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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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¿DE QUÉ ESTAMOS HECHOS?

    Contrariamente a la moda en boga de los medios, los presentadores y buena parte de la red, que se pretenden mesurados, línea media, ...

martes, 31 de diciembre de 2019

MAPA DE RUTA PARA MOVIMIENTOS DE BUENA DERECHA


MAPA DE RUTA PARA MOVIMIENTOS DE BUENA DERECHA

S.S. 31 de diciembre de 2019

Especial para Arcisterio, por Roberto López-Geissmann



PARTE PRIMERA -Ubicando adónde se está y hacia dónde no se debe ir

   Ante la desesperación y el desconcierto que cunde entre prácticamente todas las naciones, al no encontrar un rumbo al que dirigirse después de los fracasos continuados y probados de las tendencias derechistas e izquierdistas que hasta el momento han tenido la posibilidad de probarse, dejando constancias de su gran incapacidad, surgen instancias diversas que sugieren un nueva ruta, superior a las otras. Pensaremos ahora, tratando de poner un poco de orden al respecto.
   Este escrito no está dirigido únicamente a conocedores, de cualquier lado, sino que también a la generalidad, para que sepa, cavile, reflexione e investigue. No importa tanto en qué lugar se considere estar, como las perspectivas que desde allí pueda ver. Lo ideológico, lo filosófico-político, lo meta político, los valores y principios, son definiciones que categóricamente se resienten de polémica y gran confusión. Resaltemos que por los dos grandes bloques de probada incapacidad se genera, a veces sutilmente, a veces con gran encono, un rechazo a toda otra posición que no sea la de ellos o su “querido enemigo”; tienen mucho tiempo deshaciendo toda otra opción, son los verdaderos extremistas, polarizantes y quieren un mundo de una sola alternativa.
   Sólo entre ellos dos. Por lo que están obligados a declarar malditas a todas las otras propuestas. Y aquí viene un sesgo interesantísimo, un “chanfle”, un “efecto especial”, que de hecho es magistral y confunde lo suyo: el que se admita que una ideología “deba por fuerza nutrirse de principios de ambos lados”. Nada más falso. Si bien en ambas hay sentimientos de la más alta positividad en lo que cabe a lo humano, como el deseo de justicia, paz, bienestar general, desarrollo integral, respeto… no son estos excelsos sentimientos posesión exclusiva de ninguna posición política; demuestran, eso sí, que el que no estuviera acorde a ellos o los despreciara sería, entonces sí, en una línea contraria del todo a la calidad humana como tal. Ellos son indiscutibles y valiosos.
   Las Izquierdas, que de hecho son muchas y su simple enumeración nos llevaría demasiado lejos, tienen como elementos comunes una serie de elementos completamente errados, si no absurdos, como son la erradicación de la propiedad privada, el ateísmo, la igualdad –que conlleva el sufragio universal y una serie abundante de resultantes de adherir tal despropósito (elimina jerarquías), la separación social en clases enfrentadas y destinadas al odio y la lucha entre sí y la solución final de una revolución (sangrienta o moderada) que diera al traste con todos los principios de la civilización occidental cristiana, quedando sólo la opresión. Al eliminar toda tradición se embarcan en una estética torcida, un arte degradado y un libertinaje degenerado –similar al liberal.
   Las Derechas, que son muchísimas más, pero que precisamente por el “efecto gracioso” han hecho parecer que al contrario son bastante menos, pues quieren hacer creer que todas se basan en los derivados del liberalismo y la revolución francesa. Así todo lo que no derive de este cuadro –capitalismo y democracia en su propia receta –es ya una locura estúpida, inhumana y digna de rechazo. Pero esta corriente posee sin embargo cuestiones definitivamente útiles para la sociedad, como es el adherir a un Estado de Derecho, división de poderes en un Estado que no sea gigantesco, aceptación de los derechos naturales (que los llaman humanos), participación de la ciudadanía en las decisiones, respeto a las concepciones espirituales siempre que no vayan contra la Moral y una aplicación ética que incide en educación con sentido que pretende la unidad.
   No son dos fieles de igual valor en una balanza. La izquierda tiene como “máximo exponente” al marxismo y sus nefastas teorías económicas, y sus materialismos (histórico y dialéctico), su lucha inmoral por el Poder, carece de otro objetivo que lograrlo, conservarlo y aprovecharse. No sirve para nada más. La Derecha es potente en su capacidad productiva y, como ya enunciamos, en otras categorías políticas –aunque retuerzan algunas más que otras –pero su gran debilidad estriba en que su ambición, egoísmo e individualismo a ultranza la lleva a la eliminación de toda moral que se oponga a sus intereses (la riqueza como un dios), en comunicación con la izquierda erradican la Ética, manipulan, corrompen, le vale un pepino toda discusión sobre justipreciación del trabajo o reparto de utilidades, se burlan de la generosidad aunque amagan con una falsa solidaridad y terminan entregando las naciones al poder internacional de la Finanza. El otro lado no sirve, este tiene mucho que dar, pero hay que podarlo.
   Los puentes entre ellos son el materialismo, el concepto de que el fin justifica los medios, el rechazo de toda espiritualidad, el pragmatismo y un gran egoísmo. En resumen el Marxismo y el Liberalismo, este prepara la llegada del otro.

