RESPONSABILIDADES Y PROBABILIDADES
FUTURAS DE LA DERECHA EN EL SALVADOR
Roberto López-Geissmann
San Salvador, a cuatro de febrero de 2019
Ubicando el contexto reflexivo
Siempre es un recurso fácil, relativamente cómodo y a veces hasta ingrato
el cargar el peso de las derrotas a la dirección fallida de un proyecto, sea
este mercantil, militar, cultural o político. Pero es igualmente comprensible
que es una obligación el realizar un análisis de los elementos que llevaron a
un derrumbe. No se puede escribir con el hígado, furiosos, con mala leche, pero
tampoco es admisible hacerlo con una defensiva total, en la que se cargue en
forma parcial a un grupo que “pagaría los platos rotos” en una demostración más
de que no se ha entendido ni jota de lo que pasa.
Aquí no se trata de diplomacias etéreas,
discusión sobre el sexo de los ángeles, evadiendo nombres y poniéndonos tan
exquisitos que no digamos nada. No me meteré en la exhaustividad, en los otros
partidos o corrientes políticas, en las interioridades (que además desconozco)
ni siquiera en la indicación de cúpulas (reales y ocultas), publicistas metidos
a propagandistas (les hayan hecho caso o no) y mucho menos en los manejos y
negociaciones con otras fuerzas políticas. Claro que aquí hablamos de las derechas y de ARENA.
Siempre he hablado de “las” derechas, no porque yo quiera
o pretenda una clasificación particular. Es que esto es así. Lo mismo ocurre
con “las” izquierdas. Como este es un artículo limitado y no es siquiera un
breve ensayo tendré que saltarme detalles de por qué esto ocurre. Lo que no
puedo dejar de mencionar es que varios grupos de derechistas han tomado el
rábano por las hojas, y han pretendido que hablar de UNA derecha, de LA derecha
fortalecería la posición de la misma; este proceder, digo, ha sido
catastrófico. Detrás de ello se encuentra uno de los pecados capitales
históricos de nuestras derechas.
Y es que poco a poco ARENA se constituyó como la legítima –y luego la única
representante de “la” derecha salvadoreña. Nunca lo fue. Ni en su mejor
momento. Sencillamente no pudo serlo porque nadie puede serlo. No el único
representante, porque sería una idea tan claramente totalitaria como
evidentemente errónea e injusta. Mucho menos cuando el devenir de este Partido
–al que he pertenecido con orgullo y amor –se fue convirtiendo en lo que una
gran dirigente en un arranque de lúcida cólera, decepción y sinceridad lo
catalogó como “S.A. de C.V.”
… y todavía hubo de pasar bastante agua
bajo el puente para pasar de ser, desde el gran proyecto factible, poderoso y
bueno de las derechas del siglo XX en El Salvador, a una sombra decadente de
sus tiempos heroicos, dominada por gente (más a menudo de lo que se cree,
buena) pero totalmente analfabeta de lo que era política, más allá de comprar
voluntades. Fueron desapareciendo los camaradas, suplantados por achichincles. El genio empresarial que
tenía y tiene su sitial de honor pretendió suplantar toda competencia
(demostrando con ello la falta de la misma) al relegar sectores, profesionales
y personajes, escogiendo en vez de los anteriores a sus amanuenses. Es
indiscutiblemente el partido menos leal del país para quienes dejaron sus
esfuerzos y sangre por la causa.
Los grandes responsables
No pueden ser otros que elementos dentro
de las derechas y la involución que sufrió el otrora gran Partido ARENA –no
crean que no es doloroso tocar esta llaga, lágrimas de orgullo y de alegría al
principio del Partido, de tristeza y decepción conforme se mercantilizaba y
finalmente de cólera cuando se sumó la mediocridad y la estupidez. Las derechas
pecaron por un dejar hacer, por confiar demasiado que allí se encuentran nuestros muchachos (lo que en principio fue
bastante real), en pecado de omisión, por desentenderse, por no protestar ni
actuar lo requerido cuando comenzaba a remontar la ola ultraliberal y que me
hace recordar la frase de Goethe: quien quiera asustar al diablo tiene que
gritar mucho. Se dejó aplastar por el peso del dinero. Los argumentos,
las ideas, la bonhomía, la experiencia y honradez fueron machacadas por los que
sólo buscaron (en realidad siguiendo el ejemplo de sus amos) la eliminación de
competencia en su “carrera”, que sólo pretendió aumentar sus ganancias.
