Con base a un acto histórico, cimero y
valiente, se atropellaron en mí una serie de sentimientos y reflexiones. Por un
lado degusté el significado enorme de la información que allí se estaba dando,
a la par del testimonio personal del principal protagonista de la rememoración
fundamental que se estaba haciendo; todo ello unido a la emoción de compartir,
sufrir y recordar… pero también a la convicción de trasladar ideas, críticas y
sugerencias dentro de un momento histórico en el que, callarlas, sería ya una
defección.
Llamo “nostalgia del futuro” al anhelo de
tener una esperanza a realizarse.
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D´AUBUISSON PROCER NACIONAL |
NOSTALGIA DEL FUTURO
Ayer, 27 de
setiembre de 2018 se dio una interesantísima e importante presentación en la
sede del partido ARENA. He de mencionar que tengo mucho de no acercarme a mi
más querido partido, al que es imposible dejar de amar, pese a todo. Digamos
que se trataba, ni más ni menos que de…
“La sesión del Congreso de los Estados Unidos
de América, en la que los congresistas debatieron sobre la responsabilidad que
el Mayor Roberto Daubuisson Arrieta pudiese haber tenido en el asesinato de
monseñor Arnulfo Romero. Como invitados especiales en tal sesión se encontraban
el embajador de E.U.A. en El Salvador, Robert White y Ricardo Valdivieso –como
testigo de descargo, por decirlo así –a los que se les realizaron varias
preguntas sobre el particular.
Como resultado conclusivo, después de
consultar a varias fuentes y a la comunidad de Inteligencia el resultado fue
que no existía ninguna prueba fehaciente
que el citado Mayor estuviese involucrado en absoluto en el crimen.
Hubieron preguntas y repreguntas de varios participantes, destaco las
contradicciones y liviandad en que el embajador White cayó, descubriéndose que los calificativos más odiosos estaban
tomados al vuelo de cierta prensa, sin demostración alguna de respaldo; por
otro lado la hombría de bien y el talante de Don Ricardo Valdivieso quedaron
patentes.
No puede caber
duda alguna de la importancia de la documentación expuesta en larga y seria
relación de los hechos de esa memorable sesión. Se sigue de suyo que esta
documentación es fundamental para sostener la dignidad, no sólo de Roberto
D`aubuisson, sino del partido en su totalidad. De su peso es hacerlo del
conocimiento general e incluso de la ciudadanía. No es algo que pueda tomarse
superficialmente, es básico y es un deber para todo nacionalista, dado que las
campañas de desprestigio afloran bajo la provocación de los vendepatrias de
siempre y de otros retoños alzados.
Lo triste puede consistir en que una parte sustancial (o casi todos) los
responsables de colaborar en la distribución de este material faltaran, el que
entre los presentes se tomara ligeramente, con cierto fastidio y control del
tiempo la híper importante información que se les estaba dando y que incluso no
supieran medir los alcances de la misma. Horrible pecado mayor. Queda
disculpado del todo quien en vista de todo ello transparentara una sainte cólere –santa cólera –por tanta
ignorancia y dejadez. Todo esto motiva a un análisis, por doloroso que fuera,
de lo que pasa.
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El deterioro de nuestro gigante nacional no puede
ocultarse. Sería como intentar tapar el sol con un dedo. Ha recorrido una
gloriosa marcha, con sus altibajos como todos, pero pareciera que ha llegado ya
a su apocalipsis final… Y yo digo que si el análisis en sí parece certero, no lo es,
es decir, no del todo. No todo está perdido.
·
Esta aseveración se sustenta en que todavía queda un
importante núcleo de personas de gran valía, baluartes no sólo de un
pensamiento ideológico fiel a su constitución, sino que también de estatura
moral prócer en todos los aspectos y, por demás con experiencia y capacidad
probada. Si esto es cierto, ¿por qué ocurre, pues, la decadencia que hemos
señalado?
·
Porque 1) lentamente, en la medida que se creía conjurada
la amenaza de la agresión revolucionaria, se fueron bajando las guardias y,
muchos luchadores de la primera hora se retiraron –a veces parcialmente –a sus
ocupaciones, no siendo reemplazados por otros de similar valía sino cada vez
por gente más ambiciosa que patriota –se cambió al compañero por el servidor;
2) igual, poco a poco, el pensamiento generoso nacionalista se fue desplazando
por un liberalismo cada vez más exacerbado que produce al egoísta y a la ascensión
de un mercantilismo cada vez con menor sentido social; 3) finalmente, aunque
era de esperarse dados los puntos anteriores, se fueron colando a todos los
niveles los incapaces y corruptos que naturalmente medran en la descomposición.
Otras causas, ahijadas, fueron cierto populismo, excesos de compadrazgo,
aumento de los círculos cerrados (vacas), aprecio desmedido a “técnicos de
comunicación y propaganda” que desplazaron el pensamiento más serio de quienes
debían estar dirigiéndolos a ellos y como colofón se extendió el vergonzoso
rubro de la deslealtad y falta de apoyo a los luchadores de siempre, absorbidos
por lacayos pagados.
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GRINGO VALDIVIESO - ARRIBA ARENA |
Si bien hay
muchos derechistas de “pedigree”, de “hueso colorado” –o tricolor, o azul
bandera, como sea –y gente de todos los niveles sociales e intelectuales, y de
distintas generaciones que están dispuestos a librar aún la fuerte guerra que se necesita para evitar la catástrofe nacional, de
hecho están cansados de caer en la odiosa y cínica invitación de votar por el mal menor, con la que
tuercen el brazo y extorsionan a la gente honrada y desesperada. Si los buenos
y valientes areneros como el “gringo” Valdivieso –y su bella hija diputada,
Hugo Barrera, Portillo Cuadra, el “garrote” Larrave y casi todos los
fundadores, varios buenos diputados y otros funcionarios medios se ponen de pie,
al unísono y con decisión serían seguidos por otros tantos buenos derechistas,
con los que lograríamos el impulso real que tanto necesita el gran Partido. De
esto no cabe duda. Lo grave es que esta solución, así como es de simple es de
difícil. Pero necesaria. Pensemos en nuestros hijos, también futuros, y en
nuestros nietos.
Un punto más.
Desde hace mucho ha ido creciendo la “leyenda” (¿qué tanto lo será, habrá algo
de cierto o será mucho?) de que tras, o
arriba de los mandos supremos se encuentran un grupo de grandes y poderosos que
son en la realidad los “dueños del partido”; esta aseveración tan delicada
es del todo del provecho de la izquierda, sea verdadera, parcial o del todo
falsa. Pensemos un poco. Si es falsa o sólo exagerada es penoso que no pueda
neutralizarse puesto que es normal que existan influencias derivadas del peso económico, de prestigio personal,
intelectual o social, cuyos consejos han de influir con fuerza en cualquier
agrupación, siendo esto aceptable; lo que no tiene aceptación alguna fuera que
se convirtiesen en un control total.
Por otro lado, si
en principio estas acusaciones fueren ciertas, esto es subsanable por tres vías:
1) Quisiera pensar que también entre estos “poderosos ocultos” habrá alguno que
tenga aún su corazoncito y su cerebro. 2) Creo que la mayoría de ellos caerá en
la cuenta de que su situación es insostenible y es inteligente cambiar. 3) La
presión de la “vieja guardia”.