PARTE SEGUNDA – Dentro del universo de derechas. La nueva esperanza



   Por lo anterior: ningún giro a la izquierda, es decir, a sus enfermizas y desatinadas soluciones a la “cuestión social”. No sólo eso. Un componente de la mayor importancia es levantar la bandera –una de ellas, para nada exclusiva –del antimarxismo integral; para ello hay que desmontarlo, patentizar el tremendo error de sus afirmaciones teóricas y lo criminal de sus aplicaciones prácticas. Nunca debemos negar a los que estaban obnubilados por la machacona verborrea izquierdista; brazos abiertos para los que abandonan ya convencidos.
   En un segundo movimiento debemos alejarnos del Liberalismo, con todas sus divisiones de clásicos, neos o libertarios. Por tercera vez decimos que hay aspectos destacables, pero es lo genérico, no lo que lo hace específico. Si en el otro grupo hay que recibir de brazos abiertos a los que se dieren cuenta de su error, cómo no lo haríamos en este, en el que tantas personas han sido orilladas a creer que esta es la mejor defensa de la civilización occidental, cuanto que si va a la historia verá que con estas ideas empezó la enfermedad que hoy nos acaba.
   Si bien nada para los zurdos –ya explicamos que los sentimientos no son ideología –debemos pasar una fina criba, un colador, por las tendencias derechistas del conocido “sistema democrático liberal”. Un No rotundo a un Estado totalitario, racista, de partido único, fundamentalista… pero tampoco será de aceptar el bipartidismo o partidarismo decadente, el aplastar los derechos de las minorías, la votación inorgánica y el escondido dominio de la usura y el interés por sobre la gestión y el trabajo. Rechazamos toda la ideología de género, afirmamos el identitarismo, afirmamos la libertad y que Dios está vivo.

CUNDE EN EUROPA

   La metapolítica es un ejercicio crítico y teórico; es el estudio de una ideología en tanto discurso: la evaluación de sus principios, de sus nociones, los elementos que la estructuran, su ontología, sus posibilidades de aplicabilidad. Es por ello que para precisar con mayor nitidez estas ideas debiésemos desarrollar un trabajo por lo menos diez veces más largo.
   Si alguien resiente o sospecha que este discurso doctrinario es demasiado “filosófico”, es el momento de remitirlo a la investigación de lo que estas ideas están pegando, cundiendo, ganando en buena parte de Europa. Es el último bastión en que se ha de jugar nuestra civilización toda. Vayan y estudien esto.

TERCERA PARTE – Algunos ejemplos de la diversidad de lo nuestro


   Visto lo anterior encontrarán una real multiplicidad de opciones y ofertas, de gran interés, sorprendiendo a muchos y con coherencia (la mayoría) y de una sencillez que una vez captada enfurecerá al que vaya conociendo lo “nuevo”, que en realidad no es más que aplicaciones múltiples de joyas del pensamiento de todas las épocas, escamoteadas por la pareja de rufianes que nos engañaron.
   Mi alter ego José Antonio dijo: “Ya es hora de acabar con la idolatría electoral. Las muchedumbres son falibles como los individuos, y generalmente yerran más. La verdad es la verdad (aunque tenga cien votos). Lo que hace falta es buscar con ahínco la verdad, creer en ella e imponerla, contra los menos o contra los más”. Conjugar Verdad con Libertad y Seguridad: Bien Común.

   Me disculpo, por primera vez, en el fárrago de hacer este trabajo extravié el nombre del ideólogo que escribió los siguientes párrafos, que son apenas una pequeña parte de miles de artículos y declaraciones de buena derecha.   “Los partidos tradicionales han menospreciado el cultivo de las virtudes cristianas o patrióticas. Los populismos, nacionalistas o independentistas, se han aprovechado, ofreciendo una versión deformada del cristianismo y el patriotismo.
   A mi juicio, el secreto del éxito de la nueva derecha es que antepone lo moral a lo material. Los políticos progresistas siguen operando con una mentalidad materialista o marxista, centrada en la explotación económica. Y, sin duda, la globalización y la automatización han precarizado muchos puestos de trabajo. Urge mejorar la capacidad de negociación y los salarios de trabajadores que encadenan míseros contratos temporales. Pero muchos ciudadanos sienten que, con la inestabilidad laboral, no están perdiendo solo bienestar, sino también identidad, el orgullo de formar parte de una idea que les trascienda: su comunidad, su profesión o su fábrica.
   La nueva derecha no es marxista, sino weberiana. A diferencia de Marx, Weber creía que el motor del mundo no son los recursos materiales, sino las ideas. Siguiendo esta lógica, la derecha radical no ansía llenar las carencias materiales, sino los huecos existenciales de los votantes”.
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   Existen tendencias nacionalistas, tradicionalistas, nacional revolucionarias, mezcladas… quienes atacan más fuerte que los otros a la derecha (eso sí, todos contra la izquierda), los hay de aportaciones increíblemente originales –al menos para la generalidad –como el Arqueo-Futurismo, los Cuerpos Intermedios (para distribuir el Poder) el Crédito Social y los que abominan de los integrismos, de los sincretismos, los que desprecian a los extremismos, otros se acogen a ese apelativo (nadie pretende aprobar a los liberales tampoco), y muchísimos más en una gran riqueza. Es ya tiempo de salir al ancho mundo de bucear en el pasado y volar por encima de los rastreros de siempre para tratar de encontrar un mejor futuro. Un ejemplo tan solo: Apoyo al Movimiento Nacional católico, patriota y de Derecha. Advertencia: SOMOS DE EXTREMA DERECHA, nada de esas payasadas y eufemismos de "tercera vía". Extrema derecha uruguaya.

