MAPA DE
RUTA PARA MOVIMIENTOS DE BUENA DERECHA
S.S. 31 de diciembre de 2019
Especial
para Arcisterio, por Roberto
López-Geissmann
PARTE PRIMERA -Ubicando
adónde se está y hacia dónde no se debe ir
Ante la desesperación y el desconcierto que
cunde entre prácticamente todas las naciones, al no encontrar un rumbo al que
dirigirse después de los fracasos continuados y probados de las tendencias
derechistas e izquierdistas que hasta el momento han tenido la posibilidad de
probarse, dejando constancias de su gran incapacidad, surgen instancias
diversas que sugieren un nueva ruta, superior a las otras. Pensaremos ahora,
tratando de poner un poco de orden al respecto.
Este escrito no está dirigido únicamente a
conocedores, de cualquier lado, sino que también a la generalidad, para que
sepa, cavile, reflexione e investigue. No importa tanto en qué lugar se
considere estar, como las perspectivas que desde allí pueda ver. Lo ideológico,
lo filosófico-político, lo meta político, los valores y principios, son
definiciones que categóricamente se resienten de polémica y gran confusión. Resaltemos que por los dos grandes bloques
de probada incapacidad se genera, a veces sutilmente, a veces con gran encono,
un rechazo a toda otra posición que no sea la de ellos o su “querido enemigo”;
tienen mucho tiempo deshaciendo toda otra opción, son los verdaderos
extremistas, polarizantes y quieren un mundo de una sola alternativa.
Sólo entre ellos dos. Por lo que están
obligados a declarar malditas a todas las otras propuestas. Y aquí viene un
sesgo interesantísimo, un “chanfle”, un “efecto especial”, que de hecho es
magistral y confunde lo suyo: el que se
admita que una ideología “deba por fuerza nutrirse de principios de ambos lados”.
Nada más falso. Si bien en ambas hay sentimientos de la más alta positividad en
lo que cabe a lo humano, como el deseo de justicia, paz, bienestar general, desarrollo
integral, respeto… no son estos excelsos sentimientos posesión exclusiva de
ninguna posición política; demuestran, eso sí, que el que no estuviera acorde a
ellos o los despreciara sería, entonces sí, en una línea contraria del todo a
la calidad humana como tal. Ellos son indiscutibles y valiosos.
Las Izquierdas,
que de hecho son muchas y su simple enumeración nos llevaría demasiado lejos,
tienen como elementos comunes una serie de elementos completamente errados, si
no absurdos, como son la erradicación de la propiedad privada, el ateísmo, la
igualdad –que conlleva el sufragio universal y una serie abundante de resultantes
de adherir tal despropósito (elimina jerarquías), la separación social en
clases enfrentadas y destinadas al odio y la lucha entre sí y la solución final
de una revolución (sangrienta o moderada) que diera al traste con todos los
principios de la civilización occidental cristiana, quedando sólo la opresión.
Al eliminar toda tradición se embarcan en una estética torcida, un arte
degradado y un libertinaje degenerado –similar al liberal.
Las Derechas,
que son muchísimas más, pero que precisamente por el “efecto gracioso” han
hecho parecer que al contrario son bastante menos, pues quieren hacer creer que
todas se basan en los derivados del liberalismo y la revolución francesa. Así
todo lo que no derive de este cuadro –capitalismo y democracia en su propia
receta –es ya una locura estúpida, inhumana y digna de rechazo. Pero esta
corriente posee sin embargo cuestiones definitivamente útiles para la sociedad,
como es el adherir a un Estado de Derecho, división de poderes en un Estado que
no sea gigantesco, aceptación de los derechos naturales (que los llaman
humanos), participación de la ciudadanía en las decisiones, respeto a las
concepciones espirituales siempre que no vayan contra la Moral y una aplicación
ética que incide en educación con sentido que pretende la unidad.
No son dos fieles de igual valor en una
balanza. La izquierda tiene como “máximo exponente” al marxismo y sus nefastas
teorías económicas, y sus materialismos (histórico y dialéctico), su lucha
inmoral por el Poder, carece de otro objetivo que lograrlo, conservarlo y
aprovecharse. No sirve para nada más. La Derecha es potente en su capacidad
productiva y, como ya enunciamos, en otras categorías políticas –aunque retuerzan
algunas más que otras –pero su gran debilidad estriba en que su ambición,
egoísmo e individualismo a ultranza la lleva a la eliminación de toda moral que
se oponga a sus intereses (la riqueza como un dios), en comunicación con la
izquierda erradican la Ética, manipulan, corrompen, le vale un pepino toda
discusión sobre justipreciación del trabajo o reparto de utilidades, se burlan
de la generosidad aunque amagan con una falsa solidaridad y terminan entregando
las naciones al poder internacional de la Finanza. El otro lado no sirve, este
tiene mucho que dar, pero hay que podarlo.
