SER POLÍTICAMENTE CORRECTO
Sólo tras un largo y complejo acondicionamiento
sico-sociológico, ejecutado en forma masiva y continuada, por múltiples medios,
con feroz insistencia y con la colaboración, generalmente inconciente, de una
serie de figuras públicas, de la farándula, y de presentadores de programas de
todo pelaje, llegamos a tener –en esta confundida sociedad –la figura
poderosísima de lo que se da en llamar “el pensamiento correcto” (a veces
“políticamente correcto”) el que no se establece con una concreción específica,
no son unos mandamientos escritos en concreto, o una codificación formal… pero
sí son igualmente claros y detectables; la mentalidad light o superficial bien los detecta y los adopta, ya sea por el
menor esfuerzo, sentirse con el rebaño (¿Adónde va Vicente? –adónde va toda la
gente), porque un cualquiera de la TV o la radio se lo sugirió, o incluso por
coincidir con un diputado de ídem cultura. Caigamos en la cuenta que la
Masificación nos resta libertad. Reflexionar, leer, cultivarse y, ante todo,
pensar. Sólo eso nos salvará.
Aparecido en El Diario de Hoy
el 15 de diciembre de 2009.
Claves de la Manipulación
Global
TRAS EL PENSAMIENTO CORRECTO
Roberto López-Geissmann
No se tratará acá de cómo
lograr el “pensamiento correcto” como singularidad única, porque ese sólo es
propio de la divinidad. Sino por el contrario de develar los orígenes de esa
ola oculta de manipulación global del pensamiento que pasa por el “pensamiento
correcto”, entendido este como un sistema UNICO de valores y creencias que
produce consecuentes comportamientos y actitudes que se traducen en acciones y
decisiones, las que se quieren de
aceptación universal, igualmente que el rechazo a lo que no vaya dentro de esos
cánones.
Por el espacio, no descenderemos más en el tiempo ni extenderemos
tampoco la anchura en el espectro de padres y adalides del mismo. Comencemos
con Antonio Gramsci y Georg Lukacs –en sus libros Cuadernos de la Cárcel
e Historia y Conciencia de Clase, respectivamente ––con sus grandes
creaciones ideológicas y la creación de la Escuela de Frankfurt (que revolucionaron y dieron
un impulso impresionante a la
Revolución propiciada por el marxismo leninismo).
El primero dándole vuelta a la incidencia de lo económico por lo
cultural, en la medida que estima que el hacer del hombre lo maneja la clase
dominante, hegemonizando culturalmente a toda la sociedad, “así –dice Gramsci –
no podremos hacer la revolución antes de formar al nuevo hombre (aceptando que
será un camino más largo, pero más seguro) si no le cambiamos previamente sus patrones de pensamiento y
conducta”. Lukacs, con su Teoría
Crítica, en la que afirma “ver la destrucción revolucionaria de la sociedad
como la única forma de resolver el conflicto de contradicciones de la época”,
dan lugar a una secuencia de adhesiones y rechazos.
Sin ambigüedades aceptan que se realice un Terrorismo Cultural,
iniciando con una Educación Sexual Radical por la que se manejan ideas como el
amor libre, la burla de la moral pequeño burguesa (de la clase media) y su
desfasada idea de la monogamia y la fidelidad, haciendo llamados a las mujeres
a una rebeldía constante e “iluminando” sobre la irrelevancia de la Religión. La
Tradición, el Patriotismo, el Heroísmo y la Lealtad son atacadas y sustituidas por las
sub-teorías derivadas que hablan de sustituir la colaboración entre los sexos
por el género (igualdad total), la androginia y el matriarcado (dominio social
completo de las mujeres), elaborando teorizaciones completas sobre la Familia, lo Judicial, el
Derecho en sí, las Fuerzas Armadas, la Educación, la Literatura y
prácticamente toda actividad del hombre en sociedad.
Lo impresionante es que la actividad que comenzaron a desarrollar estos
“ingenieros sociales” hace 90 años y que en su época era escandalosa se
encuentra ahora como material normal de clase en las universidades occidentales
más respetadas, pautas de rigor para los medios de comunicación y pensum de
estudios educativo aceptado sin mayores discusiones. La conspiración
neomarxiana ha avanzado, sus desgraciados resultados campean por toda una
sociedad superficial, egoísta e inculta que, como dijo Lenin “venderá la soga
con la que la van a ahorcar”. Por eso es que es sano pensar un poco más en
Disensos que en Consensos. Es libertad.
Al
mismo tiempo hemos subido a este blog en la sección de Noticias relevantes y sus comentarios, la noticia de Natalie Grant,
rechazando la ideología “progre”, en la que se concretan las acciones derivadas
del pensamiento “correcto”, que realmente tiende a constituirse como un
pensamiento único. Recomendamos el interesantísimo libro que
aparece en el recuadro de abajo
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