   Otro ejemplo. entre muchos, es la Derecha Proletaria: “La izquierda no tiene ideología propia, lo que hace es pasar la ideología de la derecha tradicional, la justicia social, la familia, por un filtro marxista. 
   Así, a la ideología tradicional le quita  lo sustancial para añadirle ateísmo, materialismo histórico ó “científico”, lucha de clases etc.   Hoy en día, una vez abandonado la lucha de clases, el apoyo al proletariado, asumiendo la lucha anticapitalista por derrotada, le da un giro de tuerca liberal acogiendo a ideologías LGTB, feministas etc.
  La derecha nada o poco tiene que ver con el liberalismo, y el capitalismo aunque en los últimos tiempos hayan pactado tanto la falsa izquierda como la falsa derecha con el liberalismo y el capitalismo.
   El primer obstáculo que se opuso al capitalismo fue el tradicionalismo no el marxismo ni la izquierda etc.  El espíritu capitalista era contrario al espíritu de la derecha conservadora cristiana. El capitalismo para llegar a imponerse tuvo que afrontar y atacar la idea de vida y conducta tradicional "de trabajar para la suficiencia, que es ganar lo necesario para seguir viviendo", a la que Weber demuestra idea ligada a la derecha y al tradicionalismo.
   Una de los múltiples confusionismos es creer que ser conservador es igual que ser reaccionario.  Una persona de derechas es una persona conservadora y define conservador como una persona defensora de los valores tradicionales. Mientras que la definición de reaccionario es aquella persona contraria a las innovaciones, especialmente en política.
   La derecha liberal burguesa es "antifascista" porque entiende que todo lo que sale de sus parámetros burgueses de su democracia Liberal, Por ello en su mentalidad antimoral y anti ética dan a la democracia liberal unos parámetros éticos inexistentes per se.  Que tampoco se los añaden, dan por hecho que lo tiene,  para tratar de ser freno, antidisturbios y acosar a todo lo que no se mueva en esos parámetros.  Anti-éticos y anti-naturales. Ya no se nace en una comunidad sino en una democracia liberal. Que es el eco de la represión constante”.


lunes, 23 de diciembre de 2019

REFLEXIONES SOBRE SUN TSU


Leyendo y reflexionando sobre SUN TSU
   Quien no lo conozca busque en la red. Su libro magistral es El arte de la Guerra, que pueden encontrarlo en papel o virtual y hasta con dibujos. Ya existen incluso aplicaciones de su pensamiento para las empresas. He escogido algunas de sus mejores citas (como otras tantas) para su deleite cultural, con una breve aportación reflexiva en cada una de ellas.
   No deja de ser triste que el cáncer liberal de pensar todo en función de “negocios” aplique el enfoque economicista para absolutamente todo; aunque es más triste todavía que la masa haga a un lado el contenido específico de un conocimiento particular, como si ya lo supiera, para acudir babeando tras “lo que de verdad interesa”, que es hacer dinero… y más dinero.

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   Todo estudioso de la Guerra que no sea un enfermo mental o sociópata abjurará de ella, pues sabe bien lo terrible que es para el ser humano, pero no es la peor situación, por ejemplo la esclavitud es tan rechazable para la dignidad humana, que por la libertad la guerra se vuelve necesidad. Aunque una Guerra Prolongada –popular o no –se puede convertir en el agobio más espantoso que puede caer sobre una nación. Es por eso que otros Estados a veces las promueven, para destruirnos.


   “Los que consiguen que se rindan los ejércitos enemigos sin luchar son los mejores maestros del arte de la guerra”. Quizá es más exacto, dicho por él. Y forma parte de la alternativa ganadora… quitar al enemigo la voluntad de hacer la guerra. Aunque todavía es superior evitar que nunca la tengan, así no hay que quitarle a quien jamás tuvo… Como ven, el pacifismo a ultranza forma parte de la promoción de esta degeneración y debería ser perseguido.



   El concepto más eficiente de Infiltración –si bien esta adopta otros aspectos –apunta a la introducción de la desunión entre los enemigos, ya sean aliados distintos o entre la misma comunidad identitaria. Es una jugada magistral de confusión, nunca mejor dicho que diabólica, por la que la pérdida de fuerzas, y sobre todo la pérdida de unidad de acción y de concepción –fundamentales en la estrategia –se verán fuertemente afectadas. Por eso la Izquierda siempre provoca y busca la división.


   La primera frase relaciona el problema de quién lleva el mando de la Guerra ¿autoridad civil o militar? Aunque de hecho mucho puede discutirse en torno a esto, la conclusión obligada –independientemente de la Comandancia Superior de la Fuerza Armada –la brinda la lógica y la técnica, que dicta que en la estricta guerra incluso un capitán está obligado a tomar decisiones tácticas o hasta operativas según el caso.
   La segunda frase está clara, aunque en otras traducciones (me adhiero) se dice que el que se desconoce a sí mismo tiene ya asegurada su derrota.