Presentado ya un escenario nada
desconocido, aunque no reconocido de labios para afuera por las derechas,
veamos ya últimamente que fue lo acontecido. Cómo fue posible que ante
semejante situación, de espantosa claridad, se siguió tan campante como el
anuncio del whiskey, en una festinada campaña de un triunfalismo delirante,
perdiendo oportunidades que aún existían, por lo que se denota acá el carácter
empedernido de esta agrupación, al evitar
ver la realidad, con tal de sostener todavía una imagen y un manejo ya
insostenibles del todo. Los empleados, que muchos creen que siguen siendo
patriotas nacionalistas y fervorosos, cuando no se han dado cuenta que se han
convertido en servidores incondicionales de un grupo que –como la dirigencia de
varios grupos políticos en la historia –seguirán brindando hasta el último día,
ofreciendo en venta la soga que los ahorcará. De alguna manera todos tenemos
nuestra responsabilidad por haber soportado tanto tiempo a estos… …
Posibles rumbos positivos a tomar por las
derechas
No son los únicos, claro. Pueden resultar
soluciones cargadas de peso (dólares, euros…) del exterior. Puede resultar un
repunte de la misma ARENA que nos tiene así, en tal caso habrán puesto a
caminar a un zombi (un walking dead), puesto que ya no sería un partido
agónico, sino un ente antinatural. Y lo peor: podría levantares un monstruoso
Frankenstein formado por pedazos de otros cadáveres de partidos, con una mente
lobotomizada y degenerada, la que, sin haber aprendido ni la jota del relajo,
quisiera seguir igual.
Posibilidades:
1.
Prácticamente una
labor básica, despejar los escombros, barrer y limpiar. Pero es tan difícil
como que entres a casa ajena a botar basura, pintar, derribar paredes,
reestructurar profundamente… no es muy realista que ARENA permita que se
inmiscuyan otros derechistas –por probados que fueren – y ni siquiera los
muchos elementos de su misma estructura dispuestos a cambiar. Van a defender
con rabia los últimos bastiones de su derruido castillo, van a azuzar a sus
canes contra los reformadores de buena voluntad, entre más sanos, limpios y esclarecidos
se les va a echar la perrera embravecida. Está difícil esto.
2.
Pero esa limpieza de casa y reestructuración,
dado que se está haciendo en agonía (hace diez años hubiera sido mucho más
factible), no es cosa que se pueda hacer ahora por un simple cambio estatutario
ni cambiando buena cantidad de reconocidos “líderes”; el tiempo nos dice que
hasta el más ingenuo no se va a tragar una auténtica reforma si no se realiza
draconianamente, dura, profunda, radical y honesta. Si no lo pueden hacer desde
dentro, más difícil será hacerlo desde fuera. Sencillamente echarían al carajo
a los que lo intentaran. Una alianza de los buenos elementos de dentro con los
rescatistas externos tampoco es realista. Es más fácil que la cúpula renuncie
de por sí, Y esto es difícil.
3.
Dejamos sentada la
tesis de la gran dificultad de lograr la Revolución auténtica que necesitaría
ARENA. No es imposible, pero tan difícil como cualquier otra vía que se
pretenda implementar, estamos pagando por nuestros pecados y quién sabe si
podremos remontar. Hay que intentarlo, pero esta posibilidad, por dura y
pequeña que fuere, pasa por la aceptación, la clarificación, la
responsabilización de las condiciones que nos han dejado como estamos. Sin otro
intento –distinto y realista
–estaríamos condenados, como dijo Einstein, a repetir los mismos errores.
Dejemos el “arenerismo” a un lado por el momento y veamos...
4.