Los puentes entre ellos son el materialismo,
el concepto de que el fin justifica los medios, el rechazo de toda
espiritualidad, el pragmatismo y un gran egoísmo. En resumen el Marxismo y el
Liberalismo, este prepara la llegada del
otro.
PARTE SEGUNDA – Dentro del
universo de derechas. La nueva esperanza
Por lo anterior: ningún giro a la izquierda,
es decir, a sus enfermizas y desatinadas soluciones a la “cuestión social”. No
sólo eso. Un componente de la mayor importancia es levantar la bandera –una de
ellas, para nada exclusiva –del antimarxismo integral; para ello hay que
desmontarlo, patentizar el tremendo error de sus afirmaciones teóricas y lo
criminal de sus aplicaciones prácticas. Nunca debemos negar a los que estaban obnubilados
por la machacona verborrea izquierdista; brazos abiertos para los que abandonan
ya convencidos.
En un segundo movimiento debemos alejarnos
del Liberalismo, con todas sus divisiones de clásicos, neos o libertarios. Por
tercera vez decimos que hay aspectos destacables, pero es lo genérico, no lo
que lo hace específico. Si en el otro grupo hay que recibir de brazos abiertos
a los que se dieren cuenta de su error, cómo no lo haríamos en este, en el que
tantas personas han sido orilladas a creer que esta es la mejor defensa de la
civilización occidental, cuanto que si va a la historia verá que con estas
ideas empezó la enfermedad que hoy nos acaba.
Si bien nada para los zurdos –ya explicamos
que los sentimientos no son ideología –debemos pasar una fina criba, un
colador, por las tendencias derechistas del conocido “sistema democrático
liberal”. Un No rotundo a un Estado totalitario, racista, de partido único,
fundamentalista… pero tampoco será de aceptar el bipartidismo o partidarismo decadente,
el aplastar los derechos de las minorías, la votación inorgánica y el escondido
dominio de la usura y el interés por sobre la gestión y el trabajo. Rechazamos
toda la ideología de género, afirmamos el identitarismo, afirmamos la libertad
y que Dios está vivo.
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CUNDE EN EUROPA |
La metapolítica es un ejercicio
crítico y teórico; es el estudio de una ideología en tanto discurso: la
evaluación de sus principios, de sus nociones, los elementos que la
estructuran, su ontología, sus posibilidades de aplicabilidad. Es por ello que
para precisar con mayor nitidez estas ideas debiésemos desarrollar un trabajo
por lo menos diez veces más largo.
Si alguien resiente o sospecha que este
discurso doctrinario es demasiado “filosófico”, es el momento de remitirlo a la
investigación de lo que estas ideas están pegando, cundiendo, ganando en buena
parte de Europa. Es el último bastión en que se ha de jugar nuestra
civilización toda. Vayan y estudien esto.
TERCERA PARTE – Algunos ejemplos
de la diversidad de lo nuestro
Visto lo anterior encontrarán una real
multiplicidad de opciones y ofertas, de gran interés, sorprendiendo a muchos y
con coherencia (la mayoría) y de una sencillez que una vez captada enfurecerá
al que vaya conociendo lo “nuevo”, que en realidad no es más que aplicaciones
múltiples de joyas del pensamiento de todas las épocas, escamoteadas por la
pareja de rufianes que nos engañaron.
Mi alter ego José Antonio dijo: “Ya es hora de acabar con la idolatría electoral. Las
muchedumbres son falibles como los individuos, y generalmente yerran más. La
verdad es la verdad (aunque tenga cien votos). Lo que hace falta es buscar con ahínco la verdad, creer
en ella e imponerla, contra los menos o contra los más”. Conjugar Verdad con
Libertad y Seguridad: Bien Común.
