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Roberto López-Geissmann.

Aparte de mi familia y mis seres queridos, amo profundamente los paisajes, siendo para mi más valiosos que el oro –principalmente las vistas de lagos y montañas; la frescura, las cabañas de troncos; café, licorcito, pipa y un buen perro; la buena comida y los viajes. Así los libros, películas y el arte de la conversación.

Escribo novela y cuento; soy creativo. Estudié con los Maristas. He sido diplomático, asesor de seguridad, profesor universitario y periodista. Dos carreras universitarias. Me declaro en total orgullo y apoyo de la civilización occidental cristiana. Suelo estar por lo políticamente incorrecto, pero igual lo tradicional como sabiduría. Tengo la firme convicción de que la humanidad ha sido y está siendo atacada por ideas y personas malignas. Debemos protegernos.

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domingo, 31 de marzo de 2019

ACCIÓN CORRECTIVA MEDIANTE PEQUEÑOS ACTOS DE CULTURA CÍVICA


Publicado el 11 de mayo de 2005 en El diario de hoy como un intento de simpatizar mostrando acciones correctivas de la vida real. Son los pequeños actos ciudadanos que van creando y mejorando una cultura, corrigiendo elementos antisociales, para una mejor vida.

 

Practicando Principios

EJEMPLOS DE ACCIÓN CORRECTIVA
                                                              Por Roberto López-Geissmann.


       En febrero pasado escribí un par de artículos que hablaban sobre la necesidad de no cejar ante la serie de pequeños incidentes injustos, a veces de abuso, muchas veces sin mala intención, otras ocasionadas por la incultura... que en general conforman una serie de incomodidades que disminuyen la calidad de vida para el ciudadano. Decíamos que este debería llevar a cabo una guerra personal, silenciosa muchas veces, generalmente solitaria, con algún riesgo (mayormente sicológico) y a menudo incomprendida. La idea no es andar por allí haciéndola de “duro” sino realizar una acción profiláctica de tipo social y educativo, principalmente en aras a los otros.
       Hasta donde me di cuenta, tuvieron “buen pegue”; es el caso que, sin proponérmelo, sin buscarlos de por sí, me ocurrieron algunos incidentes que clasifican en el sentido de los artículos citados y que he querido compartir con mis lectores. Quiero dejar constancia que creo que fui afortunado en todos los casos y que no habría que decepcionarse si algunas veces encontramos obstáculos mayores. Veámoslos...
       Un par de ellos fueron de mercadería defectuosa que fue cambiada de inmediato y sin problema. Parecería ocioso mencionarlo si no fuera porque nos hemos dado cuenta que hasta este pequeño acto de corrección, que generalmente no presenta problemas, NO es llevado a cabo por el usuario, quien baja la cabeza amargado y se va rumiando su rabia con su mercancía en mal estado. Más importantes resultan los dos siguientes, teniendo por demás un mensaje a las respectivas autoridades, aunque es de notar que finalmente hubo resolución positiva ante los requerimientos.

   Agrego, de Google: De acuerdo a la norma UNE-EN ISO 9000:2005, una acción correctiva es una acción tomada para eliminar las causas de una no conformidad detectada u otra situación indeseable.

Una Película Incompleta.

       Permítaseme un pequeño rodeo por estar totalmente relacionado. Quiero participarles que hace 30 años, en el entonces cine Fausto (frente al San Miguelito), una tarde de viernes a las tres acudí solo, a ver la película El Despertar (The Yearling) con Gregory Peck. Como fui el UNICO espectador (y no llegó nadie más) se me dijo que se me devolvería el importe de mi boleto y ya... Pedí hablar con el administrador y le aduje que no era cuestión de quórum y que la empresa estaba comprometida a presentar la película así no más hubiera un solo asistente. Alegué educada pero firmemente indicando que acudiría eventualmente a presentar mi queja al entonces Ministerio del Interior y, finalmente el señor accedió –aunque sin extras, dijo, para ganar en algo- y la vi tranquilo. Informo que he trabajado más de dos años en el Sector Comunicaciones del aludido Ministerio y conozco las formas de trabajar y ocasiones de multas que allí se pueden deducir.
       Volviendo al presente. De repente, el film que veía cambió de una escena tranquila a otra en que los principales personajes se conducían velozmente en una huida con un enemigo amarrado atrás... La gente ni siquiera se “mosqueó” y siguió observando hasta el final. Este servidor, que había leído ya el libro (pero que no era estrictamente necesario dado lo abrupto del cambio) se levantó a averiguarse. La administración me explicó que uno de los rollos (unos 20 minutos) había llegado sin subtítulos en español y habían decidido omitirlo para no disturbar a la gente. En estos casos el film no se exhibe hasta que está completo. Da la casualidad que se trataba de “El Código Da Vinci” en segundo día de estreno. Lo bueno es que sellaron el boleto para una función futura. Ahora bien, si en vez de un individuo se hubiera levantado todo el colectivo... ? ¡Ojo autoridades!

Un atascamiento increíble.

Se había generado bajo uno de los pasos a nivel que atraviesan el bulevar Venezuela. No era, apreciado lector, en razón de las obras, lo que hubiera sido muy comprensible. La situación era muy otra. Un camión del MOP se había estacionado obstruyendo gratuitamente el paso, pudiendo hacerlo a unos pocos metros más allá, con el sólo objetivo que estos metros no los recorrieran los que debían cargar una gran cantidad de sacos de cemento, parando por esa causa a lo que pudo ser una gran cantidad de vehículos por mucho tiempo. El motorista había ido a comer. Como me encontraba casi al frente de la cola me acerqué y supe que no se encontraba el ingeniero Z., encargado del proyecto, pero sí un auxiliar al cual hice ver lo que ocurría y que en forma rápida, gentil y disculpándose por la “chambonada” de otros, resolvió prontamente la situación.
Es importante subrayar que toda gestión debe hacerse siempre calmada y educadamente.

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