   Una de las características de un verdadero ejército –además de la organización jerárquica, el armamento en el sentido más general y la capacidad física y técnica de sus integrantes –es su disciplina. Y es esta una característica que no se acaba de comprender bien desde afuera, su importancia es tal que llega hasta la esencia misma de la operatividad. Ya en su versión política de masas, si estas no están disciplinadas escaparán del control. El manejo de estas fue perfeccionado en la batalla de Argel.


   El Orden no se hace sólo, es un proceso de acción pensado y ejecutado, que además necesita constante supervisión, a veces cambio y superación. El simple descuido hace que “de por sí”, es una ley física, se haga el desorden… este conlleva debilidad del conjunto, que resta a la fuerza; si además los integrantes pierden individualmente la suya propia irán conociendo que su situación es peligrosa y necesitarán de mayor valor, y cuando este se pierde la derrota estará a la vuelta de la esquina.

   Esta Prevención –antes de la acción, tener una visión –no es un procedimiento mágico, aunque la inteligencia y experiencia a veces aportan datos que surgen aún antes de un razonamiento provocado. Para resolver situaciones antes que se den se necesita la aplicación de una Inteligencia (en el sentido militar del término), apoyada por una adecuada acción operativa, cuando ambas se mueven con rapidez y coordinación constituyen un instrumento inapreciable en toda Seguridad.

sábado, 21 de diciembre de 2019

LAS HORMIGUITAS DE DON WALDO - Sobre el escritor Chávez Velasco


La columna nacional
Las hormiguitas de don Waldo y otras “picadas” literarias

Roberto López-Geissmann*
El Diario de Hoy
Publicado en un dos de diciembre del siglo pasado.

WALDO CHÁVEZ VELASCO

La facilidad de perfilar caracteres y recrear ambientes sin largas y tediosas descripciones es un valor poco común.
No puedo indicar las causas, pero es un hecho cierto que la categoría de “ciencia-ficción” en la literatura se ha venido extendiendo hasta cotas que hasta hace no mucho eran tolerantes ajenas a lo que tradicionalmente se había comprendido. Ahora se le está cargando contenido con todo tipo de fantasías, de géneros bien diferentes, aunque a veces emparentados, como son el terror, el suspenso, la fantasía heroica, el de capa y espada, la fantasía medieval y otros más. Es injusto.

Dicho esto y relacionado con el libro Carmelita y las hormigas, del conocido y poligráfico escritor doctor Waldo Chávez Velasco, empezamos por consignar que, de los cinco cuentos, sólo uno cabría en la denominación clásica de tal y por extensión el que le da nombre a la obra —que en mi opinión es muy bueno, si se le quita un final abrupto—. Tres más son simpáticos y tremendamente fáciles de leer, al punto que fluye con una velocidad que uno los ha leído antes de lo que pensaba. Sólo uno, personalmente, no me gusta, pero el libro en sí vale la pena tenerlo.

La facilidad de perfilar caracteres y recrear ambientes sin largas y tediosas descripciones es un valor poco común y nada fácil de poseer, que le da a sus cuentos una agilidad envidiable. Felicitamos al escritor de las tres pes: Prolífico, poligráfico y polifacético, por esta nueva entrega, atreviéndonos a pedirle, por el gusto de leerlo, obra de mayor número de páginas.

¿Será posible que sea sólo por ahorrar?... ¡No puede ser...!
Ya en la temática quisiera consignar una preocupación en la que estoy seguro de no tener la exclusividad. Mucho libro nuevo está viniendo escuetamente con la edición del contenido del mismo y sin nada más, lo que “duele” a muchos amantes de la literatura, me explico... Poco antes en los libros uno podía encontrar: 1. Prólogo del autor. 2. Prólogo de otros. 3. Presentación del mismo —como algo un tanto diferente —y que podía igualmente ser del autor o de otro, y a veces hasta presentación y además prólogo, siendo común el que hubiera hasta de las distintas ediciones. 4. Estudios sobre la literatura en general, en particular, o hasta de la obra en sí a leerse. 5. Comentarios del editor, del compilador y hasta del traductor. 6. Breve biografía del autor. 7. A veces, al final, hasta interesantes anuncios de otras obras de la casa editora.

Creemos firmemente que, para muchos, esos agregados constituyen un valor de fina gourmetería literaria que, bien presentados, terminan por elevar la degustación del propio contenido. Es, para poner un ejemplo muy claro, como el cóctel, el vino, la ensalada, los quesos y los postres que rodean al plato principal en un banquete.

No estamos diciendo que deban aparecer todos ellos, aunque, si son buenos, caben todos, pero al menos nunca debieran faltar: 1) Un prólogo o presentación del autor a su primera edición, admitiendo como variante que un literato lo hiciera por él. 2) Un comentario adicional de otro. 3) Una reseña breve de obra, autor y contorno, pues bien escrita no necesita ser larga para lograr el interés, aportar datos interesantes y promover el contenido mismo, acercando a los lectores. Es triste que, a lo sumo, se dicen un par de cosas escuetas en la portada o contraportada —y a veces ni eso—. Hemos llegado al extremo que hasta falten los capítulos o partes de la obra, es decir, el índice.

Presentaciones con escasa concurrencia... Hay que buscar remediar la situación.
Hace unas semanas asistimos a una presentación de un libro de cuentos. Era ésta una recopilación de varios autores de varios países —en cuenta, seis del nuestro—. El lugar en que se presentó era amplio, correcto para el evento, accesible. Se sirvió luego un aceptable vino con buenos bocadillos. Un hombre de letras presentó un comentario correcto y esforzado sobre la obra. La presentación en comento recibió suficiente publicidad en los medios... PERO...