Me disculpo, por primera vez, en el fárrago de hacer este
trabajo extravié el nombre del ideólogo que escribió los siguientes párrafos,
que son apenas una pequeña parte de miles de artículos y declaraciones de buena
derecha. “Los partidos tradicionales han menospreciado el
cultivo de las virtudes cristianas o patrióticas. Los populismos, nacionalistas o independentistas, se
han aprovechado, ofreciendo una versión deformada del cristianismo y el
patriotismo.
A mi juicio, el
secreto del éxito de la nueva derecha es que antepone lo moral a lo material.
Los políticos progresistas siguen operando con una mentalidad materialista o
marxista, centrada en la explotación económica. Y, sin duda, la globalización y
la automatización han precarizado muchos puestos de trabajo. Urge mejorar la
capacidad de negociación y los salarios de trabajadores que encadenan míseros
contratos temporales. Pero muchos ciudadanos sienten que, con la inestabilidad
laboral, no están perdiendo solo bienestar, sino también identidad, el orgullo
de formar parte de una idea que les trascienda: su comunidad, su profesión o su
fábrica.
La nueva derecha
no es marxista, sino weberiana. A diferencia de Marx, Weber creía que el motor
del mundo no son los recursos materiales, sino las ideas. Siguiendo esta
lógica, la derecha radical no ansía llenar las carencias materiales, sino los
huecos existenciales de los votantes”.
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Existen tendencias nacionalistas,
tradicionalistas, nacional revolucionarias, mezcladas… quienes atacan más
fuerte que los otros a la derecha (eso sí, todos contra la izquierda), los hay
de aportaciones increíblemente originales –al menos para la generalidad –como el
Arqueo-Futurismo, los Cuerpos Intermedios (para distribuir el Poder) el Crédito
Social y los que abominan de los integrismos, de los sincretismos, los que
desprecian a los extremismos, otros se acogen a ese apelativo (nadie pretende
aprobar a los liberales tampoco), y muchísimos más en una gran riqueza. Es ya
tiempo de salir al ancho mundo de bucear en el pasado y volar por encima de los
rastreros de siempre para tratar de encontrar un mejor futuro. Un ejemplo tan
solo: Apoyo al Movimiento Nacional
católico, patriota y de Derecha. Advertencia: SOMOS DE EXTREMA DERECHA, nada de
esas payasadas y eufemismos de "tercera vía". Extrema
derecha uruguaya.
Otro
ejemplo. entre muchos, es la Derecha Proletaria: “La izquierda no
tiene ideología propia, lo que hace es pasar
la ideología de la derecha tradicional, la justicia social, la
familia, por un filtro marxista.
Así, a la ideología tradicional le
quita lo sustancial para añadirle ateísmo, materialismo histórico
ó “científico”, lucha de clases etc. Hoy
en día, una vez abandonado la lucha de clases, el apoyo al proletariado,
asumiendo la lucha anticapitalista por derrotada, le da un giro de tuerca
liberal acogiendo a ideologías LGTB, feministas etc.
La derecha nada o
poco tiene que ver con el liberalismo, y el capitalismo aunque en los últimos
tiempos hayan pactado tanto la falsa izquierda como la falsa derecha con el
liberalismo y el capitalismo.
El primer
obstáculo que se opuso al capitalismo fue el tradicionalismo no el marxismo ni
la izquierda etc. El espíritu capitalista era contrario al espíritu de la
derecha conservadora cristiana. El capitalismo para llegar a imponerse tuvo que
afrontar y atacar la idea de vida y conducta tradicional "de trabajar para
la suficiencia, que es ganar lo necesario para seguir viviendo", a la que
Weber demuestra idea ligada a la derecha y al tradicionalismo.
Una
de los múltiples confusionismos es creer que ser conservador es igual que ser
reaccionario. Una persona de derechas es una persona conservadora y
define conservador como una persona defensora de los valores tradicionales. Mientras
que la definición de reaccionario es aquella persona contraria a las
innovaciones, especialmente en política.
La derecha liberal burguesa es "antifascista"
porque entiende que todo lo que sale de sus parámetros burgueses de
su democracia Liberal, Por ello en su mentalidad antimoral y anti ética dan a
la democracia liberal unos parámetros éticos inexistentes per se. Que tampoco se los añaden,
dan por hecho que lo tiene, para tratar de ser freno, antidisturbios y
acosar a todo lo que no se mueva en esos parámetros. Anti-éticos y
anti-naturales. Ya no se nace en una comunidad sino en una democracia liberal.
Que es el eco de la represión constante”.