa caballerosidad, puntillosa en demasía y que en el fondo escoge lo opuesto de la virtud, cual es la fuerza bruta, llegándose hasta el cobarde duelo. Recalca la vanidad y estupidez de basarse y sufrir sobre lo que los demás piensen, lo que es grave socialmente si se lleva a la ley.

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