La asistencia fue ínfima. De los pocos que asistieron, la participación fue cero, pese a ser insistentemente llamados a hacerlo. Del numeroso grupo de escritores, no se encontraba presente más que uno —nacional— lo que pareciera dar a entender que no les interesa ni siquiera la promoción de sus libros... o que están demasiado ocupados en sus haceres literarios... u otros. No es mi objetivo zaherir a nadie, sino tan sólo indicar que en esto de la promoción literaria hay que partir de la más triste realidad: nuestros pueblos distan mucho de ser ávidos lectores. Con esto claro, habrá que pensar, repensar —y pedir auxilio a profesionales acaso— para acometer la dura labor de atraer, empezando a los que ya tuvieran algún interés (que los hay); si algo nos ha ido mal, valdrá analizar, buscar aliados, crear, “rebuscarse” y volver a insistir, pero amigos de las editoriales, escritores, trabajadores de la cultura, elementos del gobierno... no descansemos, no cejemos nunca en la tarea superior de promover la lectura y el trabajo literario en el mundo.

*Lic. en Ciencias Políticas

martes, 17 de diciembre de 2019

SOBRE CIMA Y SIMA - OPINIONES SOBRE UN ART. DE ANTONIO CAPONETTO


P
Presento a ustedes un artículo del gran pensador y filósofo argentino Antonio Caponetto, pluma literaria, poeta, erudito, un auténtico polígrafo en suma. Pero necesito agregar a este extraordinario escrito, del cual en el fondo no tengo una sola reserva, una difícil opinión, que enlaza el fondo –de cualquier escrito –con elementos de forma. Si se tratase de otro personaje tal vez no hubiese vacilado tanto, pero tratándose de este respetado maestro, el aprecio y el temor de asombrar negativamente, me hacen especialmente complejo abordarlo. Considero que es factible, y a veces obligatorio, el que opinemos aunque se trate del Papa –claro que en este momento la Iglesia carece de uno auténtico –por lo que, sin más, vaya el comentario. Haré citas en rojo sobre breves retazos del artículo en comento.

SOBRE CIMA Y SIMA
Reflexiones críticas para una lectura plena

   Desde el célebre grito de Cambronne, en Waterloo –a lo que muchos afirman que la primera palabra fue adjuntada por Víctor Hugo -: “¡MIERDA! La Guardia muere, pero no se rinde”, se han lanzado a la historia algunos estrellatos válidos en que lo soez se limpia por un luminoso rayo de sinceridad circunstancial.
   En lo coloquial todos conocemos al tío o al fulano (a) que tiene tal gracejo y personalidad para decir estas cosas que no pueden verse sino ingeniosas y/o graciosas; el ritmo mismo, el acento, el momento y forma de decirlos cabe casi en cualquier lugar y ocasión. PERO, reparemos que semejante “arte” no está a disposición de todos, es algo válido para la persona y el momento, aunque algunos consideren que “entre mi arte y mi arte prefiero mi-arte”. Un imitador cualquiera no puede forzar la situación, le sale mal.
   Estilo y situación. Pero adjuntemos a ello el término “santa cólera” en el entendido de arrebatos violentos causados por un quiebre abrupto contra una situación o persona dada, que ha sido ferozmente herida por un ente ordinario, salvaje o malo. En estos casos surge una “sainte colére” que se justifica por el previo atentado; es una verificación de un talante muy humano, que sin dejar de participar de justeza y equilibrio ha tenido que encontrar otra armonía, gestando una posición de rechazo fuerte.
   Jesús, cuando sacó con violencia a los mercaderes del templo, en una formidable muestra de las cosas que El Señor menos tolera –la degradación de la Iglesia por el comerciante de lo espiritual –no es factible que les dijera: -señores, hagan el favor de desalojar su valiosa mercancía de acá –sino la contundencia de sus voces debe haber sido fuerte e intimidante, sin remilgos, como cuando trató a los fariseos de “raza de víboras”. Todo esto, sumado al hecho que figuras señeras como la del Maestro Caponetto no suelen proceder por sistema y costumbre con estos epítetos, como estoy seguro que no tiene la gracia de aplicar la palabra fuerte en conversaciones o discursos normales, precisamente porque no es la democracia la que muestra su camino sino la gracia divina.
   Bien claro ha dicho Caponetto las razones principales por los que se ha perfilado este “daño mayor” a la sociedad, por constituir un atentando contra el orden moral y natural, amenazando la mismísima paz social y socavando la buena tradición. No es un hecho personal sino histórico.
   Por ello creo convencidamente que su particular admonición, más abajo reseñada, es válida en todo sentido. Subraya eficazmente el grado de ofensa bárbara y profunda que ha representado la situación particular. Al efecto citaré párrafos que con absoluta claridad demuestran lo antedicho:
   La gravedad del asunto no está primero, en esta ocasión, en la práctica  explícita de la contra natura que caracteriza al abyecto, sino en la total aquiescencia del padre que se gloría en su vástago corrupto, en el deleite admirativo con que ha sido aceptado… y está la gravedad principalmente en que el depravado exhiba con orgullo su condición de tal, mientras su padre aprueba tamaña exhibición convirtiéndola en Política de Estado… Lo que traslada su caso del ámbito de los patólogos al de los politólogos, es que tamaño engendro  ha sido convertido en causalidad ejemplar de los nuevos tiempos, en paradigma epocal… el tacho de basura fue colocado al fin como centro de mesa… Ya no es la honra del hijo másculo que continua la estirpe, sino la jactancia del Dr. Frankenstein, que cree haber desafiado con éxito la ley divina, sin saber el final que le aguarda. Citando a Chesterton: si se niega lo sobrenatural, tampoco queda lo natural. Queda la nada.
   Dicho lo anterior, me permito sugerir a los que consideren el uso permanente de “palabras fuertes” en forma sistemática y constante en que midan semejantes mensajes, pensando no sólo en cuanto si son merecidos por la ocasión o caen de perlas a los que se los enrostra, SINO también en sus propias figuras públicas, porque como Don Antonio, nadie, o poquísimos. Recordemos que insulta quien puede, y no quien quiere.