Con ARENA no se
acaban las derechas. Quizá ha sido injusto caerle con todo a su dirigencia, sin
mencionar a otros Partidos, grupos cultural políticos, gremiales empresariales
y personajes connotados del ambiente. Estos, con una simpleza que ha hecho reír
a la izquierda han llegado a llamar hasta “traidores” a los que (incluso fuera
del Partido) se salgan de la fina línea que los jerifaltes han señalado. ¿Por
qué este comentario? Pues para presentar otra escena: la formación de un
partido nuevo, cuya sola mención produce espuma en las bocas, odios asesinos y
desautorizaciones y amenazas de los aplastados. Pero no puede dejar de
mencionarse esta posibilidad, quizá hasta un tanto menos problemática que las
anteriores. Una variante de la misma sería fusionar dos o tres existentes, los
restos del más grande y un aluvión de gente nueva, que la hay con buenas
capacidades.
5.
Un cóctel, una
ensalada, un guiso complejo no son fáciles, pero nada bueno lo es. Una mezcla
abigarrada, mal pensada, con pesos de cuotas económicas y disposición de
favores corruptos, con gente mediocre, ignara, voluble, populista y sedienta de
poder para lucrarse del mismo no podría ser sino la estaca final que destruiría
al vampiro que estaría a punto de levantarse (a buena hora entonces).
Necesitamos pensarlo bien, actuar pronto (las dilaciones se convierten ahora en
armas mortales) y llamar a todas las reservas morales de nuestra Nación. Para
ser convincentes no bastará “hablar o escribir” sobre nuevas, buenas o
diferentes ideas, sino airearlas, presentarlas, comentarlas con los aliados y
surgir con la fuerza y la honestidad que pueden ser aún decisivas.
6.
En resumen hemos
levantado la bandera de la vida. La Derecha (o derechas) no ha muerto. Puede
levantarse y luchar, no por sí misma sino por El Salvador, pero es momento de
que tanto propios como adversarios o indiferentes de buena voluntad se
convenzan de la realidad de la nueva edificación. Ya sea una poderosa
revolución interna, creíble, comprobable y transparente de la golpeada ARENA;
ya sea una fuerza nueva distinta y evidente o una amalgama delicada pero
posible de vectores políticos igualmente frescos y honestos. El siguiente y
último numeral expresará algunas sugerencias ideológicas a tomarse.
7.
Recogido al vuelo,
sin ser exhaustivos, sólo como ejemplos entre otros:
a)
Una nueva forma de
elegir a nuestros legisladores. Hay bastante trabajo teórico al respecto, que
se han preocupado bien de ocultarlo. Será más directo, con mayores controles y
exigiendo calificaciones.
b)
Acciones variadas,
específicas y concretas para derribar el pensamiento confrontativo clasista,
impulsando la solidaridad, la generosidad y un sentido de identidad y pertenencia
en común.
c)
La Salud se atiende
mal por el enorme desmadre administrativo que existe. Nadie habla de quiénes
realmente mandan en estas áreas; subsanado esto la cosa no es tan difícil. Los
entendidos saben bien.
d)
La Educación requiere
de tres grandes proyectos: 1. Mejorar la calidad de los maestros, desde
parvularia hasta universidad. 2. Un cambio curricular hecho con la
participación de toda la sociedad. 3. Sustraer los centros de enseñanza privada
(incluyendo las universidades) del desatado y perverso espíritu de lucro.
e)
Reducir los
Departamentos, Alcaldías y Ministerios para ponerlos al servicio de todos en
forma más eficiente. Elevar la figura del Gobernador para esos efectos. Claro
que se necesita reforma legal.
f)
Hacer cumplir la ley
en todos los aspectos. No permitir la burla que se hace del Código Laboral.
Castigar con dureza a la corrupción, Apoyar al Medio Ambiente. Cortar la
evasión. Subir las pensiones.
g)
La Criminalidad no se
debe tratar de combatir. Hay que erradicarla. Afirmo que en menos de un año, a
bajos costos, terminamos con ella. Fundamental la unidad nacional y el esfuerzo de todos en ello.
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