EXTREMO
ESTÚPIDO Y COBARDE
DE LO
POLÍTICAMENTE CORRECTO
Especial para Arcisterio
|
EL PELIGRO MORTAL ES UN ANTÍDOTO EFECTIVO CONTRA LAS IDEAS
FIJAS, - DEDICADO A PARTIDOS ANCLADOS Y SIN IMAGINACIÓN |
En ocasión de trabajar en un
artículo de pronta aparición en este blog –sobre los dos más grandes guerreros,
de ambos bandos, durante la Segunda Guerra Mundial –encontré el material que
presentaré a continuación. Este ejemplo es tan extremo que pareciera una fake news y expone, en la vitrina de la
historia, en una singular muestra de cinismo, cobardía y entrega total al
terrorismo cada vez más audaz de la imposición del pensamiento “políticamente
correcto”.
****
La cosa va así. La Universidad de Exeter
en el sur de Inglaterra es una de las diez mejores del Reino Unido, habiendo
alguna vez calificada en el Nº 1. En una publicación oficial de esta prestigiosa
institución educativa aparecieron estas líneas, que por cierto no son un
pensamiento filosófico o político enjundioso o profundo, son expresión de un
sentido común, sin ningún sesgo político. Decían:
NO PUEDE DARSE EL LUJO DE PERDER
OPORTUNIDADES ÚNICAS POR TONTERÍAS
Es el momento de develar que la
anterior frase es atribuida al Mariscal E. Rommel,
acaso el más grande guerrero alemán en los últimos cien años, opinión
ampliamente compartida por numerosos analistas de ambos bandos. Pues
bien, el hecho de que este militar impecable –incluso en su vida privada –generoso
hasta con el enemigo e incluso implicado con el atentado contra Hitler en la
Operación Valkiria, por el hecho de ser “alemán”, automáticamente tiene que ser
tildado de “nazi” y todo nazi “como todos sabemos” es casi un satánico (o peor,
si cabe) del que no puede salir una acción ni una palabra inteligente o
ejemplar.
Cuando el establisment inglés se dio cuenta que se había “citado a un nazi”
puso el grito en el cielo… y la Universidad se atropelló explicando que los
miembros del personal que seleccionaron la frase la habían bajado de Internet y
que simplemente no tenían idea de quién era ese individuo. OJO no se trataba
de que no estaba citado el nombre del autor, sino que, aun nombrado, ellos no
sabían de quién se trataba –demostrando una ignorancia supina o un
monstruoso cinismo, que ni siquiera es capaz de imaginar una mejor excusa. Un
gran personaje histórico ¿desconocido en
un medio académico o ninguneado por la policía del pensamiento, ordenando que
no se piense más que en “lo permitido”?
No hay comentarios:
Publicar un comentario