ESTANISLAO
Por Antonio Caponnetto
Presidente argentino y su hijo

Acaso como un símbolo infausto y bufo a la vez del gobierno fernandino que acaba de peer el sufragio universal. Como un signo nefando y burlesco de la nueva deposición popular; como una personificación grotesca cuanto abominable del Régimen monstruoso dominante; y al fin, acaso como efigie infame y sátira, obscena y ridícula de la democracia, ha sido enfocado en el primer plano de los actores de la nueva inmundicia gubernativa, la figura de Estanislao Fernández. El hijo degenerado del presidente, cuyo oficio convicto y confeso tiene una decena de nombres eufemísticos en inglés, pero un solo y frontal nombre en la pulida lengua castellana: puto.

La gravedad del asunto no está primero, en esta ocasión, en la práctica  explícita de la contranatura que caracteriza al abyecto, sino en la total aquiescencia del padre que se gloría en su vástago corrupto, en el deleite admirativo con que ha sido aceptado y ponderado por los medios masivos, en el beneplácito de la clase política, en el silencio cobarde de quienes deberían protestar a cuatro voces la ignominia; y está la gravedad principalmente en que el depravado exhiba con orgullo su condición de tal, mientras su padre aprueba tamaña exhibición convirtiéndola en Política de Estado. Ya no es la honra del hijo másculo que continua la estirpe, sino la jactancia del Dr. Frankenstein, que cree haber desafiado con éxito la ley divina, sin saber el final que le aguarda.

El infeliz de marras, en sí mismo, es inmerecedor de cualquier loa o ataque. ¿Qué predicar de un folículo, tubo o canal?; ¿qué denostar o encomiar de la secreción o de la adrenalina? Lo que traslada su caso del ámbito de los patólogos al de los politólogos, es que tamaño engendro  ha sido convertido en causalidad ejemplar de los nuevos tiempos, en paradigma epocal y etario, en una especie de titán de la extraña honra posmoderna de tenerse por náusea.

Su padre, que ha jurado insensatamente por los Santos Evangelios, profanándolos de manera escandalosa y procaz, debería saber que en aquellas sacras páginas que ignora y toma en vano, el buen progenitor de la proverbial parábola del hijo pródigo, no es el que festeja que el descarriado vástago habite en un chiquero, sino el que lo abandone para recuperar la gracia. Alberto, claro, subvierte a sabiendas la enseñanza neotestamentaria. Y al igual que su prole él es el insensato habitante de esa porqueriza de fetidez ilimitada que da en llamarse kirchnerismo.

Nos adelantamos a una objeción de la que podría hacerse portavoz algún buscapleitos. Va de suyo que hay otros muchos Estanislaos y Albertos en la partidocracia entera, en la sociedad en general y en los gobiernos anteriores al presente. El Macrismo, para decirlo con todas las letras, no fue ni es otra cosa que un rejunte de amorales, apátridas y ateos prácticos, siendo su testa visible y directriz un sujeto de múltiples promiscuidades vividas o promovidas. Baste recordar al ingeniero emulando públicamente a Freddie Mercury, para darse una cabal idea de su ética de bajo fondo y sus predilecciones de albañal. Fue la pringue su vida y su elemento, diría de él algún himno de resonancias sarmientinas.

No obstante, el matiz que hace del caso que comentamos ahora algo casi sin precedentes, es que con él se cumple aquel vaticinio trágico de Octavio Paz: el tacho de basura fue colocado al fin como centro de mesa. La puerta del baño ha sido dejada intencionalmente abierta, y ya no dice el mutante que “odia el <plop> de los zurullos”, sino que en breve ha de crearle un Ministerio para que ejerza su peculiar función.

A la vista de esta “Estanislaoización” del peronismo vigente podrían hacerse algunas reflexiones, si tiempo y ganas hubiera. Porque antecedentes no faltan en la “tercera posición”, de posiciones nefandas reivindicadas y presentadas como naturales. Desde las de su fundador, de quien se llegó a decir que se lo quería igual, así se probara su condición de ladrón y de invertido, hasta la de sus briosos militantes de la retaguardia que no trepidaron en formar una rama que responde a la sonora nomenclatura de P.P, siendo la primera consonante inicial del crudo nombre de la sodomía.

