MIGRACIÓN, PRENSA Y REVOLUCIÓN

MIGRACIÓN Y PRENSA CONFIABLE

Especial para Arcisterio

  

LA MÁS GRANDE MANIFESTACIÓN EN LA HISTORIA DE POLONIA,
HACE UNA SEMANA, CONTRA LA INVASIÓN MUSULMANA.

La Migración es acaso una de las primerísimas temáticas mundiales. Si por un lado las posiciones de Derecho Positivo son prácticamente uniformes en cuanto es forzoso –en toda lógica –la distinción de legales e ilegales y en las correspondientes medidas de los Estados para cumplimentar esa absoluta necesidad… por otro lado el poderosísimo pensamiento revolucionario –controlando casi todo lo políticamente correcto –lleva a partidos, movimientos, oenegés, medios de comunicación y hasta a los organismos internacionales –lo que es un ridículo internacional y un contrasentido que riza el rizo de lo absurdo –a oponerse a los cumplimientos legales y al profundo sentido que enraíza las razones esenciales que hay tras ello. Los enfoques son variados, y presentamos las dos principales posiciones, claramente opuestas.

1.     La consideración humanitaria hacia un mundo sin fronteras, en la que todos los derechos (o casi) pertenecerían al migrante, al que no debe negársele nada, por lo que no podría –en lenguaje políticamente correcto mundialista –hablarse de ilegalidad alguna y se prepara ya el condicionamiento de su represión como un crimen de lesa humanidad.

2.     La que considera como elemental el que las naciones, que tienen estructuras estatales que las representan y protegen, tienen el perfecto derecho (formal y natural) para decidir cómo, quiénes y cuándo podrán entrar extranjeros a su territorio. En este sentido no es sino la más fundamental necesidad de Seguridad Nacional la Defensa del mismo y de la Ley, por lo que es indiscutible que existan estatutos de legalidad que establezcan las diferencias.

Prensa confiable es un tema de tanta importancia que contiene miles de libros, tesis, diarios, folletos, etc. y que en este momento no lo comentaremos sino en cuanto la fidelidad que tuviere específicamente en relación al tema de la migración sin control.

Presentaré una vivencia personal de hace décadas ocurrida en París:

   A raíz del ajusticiamiento de dos miembros de la ETA por el gobierno franquista se habían organizado manifestaciones de protesta contra “los pobres muchachos”, siendo todas perfectamente seguidas y a veces magnificadas por los mass media.

      Una diversidad de organizaciones de derecha se unieron para llevar a cabo una manifestación enorme –mayor que cualquiera de las anteriores de la izquierda –para mostrarle al mundo que NO TODOS estaban de acuerdo con la pusilanimidad (sino impunidad) que se quería para los terroristas españoles. De hecho fue un éxito. Se tomaron nada menos que Les Champes Elysées durante varias horas –sin la más mínima violencia, incendios o manchas a la propiedad –hubieron oradores, banderas, cantos y luego se disolvió en total orden -he de acotar que fue casi milagroso todo.

   Ahora viene lo increíble, propio de la Dimensión Desconocida (de hecho lo es, en cuanto a manejo de noticias de esta índole). Al día siguiente, algunos en la noche y en la tele, buscamos las noticias… lo que contaré a continuación es difícil de creer, pues las noticias sobre una manifestación de cientos de miles apoyando las políticas represivas franquistas, tomándose incruentamente los Campos Elíseos durante horas no merecieron más que algunas flacas columnas en las páginas interiores, cero madera (noticia de portada principal) y apenas un par de secundarias comentadas en minimización del suceso; no olvidaré que un periódico decía, casi textual: “grupo de fanáticos simpatizantes de Franco rondaron un rato en los Campos…”. Es tal el efecto que teníamos que pellizcarnos nosotros mismos y alguno se preguntaba si en verdad ocurrió tal como lo vivimos ya que “la prensa” lo negaba como invisible. Piensen ustedes si los protagonistas nos mareábamos con semejante osadía, si los mismos parisinos podían dudar de lo ocurrido, si el francés en general no dudaba “que no hubiera sido más que un grupo de gañanes en una calle”, qué no pensarían Europa y el mundo entero… nada, que allí no pasó nada.

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   Claro que esto se realiza cuando el tema es tan grave como el que acabo de mencionar, puesto que contra esta causa –como ahora contra la defensa de la inmigración incontrolada –sí hacen causa común las izquierdas y la derecha liberal. Nuestra tesis, ventilada hace años públicamente es que precisamente ese tipo de migración (no todo tipo, en todo lugar y para todo el mundo) es la última y mejor carta de la Revolución (sin adjetivos) para el logro del caos previo y necesario de todos los elementos culturales mencionados por Gramsci. Es pues una bandera mundial, histórica y final, que servirá como parteaguas definitorio entre dos mundos.