Pero no puede dejar de anotarse un fenómeno significativo. Medio siglo atrás, los guerrilleros peronistas irrumpían marcialmente en la Plaza de Mayo, canturreando que no eran maricas ni faloperos sino “soldados de Far y Montoneros”. El tiempo –implacable verdugo si los hay- les devolvió nietos como Estanislao, que cantan impúdicos y verracos exactamente lo contrario: la jactancia de ser drogadictos y homosexuales. Más un plus inevitable: aborteros, cobardes, asesinos de vientres maternos y tronchadores inicuos del hogar constituido como Dios manda. Atributo este último que cuenta con el beneplácito del mismo Bergoglio, quien no trepida en recibir cortésmente a la eventual barragana de Alberto en el mismo Vaticano, dentro de una cumbre mujeril prevista para cónyuges de Jefes de Estado. ¿De qué conyugalidad estamos hablando?

Una vez más acertó el maestro Chesterton: si se niega lo sobrenatural, tampoco queda lo natural. Queda la nada. Y de trágicas naderías alzadas con el poder estamos hablando.

Vaya desde ya nuestro aviso, a propios y ajenos, a amigos descorazonados por tantos males impunes a la vista, y a enemigos agrandados precisamente por la lenidad de que disfrutan para ejecutar sus ruindades.

Nuestro aviso es simple y es claro: como argentinos, no permitiremos que estaticen a nuestros hijos ni a nuestros nietos ni a nuestros seres queridos. Como bautizados, no permitiremos que bergoglicen nuestra Fe Católica, Apostólica y Romana. Así de fácil y de rotundo. Porque para tal propósito el único poder que necesitamos no nos lo da la democracia sino la gracia. Que ellos sigan engendrando Estanislaos, Máximos, Florencias o cómo se llamen los desdichados muñecos. Nosotros seguiremos trayendo al mundo varones y mujeres, a quienes Dios primero y María Santísima por delante, los criaremos en el antiguo y noble propósito de vivir conforme al Decálogo.

jueves, 5 de diciembre de 2019

EL LIBERALISMO NO DEBE SER OPCIÓN


   Presento a su consideración este artículo de Manuel Blanco García, del que he resumido y subrayado de parte mía, sobre su interesante contenido. El único objetivo que me mueve es promocionar las ideas correctas volviendo más accesible la obra, sin pretender que se encontrare equivocada. Como siempre, lo que encuentren en azul es de mi  cosecha.

EL LIBERALISMO ES INACEPTABLE
Ocurre a veces que personas conscientes de la falsedad de la ideología liberal en el campo teológico y filosófico, no alcanzan a ver dicha falsedad con respecto al liberalismo económico.
Para ver este asunto con mayor claridad, resulta antes preciso establecer que es la economía, el objeto de estudio de la economía, es la voluntad del hombre, que a su vez se encuadra dentro de la naturaleza humana que le da su causa final, por tanto, la metodología correcta de la ciencia económica no puede ser de ninguna manera la que se aplica en las ciencias naturales, sino una metodología que parta de la psicología (como estudio del alma) y la antropología.
La familia no existe para ser un factor más de producción y consumo como dirían ideólogos economicistas varios, sino que el hombre se integra en relaciones económicas para mantener a su familia, y así con el resto de las relaciones comunitarias.
En primer lugar, el fin de toda disciplina que trate acerca de la acción humana es la perfección de dicha acción humana, y para que un acto humano sea bueno es preciso que sea moral, por tanto, es necesario que las relaciones económicas estén sometidas a la moral, así, por ejemplo, no es admisible la producción de ciertos bienes o servicios como las drogas recreativas, la pornografía, préstamos usureros etc.
En segundo lugar, al estar las relaciones económicas subordinadas a las relaciones comunitarias, resulta absurdo que en aras de una mayor eficiencia económica se dé lugar a un debilitamiento de las relaciones comunitarias, ya que justamente la eficiencia de un medio se evalúa con respecto al fin para el que se usa dicho medio, y como las relaciones económicas son medios para las relaciones comunitarias, nunca puede pues hablarse con propiedad de eficiencia económica cuando el resultado es un empeoramiento de las relaciones comunitarias.
El tercer aspecto por considerar sería lo que voy a llamar eficiencia material, con la que hago referencia a la eficiencia de las relaciones económicas con respecto a la maximización de diversas variables económicas como producción, empleo, etc. Como se ha dicho antes, esta eficiencia material debe estar subordinada a las relaciones comunitarias, fin de las económicas, y en dicho caso será ventajosa, pero si se llega al punto donde la búsqueda de eficiencia material absorba las relaciones comunitarias, debilitándolas, será preferible un menor grado de eficiencia material.
NO VIVAS CORRIENDO POR EL DINERO

Resumiendo, las relaciones económicas deben ser analizadas desde tres aspectos:
1.     Moralidad de la relación económica
2.     Subordinación de la relación económica a la comunidad
3.     Eficiencia material
Si la relación económica no cumple el primer requisito –moralidad de la relación -debe ser suprimida, si no cumple el segundo requisito –subordinación a la comunidad -debe ser regulada lo mínimo posible hasta que se cumpla, y si cumple los dos primeros requisitos en principio considero que por lo general debe darse la mayor libertad económica posible para lograr la máxima eficiencia material, aunque hay diversas posturas sobre la cuestión.
Una vez estipulado como debe analizarse y ordenarse la realidad económica en una comunidad católica, hay que preguntarse si el liberalismo económico cumple con esto, y la respuesta es que no. Los católicos que defienden el liberalismo económico suelen hacerlo refiriéndose a lo que hemos llamado eficiencia material, yo estoy contento de conceder que el liberalismo económico es el modelo económico que proporciona una mayor eficiencia material entendida en sentido subjetivista, de lo que más adelante hablaremos, aunque sea posible disentir también en esto. La cuestión es que como hemos visto, esto no justifica nada si en cambio se produce un debilitamiento de las relaciones comunitarias y/o se permiten inmoralidades.

Los errores del liberalismo económico se derivan, como no puede ser de otra forma, del error fundamental del liberalismo como ideología, que es su falsa concepción de libertad. Dicha concepción de la libertad como pura voluntad ciega que se autodetermina, aplicada al ámbito económico, da lugar a la introducción de la subjetividad en la valoración de las relaciones económicas y con ello a la imposibilidad de un correcto orden económico.
Para el liberalismo el valor de los bienes y servicios es completamente subjetivo, ya que viene determinado por las preferencias individuales de los agentes económicos… por medio de su voluntad y se da a sí mismo diversos fines subjetivos. En esto es concordante con el poder “sacrosanto” atribuido a la voluntad popular, desde el ángulo político; y es coherente porque se nutren del mismo cepo ideológico: la Revolución Francesas. De aceptar esto resulta el rechazo de control en la economía, ya que se considera que sería atentar contra la libertad de los agentes económicos el querer dar una ordenación determinado a las relaciones económicas, ya que no se estarían respetando los fines subjetivos de los individuos, lo cual para las diversas escuelas liberales constituye una ineficiencia. Obvio que no se propugna un control de la economía análogo al de las teorías socialistas, pero precisamente son los extremos de tiranía en oposición a libertarismo los que no quieren dejar espacio para una real doctrina que, sin eliminar la libertad realice el orden y bien común que es el verdadero anhelo de la comunidad.
Resulta evidente ver como esto es incompatible con la doctrina católica… Esto hace que sí se pueda valorar objetivamente los bienes y servicios como medios que nos acercan o no a dicho fin último, ya sea de forma directa o indirecta sirviendo para fines intermedios (como los alimentos para el mantenimiento de nuestra existencia). Si bien dadas las condiciones de competencia precisas el mercado puede realizar una correcta valoración de muchos bienes y servicios, hay ocasiones en las que no, esto se ve muy claramente en bienes y servicios a los que en libre mercado se les asignaría un valor cuando en realidad no tienen valor alguno. Un ejemplo muy claro es la industria pornográfica, la de drogas y otras cuyos productos no tienen valor alguno ya que no ayudan en nada a los hombres… y destruyen el tejido social, las buenas relaciones positivas dentro de la sociedad, así la promoción de vicios, con su secuela de enfermedades,  parásitos y crímenes.
En una economía no controlada también tiende a producirse un debilitamiento de las relaciones comunitarias. La comunidad política es un componente de comunidades, la primera y la familiar, pero también otras diversas sean territoriales (Vecindario, Pueblo, Provincia, Región…) o por actividades, en general los oficios. Componentes todos de la sabia institución de los “cuerpos intermedios”, que al mismo tiempo que fueron un valladar contara un Estado demasiado grande, defendían concretamente a los individuos.
Por tanto, para la salud y unidad de la comunidad política es preciso que las comunidades que la forman sean estables y fuertes. Una comunidad como su propio nombre indica se basa en personas que tienen cosas en común, por las cuales se unen, para esto es vital la estabilidad de las existencias. La estabilidad de las existencias crea el arraigo, que da lugar a la creación de lazos afectivos entre los miembros de la comunidad que a su vez da lugar a sanas costumbres, tradiciones e instituciones.
Debido que el libre mercado exige movilidad altamente flexible de los factores productivos, entre ellos los trabajadores, es decir, las personas y familias, dicha estabilidad de las existencias está en riesgo, y también las instituciones, costumbres y tradiciones que mantienen los lazos afectivos, pues estas dan cierta rigidez a la economía. La abolición de los gremios fue una medida que a largo plazo resultó en mayor poder económico, pero debilitando las relaciones comunitarias, por lo tanto realmente fue un error económico, porque la economía existe para mantener la comunidad social, no para acapararla. Al final llegamos a una sociedad individualista donde apenas sobrevive la familia.
Por último hay que señalar que el liberalismo económico tiene una postura absolutista con respecto a la propiedad privada, este se deriva de su individualismo y provoca por ejemplo que el concepto de precio o salario justo no tenga sentido alguno en el modelo liberal. Todo precio de mercado es justo ya que es fruto de un libre acuerdo entre partes, nadie está obligado a dar parte de lo suyo si no quiere. Soy consciente de que esto último es matizable según cada escuela y solo lo cumplen íntegramente ciertas ramas libertarias, pero el fundamento viene a ser el mismo, supremacía del individuo frente a la comunidad. No se tiene en cuenta el destino universal de los bienes que se nos enseña en la doctrina social de la Iglesia. La histórica claro, no la secta actual.
OJO con esto: buscando imágenes en la red encuentras una gran cantidad de caricaturas prosocialistas… y sin embargo varias pro liberales. Todo lo demás es negado o ridiculizado. Es el juego de larga data por el que a toda costa quieren que la gente se limite a la alternativa del diablo: o una u otra… ninguna más.